PATRIMONIO ACTIVO
La percepción detrás de la trama
Las obras de Ponchi Insaurralde transmiten una sensación carente de información, protegen la ausencia narrativa y la objetivación descriptiva, así, sin relato al que referirse nos libera para poder construir solo desde la morfología de las tramas y superposiciones, desde el color, desde el contraste, es decir de los puros términos y códigos de la práctica visual, predicados cósicos observables directamente en cada imagen.
Es visible también el tiempo como parte del tratamiento de ordenamiento y construcción de cada obra. Hay aquí parámetros establecidos de un sistema de representación que no evade la demostración técnica, la prolija realización y el sostenido y complejo armado de las imágenes.
Emplear estos métodos visuales para lograrlas, dan soporte a los instrumentos de acción del artista en su modelo estructural y de equivalencias concretas.
De una dinámica propia y con un dominio de la materia que transforma y convierte en casi un sistema técnico de obras, desde ella construye el acontecimiento pictórico, el objeto absoluto de la acción visual.
Ponchi marca su estilo hoy por hoy desde este Neoplasticismo geométrico, su expresión mas acabada y concreta, aunque otras veces incurra en la evocación orgánica y nos remita a otras estructuras no tan rigurosas, casi gestuales y de un tratamiento expresivo mas libre, tan depurado y de una síntesis expresiva como el anterior.
Regularidad en los trazos, acciones premeditadas, dominio de materiales y soportes, prácticamente nos determina las propiedades de las estructuras internas de cada imagen solo con verlas. Entrelazados, superposiciones, yuxtaposiciones, determinan una lógica inmanente liberada de cualquier connotación externa, elimina lo superficial para dar paso a las intimas conexiones estructurales comprendidas en las obras, su Esencialismo Abstracto alberga las formas exteriores pero formalmente repara en la sustancia interna de las cosas susceptibles de ser concebidas e imaginadas, no desde la apariencia que se revela sino, desde la estructura íntima que representa y da vida a la superficie final, a la traza exterior que contiene el efecto óptico que él artista desea y trasunta una percepción detrás que se manifiesta permeable en su síntesis.
Tensión en la acumulación de zonas focales, dan cuenta de la apropiación del conjunto, conglomerado que se observa en repetición en todo el corpus de obras. Elementos con los que determina la búsqueda lejos de lo objetivable y pretende autorreferenciarse en su propia naturaleza, con raíz en lo profundo de la existencia de un orden pleno e integral con leyes de representación propias, podemos acceder sin rodeos a sus imágenes, podemos percibir también la traza gestual, la huella que emana sin agotarse en la plena simplicidad.
Aún en la inmensa mesura que propone, se desdobla en la manifiesta raíz del fenómeno estético y aparece la instancia esencial.
Lic. Stella Arber
Directora MAC UNL