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En octubre, el estudiante de Ciencias Políticas de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la UNL Nahuel Nicolás Ávalos Theules, partió hacia Ecuador para recorrer durante 45 días las Rutas de la Libertad, luego de ganar un concurso organizado por la Comisión del Bicentenario ecuatoriana y difundido por la Secretaría de Cultura de la Nación. Entre más de 70 postulaciones, también obtuvo el premio la jujeña Yésica Gisella Betsabé Malus que, sin embargo, no pudo viajar por razones personales.
A través del comentario de un profesor de la Facultad de Humanidades y Ciencias (FHUC), Nahuel se enteró de la convocatoria y envió un ensayo que resultó ganador del concurso. “Se trataba de mandar un aporte escrito desde la perspectiva de las ciencias humanas sobre cómo se podían ver los procesos históricos por medio del reconocimiento de cada una de las ciudades que participó de la Independencia. Mandé mi ensayo de 300 palabras contando por qué debería estar en esos lugares y cómo desde las Ciencias Políticas se pueden analizar los hechos para reconocer el presente. Tres días antes del viaje me enteré de que había ganado”, indicó el estudiante que regresó a nuestro país en diciembre.
Ábalos viajó junto a una veintena de jóvenes estudiantes universitarios de Cátedras Bicentenario o relacionadas (Ciencias Humanas, Historia, Sociología) provenientes de México, Colombia, Venezuela, Bolivia, Chile, Paraguay, Perú, Brasil, España y Ecuador; con disponibilidad y predisposición de viajar 45 días dentro del Ecuador y a las ciudades de Manaos y Paita, en Brasil y Perú.

El itinerario de las Rutas de la Libertad
El Gobierno ecuatoriano recibió a los jóvenes en Quito y luego fueron trasladados a Sangolquí, localidad cercana a esa capital donde se planificó, en 1809, la rebeldía hacia la corona española que decantó en la Independencia de Ecuador. Luego recorrieron Esmeraldas (una provincia del norte, sobre el Océano Pacífico) y varias ciudades costeras. Después fueron a la zona sur hasta llegar a Guayaquil, la segunda ciudad más grande del país. Desde allí se dirigieron hacia Galápagos, que fue el momento más esperado por los jóvenes, según relató Ábalos.
“En ese lugar nos enteramos de que se grababa un programa sobre la Independencia. Tuvimos que trabajar con un grupo de 35 personas grabando durante el recorrido. En Galápagos hablamos sobre la regionalización y cada uno desde su país  pudo comentar su realidad”, añadió.
Los jóvenes partieron luego rumbo a Piura y a Paita, en Perú, donde pudieron visitar la residencia donde pasó sus últimos días Manuela Sáenz, la amante de Simón Bolívar: “Los peruanos, Colombia, Venezuela y Ecuador la conocen como la Libertadora del Libertador, porque fue una mujer que cargó armas para luchar y que acompañó a Bolívar. Paita es el sitio donde ella murió de peste, luego de más de 20 años de exilio. Fuimos a ese lugar debido al rol que cumple la mujer, en este caso Manuela Sáenz, en la Independencia de Ecuador”, sostuvo Nahuel.
El itinerario prosiguió con un viaje a los Andes ecuatorianos, donde visitaron Cuenca, Ambato y Riobamba, ciudad ésta donde se produjo la batalla en la que participó José de San Martín. Luego, se dirigieron a la región de Oriente, a Coca, zona de selva donde recorrieron la denominada Ruta de Orellana, un tour que consiste en navegar sobre el río Napo y visitar comunidades indígenas con las que los estudiantes pudieron interactuar. “Fue una experiencia muy interesante, porque la última noche estuvimos con un chamán y participamos de un rito de purificación. Incluso tomamos bebidas típicas como la chicha”, destacó el joven.
“Una semana más tarde volvimos a Quito para salir a recorrer otras ciudades y luego ir a Manaos, en Brasil, porque allí hay un eje de integración comercial llamado Manta-Manaos. Pudimos ver que más allá de la cuestión histórica hay una intención de integración de América Latina: la Gran Colombia de Bolívar a través de nosotros como jóvenes latinoamericanos, cada uno con su formación como profesionales y estudiantes, historiadores, comunicadores o sociólogos”, aseveró el santafesino.

Integración
Según Ábalos, el mayor desafío del viaje fue lograr una verdadera integración entre personas provenientes de países con realidades totalmente diferentes. “Muchos de los que convivimos esos 45 días apostamos a que volveríamos distintos, porque realmente nos vinculamos mucho. Académicamente también fue una buena experiencia, porque fue interesante ver la percepción que se tiene sobre el rol de un argentino como San Martín en la historia. En Guayaquil hay un monumento circular donde está él junto a Bolívar, mientras que en Riobamba existe una calle que se llama Argentinos, en honor a la valentía de los 300 soldados que lucharon en la batalla de esa ciudad. Desde lo histórico se puede ver el aporte que pudo hacer el libertador argentino, pero lamentablemente a veces desde las cátedras no estudiamos a nuestros próceres”, sostuvo.
Al mismo tiempo, destacó que en la visita pudieron apreciar profundamente cómo fueron los procesos independentistas, el rol de las elites políticas del momento y del pueblo, la construcción que hicieron el mismo Ecuador, pero también Argentina y los demás países liberados.
“No sé si hoy sería factible la Gran Colombia que Bolívar planteaba, porque es complicado, pero otro tipo de integración sí. En el viaje tuvimos miles de discusiones, pero todos nos respetamos a pesar de tener opiniones diferentes sobre la economía o la política. Todos teníamos un pensamiento muy marcado, pero el Bicentenario será una excusa para revisar lo que hemos hecho hacia adentro”, culminó Ávalos.