Conocimiento y experiencia
“La educación entre la memoria y la utopía”
Martes 7 de diciembre de 2010
En la última conferencia del ciclo La Nación en el Bicentenario disertó el filósofo Carlos Cullen. En el encuentro, el profesor propuso entender la educación en el Bicentenario como una “memoria utópica de lo público”.
En el marco del cierre del ciclo La Nación en el Bicentenario se contó con la participación del profesor Carlos Cullen que desarrolló la conferencia “La educación entre la memoria y la utopía”. El encuentro se realizó en la sala Saer del Foro Cultural de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) donde se encontraban presentes el vicerrector de la casa de estudios, Miguel Irigoyen, la vicedecana de la Facultad de Humanidades y Ciencias (FHUC), Ana María Mántica, el secretario de Extensión Universitaria, Gustavo Menéndez, y en su rol de moderadora, la secretaria Académica de la FHUC, Victoria Baraldi.
En el desarrollo de la conferencia, el filosofo explicó que la propuesta actual sobre la educación es “problematizar los fundamentos éticos – políticos” de la formación. En ese sentido, Cullen aseguró que esos cimientos en “nuestro país configuran una verdadera tradición democrática como memoria utópica y como utopía memoriozada”. Esto último, que podría sonar muy extraño, el disertante los encuentra bajo el nombre de “educación pública”.
Con relación al debate que se genera en torno a la educación, Cullen explicó que “el riesgo es que creamos que hay una especie de etnocentrismo de los poseedores de la herencia cultural del pensar bien, y que nos pasemos entendiendo la educación como pensar y repensar sobre un cuerpo que es ajeno”. En concreto, el problema que atraviesa la formación es que sea pensada como un ser extraño a nosotros.
Mirada Educativa
En el transcurso de la exposición, Cullen arrojó dos supuestos sobre la mirada pedagógica con el fin de explicar la diferencia que existe entre conocimiento y educación. El primer supuesto corresponde a “entender y pensar la educación, como un saber crítico y reflexivo”. El segundo, plantea la necesidad de “pensar que algo nos pasa con el conocimiento, que no es meramente el aumento exponencial de la información disponible”.
Pensar la educación, según Cullen, es “animarnos a dejar que acontezca, es decir, no pretender anular la experiencia”. En ese sentido, el disertante explicó que el Siglo XXI ha comenzado “con la sospecha de que no sabemos tener experiencia, porque la hemos controlado de una manera que ya no hay experiencia sino que es experimento, y por otro lado, anulamos la experiencia banalizándola”. Por tal motivo, Cullen aseguró “que nos hemos quedados sin la capacidad de la experiencia”, por lo que afirmó que es “muy importante ligar la idea de que en la educación algo acontece, que probablemente es la experiencia”.