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El crecimiento sostenido de Ciudad Universitaria durante los últimos 15 años convirtió a ese polo de desarrollo de la UNL en un importante sector no solo para la casa de altos estudios sino de la ciudad de Santa Fe, de inmejorables condiciones paisajísticas, que hoy se constituye como un enclave definitivamente urbano.

Desde el viernes, el Aulario Común abrirá sus puertas para el despliegue de actividades académicas integradas, ofreciendo a la comunidad universitaria un conjunto de aulas y talleres, de diferentes capacidades, con sus respectivos servicios de apoyo a las distintas unidades académicas e institutos destacados en ese sector. La inauguración formal del nuevo complejo contará con la presencia del rector Miguel Irigoyen, autoridades provinciales, municipales y universitarias.

De esta manera, rumbo al Centenario de su creación, la UNL incorpora nuevas instalaciones para dar respuesta al permanente incremento de la matrícula y las actividades sustantivas de la universidad, acompañado de mejores dotaciones de espacios y edificios, que siguen enriqueciendo el entramado de Ciudad Universitaria al tiempo que plantean nuevas demandas y desafíos.

Arquitectura contemporánea

El edificio abarca unos 3.500 m2 cubiertos de planta baja y cuatro niveles que permitirá a 1.200 estudiantes de diferentes unidades académicas tomar sus clases en forma simultánea y con los más altos estándares de confort y seguridad. 

Con gran flexibilidad espacial y funcional se han resuelto locales con capacidad para 300 ,150 y 75 estudiantes, dando la posibilidad de adaptarse a futuros cambios.

En planta baja se accede a hall en doble altura, que por su jerarquía permitirá la realización de eventos sociales académicos y culturales. Además, el espacio central cuenta con una cafetería, una librería, y dependencias administrativas; y el sector de entrepiso contiene tres aulas especiales para 25 alumnos y dos salas de profesores.

A través de la incorporación de materiales de las más altas prestaciones se acondicionaron térmica y acústicamente los espacios académicos, y se destaca la presencia de luz natural, que garantiza un uso racional de la energía.

La utilización de materiales nobles y duraderos responde a un lenguaje arquitectónico contemporáneo que le otorga unidad al complejo.

La construcción demandó una inversión de aproximadamente 33.849.037 de pesos lo que teniendo en cuenta la superficie cubierta, arroja como resultado un promedio muy razonable de 9.671 pesos por m2.
El Aulario Común se integrará al Edificio Tira, que cierra el borde sobre la Reserva Ecológica, de poca altura –planta baja y alta– y contendrá aulas de capacidades medias y un auditorio para 450 personas. El proyecto se encuentra en su etapa ejecutiva, pronto a presentarse la solicitud de financiamiento en el marco del Plan de Apoyo a la Infraestructura Universitaria.