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Dos estudiantes de quinto año y uno de sexto año de la Escuela Industrial Superior (EIS) anexa a la Facultad de Ingeniería Química (FIQ) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), obtuvieron medallas de oro y plata en la XXVIII Olimpíada Argentina de Física que se realizó en la provincia de Córdoba del 22 al 26 de octubre.

Se trata de Lucas Brugevin y Gastón François, quienes obtuvieron medalla de oro,  y de Francisco Agretti, quien logró una medalla de plata en la competencia. Los tres estudiantes de la Especialidad Mecánica-Eléctrica, habían superado con éxito las instancias previas a la nacional y viajaron con muchas expectativas y preparación. Desde el momento en el que clasifican hasta la instancia nacional pasa alrededor de un mes. “Durante ese tiempo, el entrenamiento es intensivo, con problemas complejos para resolver, no solo en la escuela, sino que trabajan mucho en la casa y hacen consultas a toda hora, todos los días, a través de correo o redes”, comentó Eduardo Castillo, docente de Física de la EIS.

“Sensaciones… fue una semana de mucha sensaciones encontradas. Era mi última olimpíada, sensación de tristeza por ser la última pero también muy feliz por haber vivido cada instancia representando a la escuela, obteniendo logros en lo personal con los que estoy muy conforme”, aseguró Lucas.

El momento de esperar los resultados siempre genera nervios. Francisco Agretti, participa por segunda vez OAF. El año pasado había clasificado para la Iberoamericana, pero por superposición de fechas, la Argentina no presentó equipo. “Este año re bien la escuela”, dijo orgulloso con su medalla de plata.

“El desempeño fue brillante. Ayuda mucho lo que aprenden en el ciclo superior, que es Física Aplicada. Muchas veces en las OAF se toman contenidos de termodinámica, mecánica de fluidos, hidrostática, entre otros. Uno de los problemas era de astronomía, sobre agujeros negros, y pudieron abordarlo sin mayor dificultad” agregó Castillo.

La OAF está organizada por la Facultad de Matemática, Astronomía y Física (FAMAF) de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). La EIS participa hace 13 años ininterrumpidamente. Desde hace unos años el trabajo se enmarca en una materia optativa. A principio de año, se anotaron 90 estudiantes. “A raíz de la alta convocatoria, tuvimos que tomar una evaluación de selección, debido a que el cupo máximo al que podíamos atender desde el departamento de Física era de 30 estudiantes” explicó Castillo. De la última prueba local (teórico-experimental), clasificaron 10 y la organización invitó a 3 participantes.

Además de la competencia que contempla una prueba experimental y una teórica, los 100 participantes de todo el país comparten charlas sobre astronomía, en el ámbito de la ciencia. Como novedad, este año se desarrollaron dos talleres, uno de química y de hologramas.

“La Física que damos en la escuela es parecida a la de la competencia, es una buena introducción. Sobre todo la forma en la que trabajamos en la realización de los prácticos, ayuda un montón a realizar las experiencias en OAF. Lo que mayor validez tiene es procedimiento de obtener los resultados, poder representarlos en gráficas y calcular el error” agregó Francisco.

Última participación

Lucas, está en sexto año y participó por última vez en las OAF. Muchos le preguntan qué gana por participar. Su motivación no pasa por un premio económico que no existe, y más allá de la medalla o el diploma, es el conocer gente, el orgullo propio de auto superación, el cumplir objetivos propuestos. Además, espera que el gran desempeño académico, acompañado de muy buenos resultados en estas competencias, le ayuden a lograr obtener una beca para estudiar en algún Instituto prestigioso de nuestro país.

“Un período un poco caótico fue”, aseguró Brugevin entre risas sobre estos últimos meses. “Cuando no estaba en la escuela, estaba en Toyota y viceversa. Tuve que recuperar algunas clases fuera de horario, entonces tuve que resignar algunas cosas. Entrenaba remo bastante seguido, y eso se vio afectado”, agregó. Este año, participó del programa de “Prácticas Profesionalizantes” que lleva adelante la EIS, donde los estudiantes tienen una primera experiencia laboral en empresas e instituciones públicas de nuestra ciudad y alrededores. Su balance muy positivo, el poder conocer el ambiente de trabajo. Llevar a la práctica lo que se ve en las aulas y talleres y aprender cosas nuevas como la responsabilidad ante la empresa en su caso, el cumplir horarios, y pensar en un cliente. “Estuvo muy bueno vivirlo dentro de la escuela”, aseguró.

La clave del éxito, es el intensivo entrenamiento previo, y la no exigencia o presión por parte de los docentes en que obtengan premios. Previo a las pruebas, solo repasan o se sacan dudas puntuales. Lo importante es que estén tranquilos y descansados para los exámenes. Gracias a los resultados de los tres estudiantes, la escuela quedó dentro de los primeros 10 lugares, donde la mayoría son instituciones preuniversitarias públicas. “Estamos muy bien posicionados a nivel de enseñanza, no solo en Física”, finalizó Castillo.