8º Bienal de Arte
“Hemos perdido las normas para pensar el arte”
Jueves 2 de octubre de 2008
Lo aseguró Ana Aldaburu, artista e historiadora del arte. Ante un público jóven reflexionó sobre el arte en el siglo XX y XXI en el MAC. Duchamps, Benjamin, Lyotard, Jameson y Beuys fueron algunos de los nombres que recorrió durante su exposición.
En el marco de la 8º Bienal de Arte Joven de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) se desarrolló la charla “Claves de los nuevos códigos del arte”, a cargo de Ana Aldaburu, investigadora en historia y filosofía del arte, en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC).
Comenzó con un recorrido al que calificó de “arbitrario” -porque fue un recorte propuesto por ella- de las artes visuales del siglo XX y comienzos del nuevo milenio. “Intento mostrar cómo llegamos a esta situación, en la que conviven tantas temporalidades y no hay una única línea en el arte, sino que es un panorama tan heterogéneo que a veces hasta la misma noción de arte nos desorienta. Hemos perdido las normas para pensar el arte; es una época de cambios de paradigmas y de crisis. Tenemos hábitos perceptivos previos y nos cuesta mucho encarar la obra, si es que sigue siendo obra, porque a veces ya ni siquiera está ese concepto, porque se trata de instalaciones, acciones, colectivos de artistas”.
Por otra parte, remarcó que “hay una lógica mercantil en todo el mundo del arte, que es imposible parar. Es tan necesaria la rotación del capital, que se incrementa el incentivo del consumo. Se entró en una vorágine de cambio absoluto: todo cambia permanentemente y los objetos se vuelven obsoletos. Eso ha revolucionado el mundo de las imágenes porque, como dice Jameson, las imágenes son la mercancía del presente. El mundo del arte también está contaminado por esta situación”.
Modernidad y posmodernidad
“Como todo está visto y todo está hecho, se tiene una sensación de agotamiento y de que es imposible producir algo nuevo. Ése es uno de los lei motiv de la posmodernidad... la muerte de las vanguardias. Nos queda un presente en el que sólo se puede copiar”, señaló.
A continuación, Aldaburu realizó una reseña sobre la posmodernidad: “Más que un contenido, sirve para referirse a una sensación difusa de que estamos viviendo en una época distinta, cuya etiqueta común responde a diversos fines, sobre todo al de la modernidad”. Mientras que la modernidad permite pensar en un “progreso indefinido y una posibilidad de cambio y revolución”, la posmodernidad se caracteriza por el “debilitamiento de la experiencia y una pérdida de contacto real con las cosas por la cantidad de estímulos a los que estamos sometidos, que impide el procesamiento de los datos”.
Para la investigadora surgen “nuevas percepciones del tiempo y el espacio”. En este sentido consideró que no es casual el surgimiento del “interés en la memoria”, ya que “se busca aferrar ese flujo de vivencias que no se pueden asir”.
Aldaburu concluyó su presentación con algunos ejemplos actuales de obras de arte e instalaciones que ponen en tela de juicio el concepto mismo de obra de arte. En este sentido, retomó la revolución provocada por Duchamp y cómo ésta redefinió el arte, hasta llegar a las obras actuales que pretenden poner el arte al alcance de la mano del público.