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En estos meses se viene realizando un seguimiento del proceso creativo de “La jauría de las damas”, la obra de Adrián Airala que se consagró ganadora en la última convocatoria Espacio de Representación impulsada por la Secretaría de Cultura de la UNL en el Marco de Trayectoría.

Desde el momento del anuncio del proyecto ganador se comenzaron con diferentes instancias y procesos que constituyen el objetivo principal de este espacio universitario que es el de brindar acompañamiento a quienes integran la obra por parte de profesionales que ofrecen sus perspectivas a través de la modalidad de tutorías. La obra se estrenará en noviembre próximo en el marco de la apertura de la edición 2017 del Argentino de Artes Escénicas.

Tras los pasos de la obra

Hasta el momento se han realizado dos encuentros. En la primera tutoría se realizó en el mes de julio y fue una presentación general del proyecto y se lograron avances en diferentes áreas del mismo. Por una parte, Paz Hernández Melville, encargada del entrenamiento corporal, realizó una presentación del trabajo con las actrices. Por otra, el director de la obra repasó el guión y procedió con la presentación de la dramaturgia completa y de la puesta corporal en referencia al texto de la obra. Por último, se mostraron los avances y planes de escenografía, vestuario y objetos. Este último aspecto consistió en un trabajo pensado en relación con el contenido y el concepto que atraviesa la nueva propuesta de la Comedia UNL.

La segunda jornada se realizó a principios de agosto y consistió en un trabajo de precalentamiento y respiración a cargo de la entrenadora corporal en conjunto con las cuatro actrices del proyecto: Susana Formichelli, Marisa Ramírez, Najla Raydan y Adriana Rodríguez. Luego, el director de la obra propuso una serie de ejercicios alternados de percusión, coreográficos que sirvieron de hilo conductor que permitió a las actrices introducirse en sus respectivos personajes.

Los encuentros contaron con la presencia de la Directora del Foro Cultural UNL, Marilyn García y la coordinadora en Gestión Cultural, Analía Batistela. Por su parte, los tutores del proyecto, Roberto Schneider, Jorge Ricci, Norma Cabrera y Luciano Delprato, fueron encargados de dar la devolución a las interpretaciones de las escenas que se desarrollaron por parte de las actrices a la par de las indicaciones de Airala.

La propuesta de los tutores apuntó a la modalidad de ensayo abierto con la concreción de cierta cantidad de escenas. En ese marco se realizaron devoluciones respecto a la escenografía, concreción de plazos, disposición de espacios, guión, estrategias de producción interna y coreografía, entre otros puntos.

Sobre la historia

La imagen del proyecto presenta cuatro siluetas de trama de hierro, en apariencia femeninas, tejiéndose entre sí mientras se mantienen erguidas sobre un cable suspendido en un cielo, o un vacío, de tempestad. Esa es la propuesta de Airala que desemboca en una puesta sonora de climas oscuros y tormentosos. “El texto de la obra es una metáfora que navega en aguas psicológicas y políticas”, explica el director. Al respecto, explica que el abordaje psicológico permite profundizar en la individualidad de los personajes que,  aun cuando dan señales claras de su no-humanidad sirven de vehículo para viajar en el territorio de los asuntos decididamente humanos. “Son los asuntos humanos que me interesan,  como padeceres, virtudes, culpas, amores, traiciones, estrategias, crímenes, melancolías y miedos, entre muchos, los que transfiero al discurso de la obra”, agrega.