Seminario de Diana Maffia

Una crítica visión sobre la sexualidad y el género

Sábado 14 de marzo de 2009

“Hay intolerancia con los cuerpos que no se ajustan a la dicotomía macho/hembra”. Lo expresó la reconocida filósofa durante el seminario que brindó en la FCJS. También se refirió a la violencia que ejerce el lenguaje.

Con la presencia de la vicegobernadora de la provincia, Griselda Tessio, el Ministro de Desarrollo Social provincial, Pablo Farías y la concejala y docente Adriana Molina, se llevó a cabo el seminario “Género, identidades narrativas y políticas del lenguaje”, a cargo de Diana Maffía. El encuentro se desarrolló el 13 y 14 de marzo en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales (FCJS) de la UNL, en el marco del Programa de Género de la casa de altos estudios.
Doctora en Filosofía, profesora universitaria, investigadora y una de las más importantes referentes académicas e intelectuales en el abordaje de la temática de género y la defensa de los derechos de la mujer, Maffía cautivó a su audiencia con la profundidad de sus reflexiones.

Sexo vs. género
El primer eje del seminario apuntó a discutir la “presunta prioridad de lo natural sobre lo cultural”. “Es habitual pensar la diferencia sexual como natural, biológica. El sexo es pensado de manera dicotómica, que es un criterio de clasificación que se caracteriza por ser exhaustivo y excluyente. Es decir, hombre y mujer, o macho y hembra, abarcan a todos los individuos de la especie humana y, a su vez, si se es hombre, no se puede ser mujer, y viceversa”, señaló la filósofa.
A continuación se refirió a los distintos “procesos de normalización cruentos, invasivos y mutilantes que lleva a cabo la medicina sobre los cuerpos ambiguos, que molestan” y la “intolerancia que existe ante estos cuerpos”. “Frente a un bebé que nace con genitales de los dos sexos, es decir un bebé intersexual, se realizan correcciones funcionales, pero también de orden estético según los parámetros de lo aceptable. La pregunta fundamental que debemos hacer es: aceptable, ¿para quién?”. En este sentido Maffía planteó la necesidad de pensar al género como una cuestión compleja que debe exceder la dicotomía.
Además, compartió con la audiencia distintos casos en los que intervino como Defensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires y, a modo de ejemplo, comentó que cuando inició su gestión, en 1998, existía el colectivo de “gays y lesbianas”. Cinco años más tarde, ese mismo grupo se autodenominaba como de “gays, lesbianas, travestis, transexuales, bisexuales, intersexuales y transgénicos”. De esta manera, Diana invitó a pensar que “no se han agotado las categorías y que es necesario pensar que pueden existir muchas más”.

El poder del lenguaje
El seminario también abordó cuestiones relacionadas con el lenguaje, sobre las cuales aseguró que “la Real Academia Española es un factor de poder, es como el tribunal de la Inquisición; hay gendarmes del lenguaje, que indican la ortodoxia y penalizan a los que se apartan del buen uso” y resaltó que “el uso del discurso es un modo de violencia: simbólica y verbal”.
Por último, en la jornada del sábado trató cuestiones referidas a la construcción de la identidad a través de procesos narrativos y remarcó la “importancia política de hablar en primera persona y no de que sea otro el que determine lo que uno es”.

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