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Una larga mañana de trabajo, debate y reflexión se vivió durante la jornada de Ciencia y Género organizada por la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) en el marco del programa “Más igualdad, mejor ciencia”. Ante un auditorio que colmó uno de los salones del nuevo Aulario Común, se llevaron adelante dos actividades que tenían como objetivo fomentar la participación de las mujeres en ciencia y a debatir y analizar la cuestión de género en el ámbito científico.

“Comenzamos con un desayuno de trabajo entre aspirantes a becarias doctorales y post-doctorales y directoras, dado que como se está por abrir la convocatoria a becas del CONICET, nos pareció una actividad interesante para formar equipos”, dijo Erica Hynes, secretaria de Ciencia y Técnica. “En segundo término se realizó una charla con Diana Maffía, que tiene una amplia trayectoria como pensadora feminista. Con estas acciones estamos llevando el debate a los ámbitos de ejecución de la ciencia, los laboratorios, los gabinetes, las aulas y los seminarios de posgrado, de manera de lograr una mayor igualdad en la carrera científica de varones y mujeres”, agregó.

Desayuno para formar redes

La primera actividad comenzó bien temprano y reunió a directoras con futuras becarias con el fin de  generar redes de trabajo y fomentar el denominado “mentoring”, o tutoría, una herramienta muy útil para retener y estimular la permanencia de las mujeres en el sistema científico y ayudarlas a que desarrollen todo su potencial. Esta primera etapa de la jornada contó con la presencia de más de 40 estudiantes de grado y posgrado y más de 30 directoras que dirigen tesinistas en alguno de los 70 posgrados de la UNL.

Luego de unas palabras a cargo de Hynes, en las que mostró la situación de las mujeres en ciencia, tanto dentro de la UNL como en el resto del sistema científico y académico, se escucharon testimonios de cuatro investigadoras, en los que se hicieron visibles los obstáculos para la construcción de la carrera y sus esfuerzos y estrategias para superarlos. Más tarde, las participantes se agruparon por áreas disciplinares y hubo espacio para preguntas específicas sobre el trabajo que cada investigadora realiza en su campo y para presentar las diferentes líneas de trabajo de las directoras presentes.

Recuperar la autoridad epistémica

Tras esta actividad llegó el turno de la conferencia de Diana Maffía, quien cerró la jornada con una charla que llamó “de las estadísticas a la autoridad epistémica”. La reconocida investigadora feminista hizo una lectura de género sobre la actividad científica y comenzó citando a Hannah Arendt quien destacaba la importancia de pasar a estado público ciertos temas, pues “lo público es un lugar de visibilidad.” En el mismo sentido, Maffía comenzó su disertación haciendo un recorrido sobre las condiciones históricas y relacionales de las situación de las mujeres en ciencia.

Después de este repaso se preguntó cómo producir equidad y qué recursos se debían generar para fortalecer la participación de mujeres en el ámbito científico. Allí ahondó en lo que es su especialidad dentro de la investigación en filosofía y dijo que es necesario un “cambio en la gramática”. Citando cifras contundentes obtenidas en más de 20 años de revelamientos junto a la Red Argentina de Género y Ciencia (Ragcyt) que ayudó a fundar, la filósofa se concentró en el lenguaje y la necesidad de encontrar una episteme propia. “Hay que estudiar el lenguaje y el modo en que interpreta al mundo”.

Para lograrlo, Maffía dijo  que es importante construir una filosofía de la escucha, de una escucha interpretante, que permita decodificar los mecanismos ocultos en ese lenguaje. “La comunidad epistémica debe ir renegociándose, no debe poner restricciones arbitrarias. Si el discurso de la ciencia es valorado sólo por valores hegeménicos, y masculinos, se tendrá en cuenta sólo el ojo del amo".

Como cierre, Maffía llamó a la cooperar en la construcción de un universo que sin las mujeres sería imposible.