Congreso Nacional de Políticas Sociales
“El cambio fundamental radica en relocalizar la economía”
Jueves 13 de noviembre de 2008
Así lo afirmó el economista chileno Manfred Max-Neef luego de recibir el título de Doctor Honoris Causa de la UNL. En la conferencia, se refirió a las contradicciones del mundo en que vivimos, de las enseñanzas que nos dejará la crisis “que recién está empezan
“Agradezco la enorme equivocación que han tenido conmigo”, afirmó el economista, político y ambientalista chileno Manfred Max-Neef tras recibir el pasado miécoles 12 de noviembre el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) en el marco del Cuarto Congreso Nacional de Políticas Sociales, bromeando en referencia a que muchas veces las personas magnifican ciertos personajes y luego terminan creyendo que todo lo que predican de él es verdad.
Max-Neef es Director del Instituto de Economía de la Facultad de Economía de Universidad Austral de Chile y reconocido internacionalmente como uno de los pensadores y economistas más importantes del siglo XX. En el año 1983 recibió el premio Nobel Alternativo de Economía y cuenta con diversos premios y distinciones que le han otorgado universidades y gobiernos extranjeros
En la conferencia magistral que todos los Doctores Honoris Causa brindan luego de recibir la máxima distinción universitaria, el chileno se propuso describir el mundo “particularmente complicado y complejo” en el que estamos viviendo con un ejemplo contundente: “En el momento en que informaban que el hambre está afectando a 1000 millones de personas y valoraban en 30 mil millones de dólares la ayuda necesaria para salvar todas esas vidas, en ese mismo momento la acción concertada de seis bancos centrales de Estados Unidos, Unión Europea, Japón, Canadá, Inglaterra y Suiza inyectan 180 mil millones de dólares en los mercados financieros para salvar bancos privados” .
“Ese es el mundo en que estamos acostumbrados a que nunca hay suficiente para los que no tienen nada, pero siempre hay suficiente para los que tienen todo”, se despachó, mostrando datos ilustrativos, como por ejemplo, que se gastan 18.000 millones de dólares anuales en cosméticos y se necesitarían sólo 12.000 millones para asegurar la salud reproductiva de las mujeres del mundo, o que se gastan 15.000 millones en perfumes y para el alfabetismo universal alcanzarían 5000 millones. “Lo preocupante es que la mayoría no tiene conciencia de esto o ni siquiera está informada”, indicó Max-Neef.
Cuádruple crisis
Siguiendo con el diagnóstico, Max-Neef explicó que la profunda crisis que estamos viviendo “recién está empezando y va a empeorar muchísimo más por un par de años”. Asimismo, definió a la crisis como “cuádruple”, dada por el crecimiento exponencial del cambio climático; el fin de la energía barata; la extensiva disminución de recursos fundamentales como el agua, los bosques, suelos, vida silvestre; y la gigantesca burbuja especulativa, que según el especialista es “50 veces mayor que la economía real de intercambio”. Las causas de esta crisis puntualizadas por el economista estarían dadas por el paradigma económico dominante (crecimiento económico a cualquier costo), el uso incontrolado de combustibles fósiles, la promoción del consumismo como puerta a la felicidad y la destrucción de las culturas tradicionales.
Max-Neef también vertió ciertos conceptos poco esperables de la boca de un economista, como por ejemplo que “hay que pasar del concepto de eficiencia al de suficiencia y bienestar” y que el nuevo paradigma requiere “alejarnos del crecimiento económico”, ya que la transición debe ser a una sociedad que “pueda ajustarse con menores niveles de producción y consumo, favoreciendo a las economías locales y regionales”. “Hay que volver a mirar hacia adentro y dejar de mirar hacia fuera”, sostuvo. En este mismo sentido, reconoció que la alternativa puede ser posible porque el modelo dominante ha sido producto de “la renuncia sistemática de parte de la mayoría de los países a su derecho de controlar los procesos económicos en beneficio propio”, que cualquier proceso que se fundamente en decisiones políticas es reversible si existe la voluntad para ello, y que “el cambio fundamental radica en relocalizar la economía, lo que yo he llamado una economía a escala humana”.
Por último, resumió las características que debe tener una nueva economía para superar esta crisis en cinco postulados englobados en el principio valórico fundamental de que “ningún interés económico puede estar por sobre la vida”: “La economía está para servir a las personas y no las personas para servir a la economía; el desarrollo tiene que ver con personas y no con objetos; crecimiento no es lo mismo que desarrollo y el desarrollo no precisa necesariamente de crecimiento; ninguna economía es posible al margen de los servicios que prestan los ecosistemas, la economía es un subsistema en un sistema mayor que es la biosfera, por lo tanto el crecimiento permanente es imposible”. “Lo que tenemos hoy por hoy es exactamente lo contrario”, se lamentó.
La economía y la pobreza
“Estaba parado en el barro en una comunidad. Frente a mí, un hombre pequeño, flaco, con hambre, desempleado. Cinco hijos, una esposa, una abuela. Y yo un economista. ¿Qué le digo? ¿Qué cosa puedo decirle que tenga sentido? En ese momento tuve conciencia que mi lenguaje de economista no servía para nada. Debía adquirir otro lenguaje que tuviera sentido”, relató Max-Neef en relación a su concepto de “economía descalza”, reconociendo que una de las razones de la dificultad para superar a la pobreza es que quienes intentan superarla no la entienden: “la pobreza tiende a teorizarse en oficinas y esas cosas nunca funcionan”. En este sentido, planteó la necesidad de reconocer que “no se puede hacer nada por los pobres, solo se puede hacer con los pobres”, percibiendo sus habilidades, su creatividad para sobrevivir y sus necesidades, y que “hay mucho que aprender de la pobreza”.
“Soy optimista y creo que esta crisis va a hacer un click para que podamos diseñar un siglo XXI que merezca la pena ser vivido”, finalizó.