Extensión
Los jóvenes hicieron escuchar su voz en el Foro
Miércoles 27 de agosto de 2014 / Actualizado el jueves 28 de agosto de 2014
Desde barrio Mayoraz, Santa Rosa de Lima y Alto Verde llegaron para integrar las experiencias que desarrollan en espacios lúdicos, creativos y expresivos. En el cierre, Daniel Arroyo realizó un diagnóstico de la situación social.
“Los jóvenes dan que hablar. Enfoques, problemáticas y desafíos” fue el nombre de la jornada que se desarrolló este martes en el Foro Cultural Universitario. Hasta ese espacio cultural de la UNL llegaron cientos de chicos de los barrios Mayoraz, Santa Rosa de Lima y Alto Verde, para compartir las experiencias que realizan en proyectos de extensión como Proyecto PEIS UNL – Escuela Rupp (Barrio Alto Verde); Proyecto “Pescando lectores” (Barrio Alto Verde); Proyecto PEIS UNL – Guardianes del Río (Barrio Alto verde); y el proyecto PEIS UNL – “Los jóvenes como sujetos plenos de derechos y actores estratégicos en una sociedad de iguales”, que tienen lugar en barrio Mayoraz y en barrio Santa Rosa de Lima. Asimismo, se integraron los trabajos realizados en diferentes proyectos proyectos de la Federación Universitaria del Litoral (FUL) y de la Municipalidad de Santa Fe como el taller de costura, en el que además de aprender un oficio, confeccionan prendas que luego son donadas.
Balance positivo
Durante el encuentro, a través de una muestra de los trabajos realizados y del intercambio los participantes compartieron sus preocupaciones, temores y expectativas. “Cuando los jóvenes construyen estos espacios de expresión es muy interesante todo lo que son capaces de generar, como ocurrió a través de la realización de murales que son respetados por los demás vecinos”, expresó María Elena Kessler, encargada de la Dirección de Integración, Extensión, Investigación y Políticas Públicas de la Secretaría de Extensión. “Lo que da sentido a todo esto es recuperar los lazos sociales. Hoy los territorios están atravesados por violencia, competencias, disputas y una segregación espacial preocupante, parte de lo que vive la sociedad en su conjunto. Aunque con este proyecto no pretendemos resolver esta problemática tan preocupante y profunda, creemos que hacemos un aporte a construir ámbitos más amigables donde la cooperación y la solidaridad sean posibles”, agregó.
A modo de balance, señaló que “la convocatoria superó lo que pensábamos y el taller que se realizó para intercambiar experiencias fue muy interesante por todo lo que produjeron y lo que se generó entre ellos”, a la vez que destacó el apoyo de las instituciones con las que se trabaja en cada barrio y el compromiso con la tarea de extensión.
La actividad fue organizada por la Secretaría de Extensión UNL, y convocaron a la misma el Gobierno de la ciudad de Santa Fe y la Federación Universitaria del Litoral (FUL).
Diagnóstico social
En el cierre de la jornada, Daniel Arroyo brindó la conferencia “Diagnóstico de la situación social argentina. Perspectivas y desafíos para los próximos años”. Este especialista, que fuera viceministro de Desarrollo Social de la Nación, describió con preocupación la situación social de la Argentina de los últimos cuatro años, que si bien consideró “mejor que en 2001 y 2003”, se caracteriza por tres “realidades complicadas”: “27 por ciento de pobreza, es decir que el 27 por ciento de la población no tiene piso de material, ni servicios básicos o lo mínimo para vivir; en segundo lugar, 34 por ciento de la población con trabajo informal, por lo que no tienen obra social, jubilación ni vacaciones pagas que los sitúan en una situación de precariedad; y en tercer lugar, 1.500.000 de jóvenes que no estudian ni trabajan”.
En esa línea afirmó que “en este escenario los que están más complicados en Argentina son los niños y jóvenes”, y consideró como particularmente preocupante “el avance de la venta de droga, que no es solo un problema de salud sino también de unidad económica porque el que vende droga gana más que el resto y eso altera el esquema por lo que vemos un nuevo actor social en la Argentina que es el que vende droga”.
Políticas de “segunda generación”
A la hora de plantear acciones concretas que podrían comenzar a modificar este escenario de precariedad y vulnerabilidad para amplios sectores sociales, Arroyo detalló algunas de las políticas que denominó “de segunda generación”; tales como el “derecho al primer empleo”, para que una empresa que contrate a un joven tenga una deducción impositiva por dos años; “ir hacia un sistema dual en el nivel secundario para que en los dos últimos años, los jóvenes puedan hacer una pasantía”; crear una red de “20 mil tutores, que pueden ser desde un cura, un pastor, un técnico de club, un profesor de educación física, que pueda estar atento a ese chico y motivarlo para que no deje la escuela”; y por último masificar el crédito para máquinas herramientas, para que los pequeños emprendimientos no se vean limitados por la falta de recursos y la usura.
Un saber para la transformación
Entre sus valoraciones, Daniel Arroyo también se refirió al rol que cumplirá el saber, y en particular la Universidad, en la recuperación de los lazos sociales y la generación de un escenario propicio para el desarrollo de la economía: “la tarea de Extensión que está haciendo la Universidad Nacional del Litoral es muy significativa, no sólo por salir a los barrios sino porque trabaja a partir de los saberes, creencias y valores previos. Las experiencias que vimos esta tarde en los barrios, acompañando en algunos casos emprendimientos productivos, en otros con el tema ambiental o de capacitación laboral, es significativa”.
“En los próximos años las universidades tienen un rol importante de crear y construir ideas nuevas frente a los desafíos. Argentina, aún con dificultades va a seguir creciendo, porque el contexto económico es favorable y eso nos da una oportunidad. Lo que hagamos en los próximos cinco años va a marcar los 20 siguientes, y la gran chance que tenemos todos es acelerar y generar cambios que nos potencien. Soy muy optimista sobre la realidad social Argentina, más allá de las dificultades sociales que tenemos y de verdad la Universidad está haciendo una contribución significativa. Quien va a marcar paradigmas, ideas, líneas y orientaciones en los próximos años es el mundo académico y lo que están haciendo aquí me parece que va en la dirección correcta”, finalizó.