Vinculación
Trabajan con ganaderos para la producción de semillas forrajeras
Viernes 22 de julio de 2016 / Actualizado el martes 13 de septiembre de 2016
A partir del desarrollo y transferencia de tecnología para la producción de semillas forrajeras, la UNL y la empresa Oscar Peman trabajan en un proyecto de impacto social y territorial. Los materiales mejorados son los primeros desarrollados en el país.
A partir de un proyecto conjunto entre la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y la empresa Oscar Peman y Asoc. S.A. orientado a la innovación social, se busca desarrollar un esquema de producción de semillas de plantas forrajeras nativas mejoradas.
Esta iniciativa fue presentada a la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, a través del Fondo Tecnológico Argentino (FONTAR) en el marco de Proyectos de Innovación Tecnológica para la adjudicación de Aportes No Reembolsables destinados al financiamiento de proyectos de desarrollo tecnológico con impacto social y territorial. Con el mismo se pretende conseguir los fondos para implementar un esquema innovador de producción de semillas a pequeña escala. El principal objetivo es lograr la reconversión de las explotaciones ganaderas minifundistas de la Asociación de Pequeños Productores de Alejandra y Zona (APPAZ), con quién la UNL tiene un convenio para desarrollar esquemas de producción de semillas de estas variedades.
Un camino compartido
La UNL, a través de su Programa Institucional de la Facultad de Ciencias Agrarias (FCA) orientado a la “Documentación, Conservación y Valoración de la Flora Nativa” (PRO-DO-CO-VA), cuenta con valiosos materiales mejorados de especies nativas, algunos de los cuales han sido inscriptos ante el INASE. Este proyecto se enmarca en un recorrido de trabajo entre la UNL y la empresa Oscar Peman y Asoc. S.A, en el desarrollo de tecnología para la producción de semillas.
El integrante del Programa de Flora Nativa y docente de la FCA UNL, Juan Marcelo Zabala, explicó que “La producción de semillas de forrajeras nativas mejoradas implica una reconversión en la que se le agrega valor al producto tradicional, teniendo como destino la producción de carne. De manera accesoria la siembra de las especies involucradas en este proyecto se realiza con doble propósito: la producción de semillas y el uso forrajero. Esto permite, además del ingreso extra por venta de semillas, mejorar la calidad de la oferta forrajera y por ende incrementar la producción de carne”.
Por su parte, para la empresa partícipe PEMAN esta iniciativa significaría llevar adelante una herramienta para la concreción de proyectos de responsabilidad social empresaria, ya que el volumen de semilla esperado a partir de este proyecto, junto con el incremento en la producción de carne, representa un aporte muy significativo para la rentabilidad de la producción minifundista y la calidad de vida los pequeños productores. El proyecto presentado, deja sentado el compromiso, tanto de la empresa, como de la UNL, de que los pequeños productores reciban un precio justo por la semilla producida.
Líneas de desarrollo institucional
La iniciativa se inscribe en una línea de desarrollo que la UNL viene llevando adelante en materia de flora nativa, por ello, los cultivares forrajeros que servirán de materia prima de este proyecto son especies nativas que han sido mejoradas por el Programa de la Universidad. En ese sentido, se han desarrollado e inscripto cinco cultivares de leguminosas forrajeras, dos de las cuales serán incluidas en este proyecto. Se trata del cultivar “Mancebo” de Macroptilium lathyroides, especie leguminosa nativa anual, muy valorada como forrajera estival y por la capacidad de mejorar la calidad del suelo a través de la fijación biológica de nitrógeno; y el cultivar “Don Augusto” de Macroptilium erytrholoma, leguminosas perenne nativa, del mismo valor que el cultivar Mancebo.
Desde el año 2013, la UNL está trabajando, a través de diversos proyectos de investigación, en el desarrollo de la tecnología de siembra y cosecha de dichos cultivares, en campos de los pequeños productores de APPAZ. Los materiales mejorados que serán utilizados en esta instancia tienen el valor de ser los primeros desarrollados en el país, y para especies consideradas claves en la producción de forraje para el ganado. La asociatividad del grupo de productores que participan del proyecto, resulta también una condición facilitadora, ya que se pretende desarrollar maquinaria de uso comunitario como una cosechadora adaptada a las características de estos nuevos cultivares y la escala de trabajo.
Estrategia científica y tecnológica
El Ing. José Pensiero, integrante del mencionado Programa (FCA-UNL) señaló que “el desarrollo del esquema de trabajo propuesto con esto proyecto va a permitir consolidar una estrategia científica y tecnológica para el desarrollo de semillas de cultivares de forrajeras nativas, basado en el conocimiento aportado por la UNL y las capacidades privadas de la empresa, para la difusión de los cultivares, pero con una fuerte componente social aportada por el trabajo organizado de pequeños productores ganaderos reconvertidos en productores de semillas, con un doble propósito, uso propio y comercial”. Según indicaron los especialistas, se propone un trabajo a pequeña-mediana escala, con uso intensivo de mano de obra, con alta transferencia de conocimiento y de vinculación a través del trabajo integrado de pequeños productores ganaderos. Esto permitiría mejorar la sustentabilidad y rentabilidad de las explotaciones ganaderas al incrementar la cantidad y calidad del forraje y permitir un ingreso extra por la venta de semillas.
La CPN Melina Dufek, Responsable del Área de Apoyo de Empresas de la Secretaría de Vinculación Tecnológica de la UNL, destacó que “con la concreción satisfactoria de este proyecto, se ponen en valor tres dimensiones diferentes: la Universidad cumple con su rol en el desarrollo tecnológico y la extensión, y la empresa mejora su competitividad al ofrecer productos innovadores y los pequeños productores ganaderos mejoran la sustentabilidad integral de sus explotaciones y su calidad de vida, generan trabajo para su grupo familiar y aportan al desarrollo local de la comunidad a la que pertenecen”.