Internacionales
Parlasur: la otra elección de octubre
Martes 21 de julio de 2015 / Actualizado el miércoles 22 de julio de 2015
En coincidencia con las elecciones generales nacionales, los argentinos elegirán por primera vez de manera directa a los 43 representantes en el Parlamento del Mercosur.
En octubre los ciudadanos argentinos eligen por primera vez a sus representantes en el Parlamento del Mercosur (Parlasur), el organismo que funciona desde diciembre de 2006 con sede en Montevideo y está compuesto por los países miembros del bloque (Brasil, Argentina, Venezuela, Paraguay y Uruguay). Las boletas de la elección presidencial incluirán por lo tanto dos cuerpos más, además de los cargos que se renuevan este año a nivel nacional: una lista con 19 candidatos nacionales al Parlasur y otra por los postulantes de cada distrito, incluida la Ciudad de Buenos Aires; es decir, 24 candidatos más. De esta manera, surgirán los 43 parlamentarios, sin fueros de inmunidad de opinión e inmunidad de detención, ya que solo la Constitución Nacional puede otorgarlos.
Más que símbolos
Desde 2006, el Parlasur cumple una función consultiva y simbólica, en virtud de que sus diputados son elegidos por el parlamento de cada país, no por los ciudadanos. En este sentido, el paso que se dará en octubre en Argentina se ubica en la senda de un camino que inició Paraguay en 2013, cuando los ciudadanos de ese país eligieron sus representantes de manera directa; y que prometen continuar Brasil en las elecciones generales de 2018, y Uruguay en el 2019. Con este proceso en marcha restará que Venezuela haga lo propio para ajustarse a la norma del bloque regional.
En la entrevista con LT10, el abogado constitucionalista Domingo Rondina se refirió a esta elección que busca profundizar el accionar de Parlasur, ya que el mandato de sus integrantes tendrá su origen en la soberanía popular. Al respecto, precisó en primer lugar que “por el momento las decisiones del Parlasur son meramente declarativas, ya que no implican obligaciones para los gobiernos”. Y agregó que se podría avanzar en este sentido en la medida en que los estados miembro del Mercosur profundicen la integración “de manera que las decisiones de este parlamento tengan imperatividad en el territorio nacional”. En esa línea, recordó que “la Constitución Nacional, en su Artículo 75 inc. 24 le da jerarquía superior a las leyes, a los tratados de integración y a las normas surgidas de ellos, por lo que mediante un tratado podría establecerse que las normas surgidas del Parlasur sean imperativas para los argentinos”.
Evolución natural
Asimismo, tomando como referencia la experiencia europea, Rondina explicó que si se firmaran tratados que reconocieran esa imperatividad del Parlasur respecto de los países miembro, “se podría avanzar en proyectos como el de una moneda, una frontera o un documento únicos para los estados que integran el bloque, por ejemplo”.
Finalmente, consideró que “esta instancia legislativa es una evolución natural de los mecanismos de integración. En primer lugar se hacen acuerdos de tipo ejecutivo, en segundo lugar se evoluciona a cuestiones jurisdiccionales, judiciales –que en este momento no tiene el Mercosur– y el siguiente paso son las formas legislativas”. Aunque consideró que “todavía nos falta bastante para ese paso”.
Con seis miembros plenos –tras la reciente incorporación de Bolivia– el Mercosur abarca un territorio de casi 15 millones de km2 que contienen gran variedad de riquezas y recursos naturales, en los que habitan 295 millones de personas. Aunque esas potencialidades inconmensurables de la región necesitan concretarse todavía en acciones tendientes a una integración mayor, y ante todo, en un sentido de pertenencia a ese gran colectivo que busca trascender las fronteras de los países que conforman la quinta mayor economía del mundo: “el Mercosur se fue ampliando con las incorporaciones de Bolivia esta semana y antes de Venezuela. Es un mapa disperso el del bloque. A medida que se profundice el proceso y la gente de cada país se sienta parte de un colectivo multinacional, se irá dando una mayor obligatoriedad a las normas, porque eso tiene que ver con la convicción de la gente de respetar esas leyes que emanan de estos procesos”, concluyó Rondina.