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En el acto de apertura del Primer Foro de Observatorios Universitarios, que se realiza este jueves en la Facultad de Ciencias Económicas de la UNL, participaron el vicerrector de la casa de altos estudios, Arq. Miguel Irigoyen; el director del Observatorio Social de la UNL, Roberto Meyer, y el secretario de Ciencia y Técnica y Extensión de la Facultad de Ciencias Económicas de UNL, además de expositores y asistentes.
El encuentro se desarrolló durante todo el día y promovió el intercambio de ideas y experiencias. Se dividió en tres comisiones en las que se expusieron más de 20 trabajos de todo el país, Latinoamérica y el Caribe.
Irigoyen destacó el valor que tienen los observatorios para las universidades, los que según indicó, “brindan herramientas insustituibles para poder pensar e implementar políticas públicas”. En cuanto al desarrollo del encuentro, se refirió a la diversidad y pluralidad de miradas que enriquecen las perspectivas de quienes participan de la jornada. “Fortalecer esta especie de interfase siempre es un anhelo que no tiene límites. Compartir experiencias, metodologías y marcos conceptuales siempre es muy interesante”, señaló.
Por su parte, el titular del Observatorio Social de la UNL comentó que este foro “es una acción más de las que se vienen desarrollando desde 2008 cuando se realizó en Santa Fe el Congreso Nacional de Extensión”. Indicó que en aquella oportunidad se pudieron unir los esfuerzos de varios observatorios del país, y que en ese espacio de intercambio se agregaron otros observatorios de toda Latinoamérica y el Caribe.

Acuerdo
Durante esta jornada se firmó una carta acuerdo que tiene como objetivo propiciar acciones conjuntas, y en este sentido Meyer recordó que en el primer encuentro de carácter nacional se desarrolló una estrategia similar a partir de la cual surgió la posibilidad de armar una página web de todos los observatorios y un sistema de boletines informativos. Fue entonces como se empezaron a compartir experiencias y trabajar en proyectos conjuntos. “Los observatorios tienen una estructura mínima pero suficiente para sostener en el tiempo la recogida de datos”, destacó.
En cuanto a los aportes que realizan los observatorios universitarios a la sociedad indicó que “producen sistemáticamente información, a partir de fuentes primarias o secundarias, que aportan al desarrollo o al monitoreo de políticas publicas en distintas áreas. La sistematización de datos es muy importante porque el Estado propiamente dicho, si bien tiene una estructura para la recolección y el análisis de datos, sigue teniendo limitaciones políticas para introducirse en algunos temas. Desde el observatorio podemos definir algunas líneas de trabajo, que a veces para el Estado no son prioritarias, o instalarlas en la agenda política”, concluyó.

Continuidad de trabajo
Los expositores destacaron el valor que tiene el hecho de dar continuidad al intercambio. En este sentido, la responsable del equipo técnico del Observatorio del Sur de la Universidad Nacional de Rosario, Cristina Díaz, hizo referencia a la importancia de propiciar espacios que “permitan conocer las experiencias de otros, como también de transmitir la propia y seguir caminando juntos en esto de hacer una interfase en la extensión”.
En tanto, señaló la necesidad de los observatorios de universidades nacionales de garantizarse autonomía pero también sustentabilidad. “Dependen de las políticas de extensión y quizás estas políticas tienen un fuerte componente voluntarista. Sería importante que nosotros también nos fortalezcamos en la búsqueda de alternativas para seguir consolidando la tarea de los observatorios”, concluyó. 

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