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Los músicos de Infusión Kamachui planean subirse al escenario de la explanada del Rectorado con un nuevo trabajo discográfico bajo el brazo.  Este trabajo fue bautizado con el nombre “Espesura”  y reúne relatos sonoros de diversos tintes y deja al descubierto el especial cuidado que la banda tiene por la canción, entendiéndola como “objeto artístico-comunicativo”.

“Lo que estamos preparando para el show aniversario de la UNL tiene que ver con nuestro  disco nuevo”, adelanta Pablo Ferreira y agrega que va a hacer una especie de anticipo de lo que vienen preparando para la presentación oficial de su disco.

La agrupación planea un recital en donde, además se propone retomar las canciones viejas y darles un nuevo sentido. “Estamos preparando reversiones de temas viejos para ponerlos al tono del nuevo disco”, cuenta el músico y confiesa que le parece bastante intrigante pensar cómo saldrán y cómo van a ser recibidos en el marco de este festejo.

Tocar en la universidad

Esteban Lagger, en guitarra; Iván Wolkovicz, en bajo; Carlos Bechi, en guitarra; Pablo Ignacio Ferreira, en voz; y Luciano Dato, en batería:  todos ellos conforman Infusión Kamachui. Esta banda será,  junto a Lisandro Aristimuño, protagonista de un nuevo capítulo en la historia de la casa de altos estudios el próximo 6 de octubre.

Frente a este acontecimiento, Ferreira expresa: “Es como un doble juego, todos hicimos un pasaje por la UNL como estudiantes o como músicos.  Tanto el recital aniversario como la Bienal de Arte Joven son eventos en donde la universidad se abre a la ciudad.  Eso me parece  lo más interesante”.

El lado B de infusión

 “Cuencas”, el primer corte del disco, forma parte de un proyecto de financiamiento colectivo que fue apoyado ciento por ciento por el público. En relación con esta experiencia el cantante señala: “El resultado fue más fluido de lo que esperábamos. En Santa Fe no había antecedente de bandas que trabajen con financiamiento colectivo y la gente se prendió y dio una buena respuesta. Así se abre la posibilidad de pensar en armar otros proyectos más grandes de esta manera”.

Música Kamachui

La celebración de un nuevo aniversario de la universidad pone en primer plano a la música, y para Pablo significa un lugar de “plena libertad” en el que  puede expresarse sin ataduras para inventar nuevos lugares. “Uno puede encontrar un lugar para pensar, porque a través de la letra o a través de la melodía se puede traspasar lo que se siente y llegar a lugares nuevos”, explica.

“La música tiene esa fuerza de trabajar con una materia que no está consciente y plena, y  poner eso en juego, componer, compartirlo y que los otros te retribuyan de la misma manera es algo de otro plano. Yo no podría existir sin la comunión de estar viviendo de la música porque me parece que es como un código que se inventó a nivel humano”, concluye.