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Pensar el desarrollo desde una perspectiva latinoamericana es el eje de un trabajo que acaba de publicarse en el prestigioso “Manual Routledge de Economía Heterodoxa” (Routledge Handbook of Heterodox Economics), en el que dos investigadores del Instituto de Humanidades y Ciencias Sociales del Litoral (IHUCSO) CONICET-UNL participaron con un capítulo.

Se trata de Ramiro Fernández, director del instituto y docente de la Facultad de Humanidades y Ciencias (FHUC) y Gabriel Brondino, becario doctoral del CONICET.  Los investigadores son los únicos latinoamericanos que participan de esta publicación en la sección sobre la dinámica de la estructura socio-económica del capitalismo.

“Nuestro aporte fue discutir las transformaciones que se evidenciaron en los últimos 40 años, a partir de la hegemonía de Estados Unidos y las diferentes trayectorias dentro de las periferias”, explica Brondino sobre el trabajo que aborda la organización global de la producción.

“El esfuerzo que hacemos es mirar y romper una tradición norteamericana del pensamiento que se posiciona como la corriente principal, denominada maisntream, y hacer un análisis heterodoxo que reconoce la condición periférica y trabaja las propias realidades fuera del centro. La riqueza de la contribución, el valor agregado, es que intenta interpelar las limitaciones de la periferia desde la periferia”, agrega Fernández.  

Economía desde una perspectiva plural

La propuesta del manual es presentar una visión global sobre teoría y política económica desde una perspectiva pluralista, que incluye aportes teóricos del marxismo, post-keynesianismo, de la teoría institucionalista-evolutiva, feminismo y una larga lista de escuelas teóricas que son parte de lo que se denomina heterodoxia.

“En economía es usual hablar de políticas cíclicas y anticíclicas, tendencias y corrientes. A grandes rasgos, la corriente dominante se asocia con la formación neoclásica, liberal o mainstream, y en la vereda de enfrente se encuentra la corriente crítica, que lejos de ser un bloque homogéneo es una categoría en la que muchas teorías convergen y se engloba bajo el nombre de “heterodoxia”, resume Fernández.

Dentro de ese marco teórico, el trabajo de los investigadores consistió en estudiar las tensiones distributivas al interior de los estados, que el estructuralismo identifica como  tensiones entre espacios diferenciados, como centro-periferia, capital y trabajo. Estas lógicas contradictorias se configuran históricamente desde la dinámica global espacial sobre la que se conforma y reproduce el sistema de acumulación.

Esa posición tiene raíces en el pensamiento que dominó la escena política y teórica de América Latina en la década del 50. “Velada o indirectamente hacemos una reivindicación de los postulados de la CEPAL y de Raúl Prebisch”,  dice Fernández, postura que abraza con orgullo. “Hoy se compran paquetes conceptuales con marcada precariedad académica, bisutería china. Pero hay ciertas ideas que no son novedad y son muy ricas, son herramientas. En una región donde los medios de comunicación, la academia, los recursos humanos y todos los niveles están dominados por lo que se produce, se hace y se dice desde el centro, somos viejos resistentes con jóvenes impetuosos que pensamos desde otro lugar”.

A partir de esta publicación los autores tienen pautada una agenda de presentaciones en congresos nacionales e internacionales. A su vez, la producción del trabajo abrió nuevos horizontes para Brondino, que espera sumarlos a su trabajo final de tesis. “La producción de este artículo disparó muchas inquietudes a nivel conceptual para trabajar en el marco de mi tesis. Estoy viendo cómo se acoplan a mi trabajo, pero sin duda este artículo sumó mucho”, aseguró.

                                                                                                                                                                   Leticia Chirinos