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Un equipo de investigadores de la UNL y de la empresa Aceite Especiales Santa Fe (ACESFE) desarrollan un fluido dioeléctrico para transformadores de energía de alta tensión en base a aceites vegetales, lo que lo convierte en un innovador producto atóxico y biodegradable que podrá reemplazar a los derivados del petróleo, que se emplean actualmente, no son biodegradables y entrañan peligros de seguridad y contaminación.
Se trata de la primera experiencia de este tipo desarrollada en la provincia, y la llevan adelante investigadores del Instituto de Investigación en Catálisis y Petroquímica (INCAPE), de la FIQ-UNL-CONICET y de la empresa ACESFE, quienes presentaron la experiencia al gobernador de la provincia, Antonio Bonfatti, y parte de su gabinete, este martes 31 de julio en Casa de Gobierno.
En el encuentro estuvieron presentes investigadores y empresarios, el decano de la Facultad de Ingeniería Química, Enrique Mammarella; los secretarios de la UNL de Vinculación Tecnológica Eduardo Matozo y de Ciencia y Técnica Érica Hynes. Al dar cuenta del resultado de la reunión, Mammarella aseguró que “estamos presentando a las autoridades de la provincia un proyecto desarrollado con materia prima de la región, con trabajo de aquí y con grandes posibilidades de desarrollo en la región. Hemos obtenido una muy buena recepción, ya quedó establecida en agenda una nueva reunión con miembros de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) lo que es muy importante”.
Por su parte, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la provincia, David Asteggiano, aseguró que se recibió esta iniciativa “con una gran alegría porque aquí se puede ver, en forma muy simple, cómo el conocimiento que existe en Santa Fe y en este caso particular en la UNL y el INCAPE e ingenieros y emprendedores santafesinos, cuando trabajan en conjunto realmente producen desarrollos de alta importancia”. Y fue auspicioso al completar que “las expectativas son muy buenas para que puedan instalarse estos transformadores ecológicos a prueba en varios lugares de la provincia, para a partir de allí pensar en una Santa Fe que sea referencia en la materia a nivel nacional e internacional”.

La soja, materia prima
Este nuevo fluido dioeléctrico para transformadores de energía de alta tensión utiliza aceites vegetales como materia prima. “El proceso desarrollado se ajusta a cualquier tipo de aceite, pero particularmente por tratarse de una provincia sojera como Santa Fe, se comenzó a desarrollarlo en base a aceite de soja”, explicó Juan Carlos Yori, quien junto a Carlos Vera y Gerardo Torres forman el equipo del INCAPE abocado a esta tarea.
En la misma línea, Alejandro Pérez Bigot de ACESFE, indicó que “este es el primer transformador ecológico instalado en la provincia que ha sido desarrollado y construido en Santa Fe, en base a un producto vegetal elaborado con materia prima provincial, lo que significa que es totalmente renovable y además permitirá sustituir importaciones porque actualmente los fluidos eléctricos se importan”.
Actualmente, el equipo lleva adelante una prueba piloto con un prototipo de prueba de transformador ecológico que está instalado en la zona de Estación Matilde, monitoreado por equipos técnicos de la EPE.
El próximo paso de este proceso es el diseño de una planta piloto capaz de procesar aproximadamente 2 mil litros de aceite por día. Actualmente se gestiona que esta planta pueda instalarse en el Parque Tecnológico, para posteriormente comenzar a construirla y que inicie el proceso de producción.
El plan obtuvo financiamiento y apoyo a partir de un proyecto de Cambio de Escala, herramienta de vinculación de la UNL, y también recibió asesoramiento para elaborar el plan de negocios que está en marcha.

Más ventajas
El aceite, que ya cuenta con el trámite de patente de propiedad intelectual en marcha, podrá reemplazar a los fluidos derivados del petróleo que se utilizan hasta la actualidad, que contienen bifenilos policlorados (PCB) que entrañan peligros de seguridad, toxicidad y contaminación para la salud humana y el medio ambiente.
El nuevo producto es atóxico, biodegradable, renovable y el proceso permite añadir un importante valor agregado a la cadena de comercialización de la soja, una actividad preponderante en la provincia.
“Entre las muchas ventajas de este producto se puede mencionar también que es compatible con la mayoría de los elementos que son parte del transformador de energía, económicamente posee una leve ventaja, y la fundamental es la seguridad para con el medio ambiente”, manifiesta Luis Schujman, ingeniero de ACESFE, quien agrega que uno de los pasos siguientes es profundizar la relación con la EPE y otros empresas proveedoras de energía.
Además, del proceso de producción de este aceite se obtienen subproductos. Los residuos que surgen en determinadas etapas del proceso son base para el desarrollo de materias de gran valor comercial como lo son las grasas refinadas de uso alimenticio, que serán eje de una próxima etapa de trabajo de estos emprendedores.