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La reciente producción del grupo Escudo de Perseo, “La malasangre”, de Griselda Gambaro subirá a las tablas de la Sala Maggi del Foro Cultural UNL, 9 de julio 2150, los viernes 10 y 17 a las 21.

Dirigida por Gabriel Oberlin, la historia narra la aventura de una joven de clase alta y su paulatina transformación y toma de conciencia final. Una historia de amor y de lucha por la libertad. Fábula de identidad cultural, este drama romántico pone en escena las luchas interiores y exteriores de los personajes, construyendo simultáneamente una  alegoría histórica y política sobre el autoritarismo, la violencia física y simbólica, y las lógicas de subordinación y de exclusión de la otredad amenazante.

Las entradas se venderán en la sala a $50 generales y $40 con descuento para estudiantes y jubilados.

Una historia de opuestos

Interpretada por Lucas García, Adriana Dalto, Marcelo Alarcón, Rafael Arce y Viviana Serafini, la obra transcurre en siglo XIX, en una oprimida ciudad de Sudamérica, muy probablemente Buenos Aires. Un humilde profesor es contratado por una familia rica para dar clases a la doncella, una joven caprichosa y rebelde, casadera. Su padre es un estanciero que ejerce una perversa tiranía sobre  su familia y sirvientes, en medio de un clima político enrarecido por un gobierno autoritario.

Entre Dolores y Rafael, la relación es de la máxima asimetría, como se ha dicho de la relación entre Creonte y Antígona: Dolores es bella, joven, rica y su padre goza de un poder político inimaginable; Rafael es contrahecho, pobre, huérfano y todo lo que tiene son sus ideales y su ilustración.

“Los personajes dan paso a las figuras de una antítesis: el agón de la antigua tragedia expresa una contradicción que, manifestándose como físico-corporal, traduce sin embargo una contradicción social. La lucha dará paso a una relación que implicará la búsqueda de cada uno de sí mismo a través y con ayuda del otro, la contradicción se dinamizará en una dialéctica, un proceso que trastocará todos los lugares fijos y convocará una crisis y una crítica, tanto del estado de cosas dado en relación con lo social y lo político, como con los prejuicios acerca de lo espiritual y lo aparente”, destacan los hacedores.