UNL-CONICET
Investigadores desarrollan una vacuna contra el cáncer de mama
Jueves 20 de noviembre de 2008
El estudio tiene el doble objetivo de tratar y de prevenir los tumores por medio de una combinación de proteínas. Se trata de una terapia que ayuda al sistema inmune a reconocer y atacar a las células tumorales. Las primeras pruebas en animales de laboratorio
El cáncer de mama es una enfermedad muy frecuente en los países occidentales: una de cada ocho mujeres es afectada a lo largo de su vida. Un 30 por ciento de esos tumores se caracteriza por poseer un tipo de proteína particular, llamada HER-2, que interviene en su crecimiento. A contrarrestar esa clase de cáncer está destinada una vacuna que investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y el CONICET desarrollaron y experimentan en Santa Fe.
“La idea del proyecto es realizar una vacuna de tal manera que el sistema inmune del paciente reconozca esa proteína y reaccione contra las células tumorales que la expresan, disminuyendo así el crecimiento del tumor”, explicó el doctor Guillermo Ramos, que trabaja en el desarrollo del tratamiento junto a los doctores Enrique Luque, Laura Kass y Jorgelina Varayoud, en el laboratorio de Endocrinología y Tumores Hormonodependientes de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB).
La idea es “despertar” al sistema inmunológico por medio de una vacuna para que reconozca la proteína HER-2 de las células tumorales. La vacuna posee algunas características específicas que le permiten “enseñar” al sistema inmune a reconocer esa proteína como algo ajeno.
“Hasta ahora los resultados son satisfactorios, porque lo primero que debíamos hacer era ver si podíamos producir la proteína, analizar si era soluble para poder manejarla y disolverla en un medio acuoso. Luego, pudimos demostrar que la vacuna despertaba el sistema inmune de ratones que fueron inyectados con esta proteína HER-2. Ahora estamos evaluando si esa actividad inmune efectivamente es antitumoral y en qué medida lo es”, sintetizó Ramos.
Tratamiento activo
En el mercado farmacéutico existen terapias pasivas aprobadas que consisten en inyectar anticuerpos a los pacientes, pero que no le solicitan al sistema inmune que reaccione. Sin embargo, el problema de estos tratamientos es que luego de un tiempo los enfermos comienzan a desarrollar tolerancia: “Hay una respuesta positiva inicial, pero por causas que se desconocen los resultados a largo plazo no son tan buenos. Es por eso que se buscan alternativas y una es la vacunación activa”, consideró Ramos.
En este sentido, indicó que el objetivo del equipo es concretar este último tipo de terapia, la que le enseña al cuerpo a defenderse, a generar sus propias reacciones ante el tumor.
Además, otra de las desventajas del tratamiento pasivo es su extremado costo, tanto para el público como para las obras sociales. Por eso una terapia activa se plantea como una solución más económica, debido a que la producción es más simple, a diferencia de una vacuna pasiva que implica un gran desarrollo tecnológico y un enorme costo de producción.
Vacuna peptídica
La vacuna que está desarrollando el grupo de la UNL es de tipo peptídico, denominada así por ser proteica, ya que se utiliza una porción de la misma proteína que expresan las células tumorales y que éstas usan para crecer.
“Hemos finalizado la etapa de diseño de la vacuna, sabemos cómo hacerla. Consiste básicamente en una proteína recombinante, que es una porción de la proteína HER-2 que nos interesa atacar, combinada con una porción de otra proteína totalmente diferente que despierta al sistema inmune. Si inyectáramos la misma proteína que tiene el tumor no lograríamos despertar al sistema inmune, es por ello que lo que estamos haciendo es fusionarla con otra que hace que el organismo la considere extraña y desencadene la respuesta inmune”, relató.
Asimismo, agregó que los experimentos son llevados a cabo de dos maneras. En una primera etapa, se aplican las vacunas a ratones a los que previamente se les generaron tumores de mama experimentales para observar cómo reaccionan a la vacuna. En una segunda fase, se aplica la vacuna preventivamente en animales sanos y luego se inducen los tumores de mama para analizar si logran desarrollar inmunidad contra las células tumorales. Por lo tanto se trata de una vacuna para tratamiento y prevención.
“En este momento estamos en la etapa de tratamiento, porque nos interesa mucho conocer si en los animales esta vacuna tiene un efecto citotóxico, si el tratamiento es tóxico para las células tumorales, y ver si logramos reducir el crecimiento tumoral. Los resultados que tuvimos son alentadores, hemos logrado generar una respuesta inmune contra la proteína y ahora estamos evaluando la capacidad de los animales de reducir los tumores”, comentó Ramos.
Los resultados de esta primera etapa estarán listos a fines del próximo año. Hasta el momento los investigadores lograron una respuesta contra el tumor, pero resta saber cuán efectiva es esa reacción antitumoral. “Tenemos que finalizar los experimentos para determinar si el sistema inmune atacó el tumor y lo redujo, lo eliminó o si simplemente hubo una respuesta insuficiente como para detener el crecimiento tumoral”, añadió.
En un período de tres a cinco años el equipo comenzaría a experimentar con células humanas, porque los procesos de investigación son lentos y es preciso cumplir cada paso rigurosamente. Además, cada una de las pruebas debe repetirse, incluso con distintas especies de animales, ya que es posible que no se obtengan los mismos resultados que en ratones. Mientras se terminan de dar los pasos de la investigación, la UNL realiza esfuerzos para concretar el proceso de patentamiento de la vacuna, independientemente de los futuros resultados.