Gira del Coro de la UNL III
Despedida del Noroeste a puro canto
Miércoles 15 de octubre de 2008
En la última parte de la Gira artística los coristas visitaron Jujuy y Santiago del Estero. Luego de 15 días de andar cantando llegaron a Santa Fe llenos de experiencias vividas y seguros de haber cumplido con su misión de llevar el canto coral a todos lados.
El último gran destino de la gira emprendida por el Coro de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) en el Noroeste Argentino, fue la provincia de Jujuy, tierra que regaló a cada paso la magia de sus paisajes singulares y la calidez de su gente que recibió orgullosa el canto del Litoral.
Las serranías de Zapla, una reserva ecológica, a 28 km. de San Salvador de Jujuy, fue el primer paraje que el grupo eligió para descansar y vocalizar hasta el próximo concierto. Para llegar tuvieron que transitar por la yunga jujeña, entre árboles de más de 60 metros de altura en medio de una esplendorosa variedad de flora y fauna selvática.
El primer espectáculo jujeño se realizó el 8 de octubre en el cine teatro de la ciudad de Palpalá junto a tres coros de la provincia: el coro “Polifónico de la Escuela Superior de Música”, “Preludio de la Sociedad Española” y “Kamay”, todos bajo la dirección de Isolda Sánchez de Bidondo. La función fue además una excusa para el reencuentro entre coros que se habían conocido un año antes en un encuentro coral y habían prometido volver a cantar juntos y compartir escenario.
“Tratamos de conjugar las actuaciones diarias con las bellezas de los paisajes del noroeste”, rescataba en cada actuación el director del coro Jorge Céspedes y por ello no pudieron dejar de pasar por la imponente Quebrada de Humahuaca, declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, por las tierras de Purmamarca, “Pueblo de Tierra Virgen” en lengua aimar, enclavada al pie del Cerro Siete Colores. Los paisajes fueron sin dudas un canto a la belleza arqueológica, que despertaron los sentidos de los coristas y los contactaron con las raíces prehispánicas de la América india.
Últimas actuaciones corales
Tilcara encierra una magia especial, considerada la capital arqueológica de Jujuy, sus calles empedradas y angostas reflejan un pasado cercano y se respira un aire a nostalgia en el lugar. Allí los espera el coro “Tilcara canta” un sencillo grupo de coristas que esperó humilde y agradecido la llegada de los visitantes santafesinos.
En la Iglesia principal del poblado, el coro anfitrión, dirigido por Hernán Gil, mostró tímido su repertorio y festejó sus dos años de vida cantando. “Tienen que sentirse orgullosos de este coro que llevan adelante con tanto sacrificio”, destacó Céspedes al hablar de “Tilcara Canta” y remarcó la importancia de darle valor a la cultura hasta en los lugares más pequeños: “Argentina se mantuvo firme en sus peores momentos de crisis gracias a su cultura, debemos agradecer el apoyo a las expresiones artísticas que nos mantienen vivos”.
El 10 de octubre la actuación fue en San Salvador de Jujuy en la Iglesia Catedral situada en el centro de la ciudad. En esta oportunidad el grupo de la UNL compartió escenario con el coro “Nagmen” de la sociedad coral alemana de Villa Ballester, Buenos Aires, que también se encontraba visitando la provincia. Al finalizar la noche, el coro Universitario homenajeó y agradeció la hospitalidad y generosidad de la directora del Coro Jujeño con presentes institucionales, que a su vez fueron retribuidos con regalos autóctonos de la zona. La última cena fue compartida con integrantes del coro de Jujuy, que entre cantos de sobremesas, chistes y buenos vinos prometieron continuar la relación de amistad y fraternidad que ya une a ambos coros.
Cerrando esta gira excepcional por lo más profundo del noroeste argentino, el coro no pudo rechazar la invitación del coro Polifónico de Santiago del Estero de visitar su gente y su tierra, por ello el último día los coreutas hicieron escala en esta provincia que los recibió la calurosa tarde del 11 de octubre. A pesar del agotamiento y el calor, los coristas regalaron una de sus mejores presentaciones a los espectadores que habían concurrido a la catedral a escucharlos.
Función social
Durante 15 días el coro recorrió parte de nuestro país cantando, firmes a su espíritu social lograron llevar la música a lugares pequeños y recónditos, llevándose a cambio abrazos, cálidos aplausos y tiernas miradas de aquellos que los recibieron agradecidos por compartir con ellos su canto y su cultura. “Estamos convencidos que los organismos artísticos pueden servir para algo más que actos oficiales, y ser también medios de difusión y traslado de conocimientos en cada lugar que vamos”, afirmó Céspedes en una de las presentaciones y habló de la necesidad de quitarle al coro la imagen de solemnidad y frivolidad guiados por la necesidad de cantar también para los hermanos, los que no tienen voz y los olvidados.
Como en una especie de embajada cultural en nombre de la Universidad Nacional del Litoral el coro recorrió cada pequeño lugar para llevar la magia propia del canto coral a sus pobladores, hermanando los pueblos y acortando las distancias geográficas.
En esos 15 días el Coro trabajó duro y con esmero para brindar 14 actuaciones en cada rincón de ese Noroeste que los enamoró. Sus casi 50 integrantes llevan la música en sus venas, más allá de sus diferentes edades y profesiones todos están guiados por la misma pasión movilizadora por el canto que enciende y da un sentido especial a sus vidas. Fueron días de descubrimientos, de deslumbramientos, de vivencias plenas, de dejar la voz y el alma en cada pueblo con la sola intención de dejar grabado en el corazón de cada norteño sus cantos del Litoral.