Comedia UNL 2017
Najla Raydan: “Con el personaje digo muchas cosas que quiero decir”
Martes 8 de mayo de 2018 / Actualizado el martes 8 de mayo de 2018
La actriz es parte de "La jauría de las damas", la obra de Adrián Airala que se consagró en 2017 como la Comedia UNL. Este sábado 12 se presentará a las 21 en el Foro Cultural Universitario en el marco de la nueva temporada. Entradas generales $100
Este sábado 12 a las 21 continuará la temporada de la Comedia UNL producción 2017, “La Jauría de las damas”, de Adrián Airala, en la Sala Maggi del Foro Cultural Universitario, 9 de julio 2150. La obra se podrá disfrutar también durante todos los sábados de mayo y junio. La propuesta fue seleccionada durante la última convocatoria “Espacio de Representación” organizada por la Secretaría de Cultura de la UNL en el marco de Trayectoría. Las entradas costarán $100 generales.
Persona - personaje
Najla Raydan nació en Isla Margarita, Venezuela, y hace diez años que se dedica a la actuación. Sus experiencias le dieron la oportunidad de vivir en diferentes países como Colombia o Cuba hasta llegar a Argentina y finalmente a la ciudad de Santa Fe en donde actualmente forma parte de tres obras de teatro.
Durante la convocatoria 2017 de “Espacio de Representación” fue contactada por Adrián Airala para interpretar una de las cuatro gárgolas de “La jauría de las damas” junto a Marisa Ramírez, Adriana Rodríguez y Susana Formichelli. Al respecto, habla sobre su personaje, la experiencia en la obra y sus particularidades.
- ¿Cómo se caracteriza Diestra?
- Es un personaje que da para jugar mucho con el cuerpo y que cambió durante los ensayos. Su texto era mucho más extenso pero con el tiempo fuimos modificándolo ya que tiene cierta personalidad que devino en un personaje más “bufonesco” y “clownesco”. Siempre está atenta a lo que dicen los demás personajes porque tiene mucho de chusma y alcahuete. Junto a Siniestra, otro de los personajes, tienen una relación muy simbiótica.
-¿Qué tiene de particular?
-En un momento clave de la obra Diestra irrumpe con todo lo que se genera adentro y habla a través de un discurso feminista que particularmente me encanta porque siento que estoy diciendo muchas cosas que quiero decir. El personaje tiene mucho de mí como persona y me agrada encarnar a una de estas gárgolas que ovulan y que son la metáfora de los males de la humanidad.
- ¿Qué te resulta atractivo de ella?
-La parte del discurso feminista me identifica mucho, pero todo va canalizado a través del personaje, que es una gárgola. Además, creo que hay componentes históricos que me parecen muy interesantes. En un momento de la obra hablamos de política latinoamericana y, como venezolana, entiendo a la política en relación a toda la situación de mi país y me agrada mucho que se mencione. Con humor. Pero al menos se tiene presente.
- ¿De qué manera pudiste llegar al texto?
-La primera lectura que tuve de la obra fue interesante porque usaban un lenguaje complicado pero muy atractivo. Luego empezamos a hablar un poco más sobre el personaje y ahí se fue formando más el proyecto. Cuando lo pusimos a prueba fue muy pesado, pero pudimos ponerle el humor a través de un proceso muy complejo.
- ¿Cómo pudo evolucionar la obra?
-En principio tenía miedo porque los cuatro personajes son muy difíciles y están en escena casi todo el tiempo. Los ensayos fueron muy agotadores. Siguen siéndolo, pero desde otro lugar. Creo que las tutorías que formaron parte del espacio gestó la obra nos dieron una visión externa que levantaron mucho el material. Temía a la estructuración, los tiempos y plazos. Sin embargo, el proceso evolutivo tuvo mucho que ver con los cuatro tutores que nos acompañaron y que nos dieron pautas y habilitaron una instancia de mucho aprendizaje. La obra agarra ritmo todo el tiempo. Las actrices somos de hacer y cambiar cosas incluso en el camarín. Si funciona, queda. Sino, se va.
- ¿Qué reacción tuvo el espectador?
-Tenemos un público encantado con la obra lo cual nos satisface mucho. Es una obra que puedes amar u odiar, pero no sé si hay muchos intermedios. En el escenario se ponen en evidencia muchas temáticas sociales, políticas e históricas con las que puedes empatizar o no pero que de alguna manera te afecta.
- ¿Cómo afrontás desde lo individual y lo colectivo esta temporada?
-No siempre tuve temporadas tan largas. Personalmente es un reto maravilloso porque hay que estar todos los sábados en los que no puedo hacer muchos otros planes. Cuando salgo a cada función voy con una energía muy arriba y suelo terminar agotada. Con el resto del grupo ha sido maravilloso porque nunca habíamos trabajado juntos. Juntos logramos hallar roles con nuestros espacios y cábalas. Es un gran equipo.