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Asimismo, esta iniciativa fue uno de los proyectos ganadores del Presupuesto Participativo y se financia con esos fondos.

En el primer piso de la FCE comenzó la incorporación de tecnología y dispositivos, para tener un consumo eficiente de la energía y generar ahorro en ese gasto que representa el 60% de los recursos que recibe la Facultad de presupuesto nacional. Estas acciones se llevan adelante de manera conjunta con la Unidad de Estudios y Proyectos Especiales de la UNL y se enmarca en el subprograma de Gobernanza Ambiental del Plan Institucional Estratégico 100+10. 

Cabe destacar que esta iniciativa, además, fue uno de los proyectos ganadores de bajo impacto del Presupuesto Participativo de la UNL. El objetivo de la propuesta denominada “Hacia una Facultad sustentable: domótica y eficiencia energética en la FCE”, es llevar a cabo una prueba piloto para evaluar la efectividad de las estrategias de automatización de artefactos eléctricos en el primer piso de la Facultad.

En este sentido, se realizó la instalación de equipamiento para automatizar el uso de luces en los baños, para el encendido y apagado de las mismas ante la presencia de personas. También se incorporó el uso de una app para prender y apagar a distancia la energía  y programar husos horarios en determinados sectores, como así también la instalación de sensores en las puertas de las Aulas 11, 13 y el Área de Negocios y Economía de Posgrado para detectar las puertas abiertas y apagar automáticamente el aire acondicionado luego de un tiempo establecido. 

“El ahorro energético que vamos a lograr va a tener un gran impacto ambiental, pero también económico y esto último nos va a permitir ir generando recursos para replicar esta prueba piloto en el resto de la FCE”, afirmó la decana Liliana Dillon. En este sentido, agregó que “con estas acciones nuestra Facultad es pionera en la UNL en el uso eficiente de la energía”.

Por su parte, la directora de la Unidad de Estudios y Proyectos Especiales de la UNL, Andrea Valsagna indicó: “Poner el ojo en el consumo energético implica reducir los gastos de funcionamiento de la Facultad, mejorar y  aprender a realizar un consumo responsable y realizar un aporte en la reducción de huella de carbono, porque la energía es la que más impacto genera en la emisión de gases de efecto invernadero”. En tanto Carolina Sanchis, directora del Programa Propuesto Participado dijo: “Es una iniciativa muy interesante porque implica una inversión muy baja en relación a los altos beneficios que aporta para la administración de la Universidad y el cuidado del ambiente”.