En animales silvestres
¿Más enfermedades por el cambio climático?
Jueves 13 de noviembre de 2008
Gracias al aumento del calor y las lluvias, crecen las poblaciones de insectos, lo que puede resultar en la modificación de los patrones de enfermedades infecciosas y parasitarias en animales silvestres. Investigadores de la UNL indagan en las repercusiones de
El aumento de las temperaturas y el crecimiento de las precipitaciones en la región pueden estar favoreciendo la proliferación de un parásito que afecta a aves silvestres de nuestra región, como benteveos, horneros y cardenales. Se trata de moscas de especies agrupadas en el género Philornis, que logran un óptimo desarrollo de sus larvas gracias a las condiciones de calor y humedad.
Las larvas parasitan a los pichones de las aves lo que afecta el desarrollo normal y causa su mortandad, según datos recopilados por los investigadores. Lo que los estudios pudieron mostrar es que aves de ciertas especies que son utilizadas como hospedero por las Philornis crecen menos o mueren antes de llegar a adultos.
"Hemos evidenciado que a cuanta más temperatura y lluvias copiosas, más cantidad de larvas parasitan a cada pichón. Se ha comprobado, además, que los pichones que tienen más larvas tienen menor probabilidad de supervivencia", explicó el Dr. Pablo Beldoménico, docente e investigador de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Litoral (FCV UNL).
"Nosotros proponemos que el cambio climático puede modificar directamente los patrones de enfermedades infecciosas y parasitarias básicamente utilizando dos caminos: por un lado, favoreciendo a patógenos y por el otro, acrecentando la susceptibilidad del hospedero a la infección", sostuvo el especialista.
Las proyecciones climáticas para esta zona del país auguran mayores temperaturas promedio como así también precipitaciones. De confirmarse la hipótesis, este fenómeno podría poner en riesgo a un gran número de aves.
Evidencias del cambio
Las primeras investigaciones, llevadas adelante en un único sector de monte que representa a la Eco-región El Espinal, demostraron que el benteveo y los espineros son los más parasitados, aunque ya se encontraron larvas en más de 20 especies que nidifican en la Reserva Universitaria de la Reserva de Agricultura Ganadería y Granja de la UNL en Esperanza.
Monitorear la salud de los animales silvestres constituye un indicador efectivo de la emergencia de enfermedades infecciosas relacionadas con el clima. Particularmente, los investigadores apuntan a observar cómo se ven alterados los patrones normales de dinámica de salud poblacional, ya que allí se reflejan los impactos del cambio climático. De esta manera estudian si el calentamiento global representa una amenaza para la conservación de las especies de la región.
De acuerdo con trabajos previos, se percibe una mayor frecuencia en la presencia de estas moscas parásitas en pichones. "No obstante, no tenemos datos numéricos concretos de la modificación de las dinámicas del parasitismo por estas moscas. Hace falta instaurar monitoreos de largo plazo", añadió Beldoménico.
Sin embargo, el investigador aclaró que puede haber otros factores que también son tenidos en cuenta en el estudio, ya que podrían afectar a las aves y no necesariamente tener relación con el factor climático.
En estudio
El trabajo de investigación de la mosca Philornis , en un comienzo financiado por el Wildlife Health Fund de Wildlife Conservation Society, obtuvo ahora un subsidio de 98 mil dólares otorgado por la Morris Animal Foundation (Estados Unidos). Con estos fondos, el grupo puede profundizar una línea de trabajo que desarrolla desde hace tres años. El objetivo de los expertos es anticipar qué va a pasar ya que en animales silvestres se trata de prevenir antes que intervenir. De acuerdo con Beldoménico, la intervención es peligrosa y puede perturbar los procesos naturales de los ecosistemas, sólo se justifica intervenir cuando se trata de especies o subespecies que están en alto peligro. Lo que habría que hacer es determinar las causas originales y tratar de hacer algo para prevenirlas o mitigar su impacto.
La investigación se prolongará durante dos años y se ampliará el número de áreas de estudio, abarcándose también sitios en Chaco y Buenos Aires. El trabajo de campo será realizado por Leandro Antoniazzi (ornitólogo y coordinador del trabajo de campo), el estudiante de postgrado de la FCV Darío Manzoli y tres asistentes de la carrera de Biodiversidad de la FHUC, María José Saravia, Leonardo Silvestri y David Rorhmann, pasantes alumnos de la FCV. También se suma el aporte de la dipteróloga, Dra. Marcia Couri (Universidad Federal do Rio de Janeiro) y del Prof. Michael Begon, experto en ecología de parásitos (University of Liverpool).