Carlos del Rey
En la primera mitad de la década del 60 las experiencias psicodélicas se volvían trascendentes, con efectos múltiples en objetos sacados de sus contextos que dejaban su funcionalidad para deformarse hasta desintegrarse y ser otra cosa. Nuevos patrones que parecían derivados de los fractales, con nuevas relaciones visuales transformadas, dominadas por una morfología desintegradora. Experimentar con cualquier método para lograr las novedades, significaba atravesar estados existenciales de conciencia y hasta actuar bajo el efecto de químicos alucinógenos, eran las maneras de lograrlo, ofreciendo vía de escape de los límites impuestos y proyectando el universo interior de la psiquis humana, manifestando a través de imágenes, alteraciones múltiples de la percepción. Esto dio lugar a una nueva referencia, al vaciamiento de la expresión representativa común para marcar revelaciones como “Arte Psicodélico”, así se le dio en llamar y se popularizó en obras de arte tanto pictóricas como musicales, también en publicidades, en videoclips y objetos de uso. Desde esta perspectiva extra convencional creada en aquellos tiempos a la actualidad, donde el Neo - Pop Psicodélico irrumpe en las salas, hay novedades para aplicar esta estética que persiste en su influencia.
Carlos Del Rey tiene su propia búsqueda en este campo y una producción genuina que alcanza un corpus de obras de gran calidad visual.
Una fascinación infinita por la curva, una dedicación a que esa línea o esa forma se distorsionen, como si hubiese hidratado una superficie y el agua que absorbe va marcando cambios absolutos, evidenciando posibilidades de inestabilidad que se van produciendo, que se tornan inquietantes, que no se estabilizan y determinan hasta que el artista así lo decide.
Experimentación que incluye al color en todo su esplendor, dando fuertes efectos de contrastes, de drásticos cromatismos e incluso hasta dar con la intensión de una experiencia psicodélica multiplicada indefinidamente con visiones caleidoscópicas.
Patrones primarios son los componentes de estas nuevas formas, conseguidas a partir de un objeto simple que Del Rey carga de sentido y da importancia para partir de allí y comenzar el proceso de captación visual, fotografiar para continuar, revelar, para luego intervenir con filtrados, superposiciones, incisiones, todo sobre el negativo y así volver a intervenir lo logrado manualmente en el paso tecnológico necesario que finalmente actuará sobre la imagen final.
Casi como revelaciones de emociones internas aparecen espirales de colores, movimientos ópticos continuos, distorsión y alteración de las formas originarias que desaparecen en su totalidad, desintegración morfológica, efectos visuales múltiples como una cognición perceptiva dominada por el valor del cambio continuo y la aceleración de la captación visual que se inicia y continúa desde principio a fin en esta muestra.
La manera de concretar sus obras en este artista es abstracta, o sea son creaciones mentales que no tienen relación con modelos exteriores, remiten a lo esencial, generando un lenguaje visual autónomo dotado de significaciones propias. En su historial Del Rey viene dando estas maneras alternativas de generar imágenes, con absoluta libertad, experimentando, pero a la vez reflexionando sobre su hacer, sumergiéndose en un juego visual de riguroso entusiasmo creativo.
Lic. Stella Arber
Directora del MAC