Eduardo Mac Entyre
FORMA EN MOVIMIENTO
Una única obra produce en todo el museo una amplia gama de acciones. Esto es posible dada la geometría, elemento esencial en la creación de la obra “Forma en movimiento” del maestro Eduardo Mac Entyre, que data del año 1973 y que es patrimonio del MAC a partir de la premiación recibida por la Fundación Zurich arteBA, que permitió la adquisición de la misma.
La obra en cuestión está rodeada de conceptos espaciales, organizados compositivamente desde lo lineal, dando un orden racional al entorno que se encuentra intervenido en su totalidad. Pisos, paredes indican una valoración del espacio de recorrido como parte de la obra presentada.
Se puede decir que se produce un efecto integral que alude al ámbito museístico, a la corriente artística a la que pertenece la obra, al período en que fue creada y a la forma contundente y absoluta que presenta la misma.
Desde esa visión amplia se priorizó el protagonismo de su esencia, de sus proporciones y de su estructura compositiva. Así es como la obra “Forma en movimiento” es un testimonio de un repertorio epocal de las artes visuales de nuestro país, es también una evocación de un período en la evolución de las formas para que la geometría pase a ser protagonista de la representación sin argumentos ni referentes objetuales, así queda abolida toda injerencia de los fenómenos de representación y significación para ser solo intensión plástica.
Estas fueron las bases donde asentaron sus propuestas los referentes del “Neo – abstraccionismo”, donde el puro espacio perceptivo que se le crea al que observa irá en su complejidad de evolución sistemática dando un nuevo orden constructivo, una nueva inmanencia formal y hasta una nueva intensión sobre la acción plástica misma.
Al crear una energía desplegada por ese orden espacial, surge de inmediato la intensión de la acción, del dinamismo, de la energía radiante que se produce en la búsqueda de sus innumerables posibilidades. Surge de este modo lo que se denominó “Arte Generativo” donde se utiliza la línea como base de una estructura en la que los entramados curvilíneos producen efectos ópticos.
El movimiento que se le imprime a la obra está dado desde el cálculo físico – matemático y el cinetismo surge por la mecánica de su dinamia. Se conjuga en este objeto, la forma material específica del cuadrado (caja) con los recursos ópticos- cinéticos donde la óptica humana se ve obligada a interactuar en una dinámica de transformación permanente de líneas entrecruzadas con un entramado que producen movimientos y cambios cromáticos a la vez.
Vibración, oscilación, efectos ópticos, estrategia de acción, rigor constructivo, nos depararon una nueva dimensión lograda allá por los años 70.
En esta dialéctica de referencia histórica que asombra por su precisión y el ahora, con otras y tantas maneras de ver las artes visuales, producimos un desplazamiento, una articulación de reinterpretación y nos atrevemos a dar un orden a lo develado, activando otros signos en la escena para destacar los valores que permanecen intactos en esta obra.
Lic. Stella Arber
Directora MAC UNL