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“Emprende Cultura” es el nombre de la revista digital que nace como fruto del trabajo de un proyecto de ocho años de vida que es el portal de internet “Recursos Culturales”. La presentación de este proyecto comandado por Cecilia Bunge y Federico Borobio fue el corolario del “Taller de financiamiento público y privado” que se dictó durante dos días en la Bienal de Arte Joven.

Emprende cultura es una revista digital hecha por y para los emprendedores culturales. El objetivo es “compartir información, experiencias, herramientas, debates y propuestas, en función de las necesidades de artistas, gestores, emprendedores, organizaciones y proyectos culturales”, sostuvo Borobio.

“La intención desde el comienzo fue que no sea un blog, sino algo serio y que cada nota tenga un precio, que el periodista pueda cobrar por su trabajo. Nos parecía que teníamos que dar el ejemplo en esto de pensar a la cultura como algo redituable”, apuntó Bunge.

Los contenidos

Los contenidos de Emprende Cultura giran en torno a los siguientes ejes: Arte, cultura y creatividad, Emprender y gestionar, Financiamiento cultural, Políticas culturales, Cultura y comunidad, Industrias culturales y creativas, TICs y herramientas de internet, Nuevas tendencias, Alternativos y emergentes.

Además, cuenta con la participación de destacados referentes del sector cultural como columnistas invitados. La revista aborda mensualmente un tema central, y al finalizar el año se edita como Anuario Emprende Cultura en formato de e-book, quedando disponible para su descarga gratuita desde Internet (www.emprendecultura.net).

El desafío

El proyecto ha sido financiado por el sistema de crowdfunding, mediante el cual artistas, gestores, emprendedores y organizaciones colaboraron a través del portal Idea.me para hacerla realidad. Este financiamiento colectivo es una nueva herramienta para poder solventar económicamente estos proyectos culturales.

“Nos encontramos que el sistema de crowfunding no se entendía. La gente ponía me gusta al proyecto, pero no aportaba. Entonces empezamos a pensar cómo hacer entender la idea, y además, pusimos intensidad en las recompensas: si aportaba una cierta cantidad de dinero obtenía beneficios”, explicó Borobio.

“La idea era cubrir un año de publicaciones. La campaña y el desafío era ‘llevar’ a los usuarios desde el facebook y otras redes sociales, para la plataforma donde estaba nuestra propuesta de financiamiento. A partir de distintas imágenes y publicidades intentamos persuadir a que colaboren con nuestro proyecto”, concluyó Bunge.