Educación y política

Se presentó la cátedra abierta “Domingo F. Sarmiento”

Lunes 28 de abril de 2008

La presentación fue en el marco de los homenajes por el bicentenario del nacimiento del prócer sanjuanino. Se realizó en el Foro Cultural Universitario y contó con la presencia de Jorge Ricci y Rogelio Alaniz.

El martes 22 de abril se realizó la presentación de la Cátedra Abierta “Domingo F. Sarmiento. Un espacio para pensar y discutir, hoy, la República” en el Foro Cultural de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).
Este primer encuentro, organizado por la Secretaría de Cultura de la UNL, constituyó el inicio de los homenajes a tributarle hacia el bicentenario del nacimiento del prócer sanjuanino. En esta oportunidad disertaron el profesor Jorge Ricci y el periodista Rogelio Alaniz.
En esta cátedra se intenta generar un espacio convocante en el que el debate de ideas y propuestas republicanas tengan una forma de expresarse y conocerse, un espacio de diálogo con el pasado, el presente y el futuro, respaldado en la solidez académica.

Sarmiento, político y escritor
El profesor Jorge Ricci comenzó expresando su “profunda debilidad por la escritura de Sarmiento” y destacó: “Se lo puede denominar un buen ejemplo: fue el dueño no sólo de una época política de nuestro país, sino también de una buena porción de la literatura nacional. Si el Martín Fierro es la poesía inaugural de la literatura argentina, Facundo es la novela inaugural”.
Ricci relató que antes de partir a Asunción del Paraguay, donde muere, Sarmiento decide despedirse de la función pública con estas palabras: “En este país, donde no hay una hora de reposo, en que se cambia de escena diariamente, de teatro, de personajes y de decoraciones, yo he conservado una cosa: la fe en que digo la verdad y soy honrado; un hombre que nunca ha aspirado a nada, sino a la gloria de ser en la historia de su país, si puede, un nombre, ser Sarmiento que vale más que ser presidente de la Nación”.

La educación como estrategia política
 En tanto, el periodista Rogelio Alaniz comenzó describiendo algunos rasgos del prócer sanjuanino: “Sarmiento fue desbordante, una personalidad avazalladora, capaz de amar y odiar profundamente, de reírse a las carcajadas o de llorar con lágrimas fuertes. Tiene un carácter fascinante, cargado de matices y contradicciones. La grandeza de Sarmiento no está sólo en lo que dice y tiene razón, sino también en esa capacidad de contradecirse a sí mismo porque encuentra en la realidad cosas que contradicen su discurso político”.
 “Sarmiento quiere saber qué pasa con el pueblo, con esos hombres. Esto es lo que lo hace hospitalario y querible, aunque era vanidoso como un niño”, comentó Alaniz al tiempo que remarcó: “Fue el escritor más formidable de nuestra literatura. Como dijo una vez Borges ‘todos podemos hacerle alguna corrección; ninguno puede escribir como él’. En su escritura hay ritmos, melodías, un respeto por la palabra que lo hacen a Sarmiento uno de los escritores más grandes. Eso no proviene ni de la técnica ni de la formalidad de su estilo, sino de la capacidad inusual para percibir algunos movimientos secretos de la realidad y llevarlos al papel”.   
 A continuación el periodista sostuvo: “Si bien la literatura no fue un tema menor, creo que lo más importante de Sarmiento estuvo relacionado con la política y el poder. A él le gustaría ser definido como político”. En este sentido destacó que Sarmiento “tiene un proyecto para la Argentina. Él quiere ser presidente porque sabe lo que tiene que hacer. Su estrategia educativa no la inventó de un día para el otro. Siempre estuvo muy preocupado por la cuestión del saber y la educación. Su poder no proviene de la riqueza o del linaje, sino del saber. Este político es, al mismo tiempo, un intelectual que sabe que el saber tiene que trasladarse a una estrategia política”.
 Finalmente Alaniz resumió una de las preocupaciones del prócer en la idea de que “si los pueblos no son capaces de adaptarse a los nuevos tiempos, corren el riesgo de desaparecer. No es que Sarmiento sea pro-yanqui, sino que sabe que Argentina tiene que integrarse a un circuito mayor porque mucho peor que depender de alguien, es no depender de nadie”. Sin embargo, el periodista aclaró: “No se trata de integrarse de cualquier manera o en cualquier posición. Hay que integrarse en las condiciones más favorables para una sociedad. En este sentido, para Sarmiento hay dos claves decisivas: la tierra, para hacer del gaucho un hombre trabajador y darle a la sociedad una base material, y la educación, para formar ciudadanos que participen del espacio público. Y cuando Sarmiento habla de educación popular, la palabra popular no está puesta porque suena lindo, sino que tiene que ver con el proyecto de integración de la Nación de un pueblo alfabetizado, que no es sólo el que sabe leer y escribir, sino el que además está en condiciones de construirse como ciudadano”.    

 

Agenda