Extensión
La conducta y la educación emocional como prevención del hostigamiento
Martes 2 de junio de 2015 / Actualizado el miércoles 3 de junio de 2015
Es uno de los puntos principales de la conferencia brindada por el equipo de Bullying Cero, en el marco de la campaña ¿Y si nos tratamos bien? en ATE Casa España.
En el marco de las actividades por la campaña ¿Y si nos tratamos bien?, tuvo lugar la conferencia "El Hostigamiento en la infancia, ¿Qué es y cómo prevenirlo?", a cargo de Flavia Sinigagliesi y Gabriela Mures, Integrantes del Equipo Bullying Cero Argentina.
La actividad, dirigida a docentes, padres y público en general, contó con la adhesión de la Asociación de Trabajadores del Estado y el Gobierno de la ciudad de Santa Fe. La coordinación estuvo a cargo de Lariza Carrera Decana de la Facultad de Ciencias Médicas y Francisco Astorino, Docente y director del Proyecto de Extensión "Bullying, prevenir es lo mejor".
En el panel de inauguración las autoridades expresaron las preocupaciones y los desafíos que presenta el hostigamiento en la infancia. El rector de la UNL, Albor Cantard, sostuvo que este tema “nos advierte en la necesidad de “recoger el guante” y hacernos cargo, cada uno desde la posición en la que le toque estar, para ocuparnos de este flagelo como es la violencia y el maltrato en general y la aberración que supone el maltrato de nuestros niños y niñas en especial”.
Por su parte, el Secretario Gral. de ATE,Jorge Hoffman, felicitó a los responsables por la iniciativa de llevar a cabo esta campaña, y en adhesión expresó la necesidad de que el tema “forme parte de la agenda, de la curricula de las escuelas, de las políticas públicas, porque yo creo que la razón de la política es procurar la felicidad de la gente”.
Por su parte, el intendente Corral planteó que abordar esta problemática “tiene que ver con la convivencia, y son los temas más importantes. Nos preocupa mucho la educación de los ciudadanos para que puedan mejorar como personas”.
Prevención y educación
Las disertantes e integrantes de Bullying Cero destacaron la necesidad de trabajar en la prevención del hostigamiento a través de la educación y de forma transversal a todos los niveles del sistema escolar. Sin embargo, no sólo la institución escolar es la responsable de este trabajo, sino que además debe ser acompañada de otros actores sociales como los padres, madres, familiares y el propio Estado. “La institución tiene que trabajar en la prevención, a través de los valores, pero también el Estado debe tener una ley para amparar esto”, apuntó Sinigagliesi.
Respecto a la edad en que comienza a manifestarse el hostigamiento entre pares Sinigaliesi sostuvo que “el bullying está en todas partes y lo que antes se veía en edades adolescentes, hoy lo encontramos en la primaria. Por ello podemos trabajar la prevención desde temprano”.
Si bien las estadísticas indican que la edad más frecuente de que aparezca bullying es entre los 7 y 14 años hay conductas que aparecen en niños más pequeños.
Esta edad temprana abarca a niños y niñas de entre 3 y 5 años, y en estos casos, cuando existe el hostigamiento, la forma más frecuente es el físico directo (pegar, empujar) y el social directo (no dejarlo jugar).
Las formas indirectas (hacer que los demás no jueguen con él) necesitan mas planeamiento y ya empiezan a observarse en el preescolar.
En cuanto al rol de la escuela, Mures afirmó que “en casos de hostigamiento, cuando el nene se acerca a la mamá o el papá y le cuenta lo que le sucede, es muy difícil que esté mintiendo. Por lo tanto la institución escolar nunca debe minimizar el planteo de los padres. La postura de los docentes y los directivos debe ser de contención y mostrar interés por el seguimiento del tema”.
También aclaró que “Hay que tener en cuenta que muchas de estas situaciones de hostigamiento pasan durante el juego, entonces los maestros deben estar atentos también en el momento del recreo.”
Para finalizar las disertantes señalaron la necesidad de abordar un programa de educación emocional y de no violencia en forma transversal y en todos los niveles. El mismo debería incluir el conocimiento personal, la identificación y el control de las emociones, la tolerancia, la diversidad, la inclusión, la resolución pacífica de los conflictos, “esto que parece muy sencillo pero no lo es”, afirma Mures.