Inclusión y equidad

Cerca de 60 jóvenes con discapacidad estudian en la UNL

Jueves 3 de marzo de 2011 / Actualizado el jueves 10 de marzo de 2011

Intérpretes de lengua de señas en clase, digitalización del material de estudio y edificios adaptados son los principales aspectos que trabaja la Universidad. Gracias al programa “UNL Accesible” se garantiza un acceso con igualdad de oportunidades.

“Cada vez más personas con discapacidad se animan a continuar con un estudio superior”, asegura Roxana Ariño, coordinadora del Programa UNL Accesible, que busca generar condiciones de equidad para estos estudiantes.
Cerca de 60 jóvenes con discapacidad —sordos, ciegos, hipoacúsicos o con discapacidad física— están cursando una carrera en la Universidad Nacional del Litoral (UNL). Derecho, arquitectura, música y administración de la salud son las más elegidas.

Facilidades para estudiar
“Desde 2007, cuando fue creado el programa, hemos fortalecido tres ejes de acción: la incorporación de personas sordas a la educación superior, la digitalización del material de estudios para ciegos y la accesibilidad a los edificios y la información”, detalló Ariño.
Con relación al acceso de personas sordas, la UNL garantiza la presencia de intérpretes de lenguas de señas en las clases a las que asisten estos estudiantes.
Asimismo, propone un taller de lectura y escritura. “Para las personas sordas la lengua de señas es su lengua materna. Por eso presentan algunas dificultades a la hora de escribir. Este taller trabaja en estos aspectos porque todas las carreras exigen algún tipo de redacción”, explicó la coordinadora.
Las nuevas tecnologías son clave en el acceso de los estudiantes con discapacidad a la información y el conocimiento. La UNL está trabajando en la digitalización de todo el material que los docentes dan a los alumnos para que las personas ciegas puedan estudiar. “Contamos con tres computadoras, dos scanners, una impresora Braille y estamos por recibir una máquina Excalibur, que es como un scanner con sintetizador de voz, que va leyendo lo que va escaneando”, indicó Ariño.

Derecho universal
Finalmente, la UNL se propone eliminar las barreras físicas para garantizar la accesibilidad a la Universidad. “Buscamos que los nuevos edificios contemplen rampas, ascensores, puertas y baños adaptados a una silla de ruedas, por ejemplo. En el caso de edificios históricos, como el Rectorado y las Facultades de Química y de Ciencias Jurídicas, hicimos algunas modificaciones para que cualquier persona pueda acceder”, especificó la coordinadora.
Ariño reconoció que se trata de un trabajo arduo, pero que de a poco se van logrando avances. En este sentido remarcó el “verdadero compromiso de la UNL con estos estudiantes, ya que la educación es un derecho universal”.

 


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