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Padre de la chacarera, y referente de las nuevas generaciones, Peteco Carabajal se erige en su figura de cantante, compositor, violinista y guitarrista. Nacido en la ciudad de La Banda, en Santiago del Estero, su relación con la música existe desde chico. Familia de músicos, Peteco cuenta en distintas ocasiones que “tocar la guitarra fue algo natural ya que siempre había una guitarra en mi casa. Mi viejo tocaba todos los días y estaba en plena actividad. Yo he aprendido mirando, casi sin darme cuenta”.
Esta convivencia con la música y su naturalidad para abordarla, se muestra en cada escenario en el que actúa. Dueño de una libertad espiritual que conmueve, Peteco Carabajal hace que cada recital se sienta como único. El 7 de junio a las 20, el músico santiagueño actuará, con entrada libre y gratuita, en el Patio de Rectorado de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), con motivo de los festejos por el 90º Aniversario de la Reforma Universitaria.

Folklore es igual a pueblo
Dice Peteco, ”la música popular, por más de que esté ajustada a las cosas de la industria, siempre tiene una conexión con la marcha del pueblo, con lo que le va aconteciendo”. Su obra condensa la pureza folklórica y matiza con influencias musicales tanto ancestrales como contemporáneas. Se puede escuchar huellas de flamenco en temas como Violín del monte, cierto pop progresivo en Antes del fin; y las cadencias nostalgiosas en las chacareras clásicas.
Integrante de MPA (Músicos Populares Argentinos), Los Santiagueños y Los Carabajal, ha recorrido con su música todo el país y ha tocado en el exterior. A los 52 años de edad es tiempo de reflexiones, críticas y cosechas. Reniega de los espejitos de colores del “nuevo folklore”, y sostiene que “no es el verdadero sentir de un pueblo cantar cuestiones que tienen que ver solamente con una relación sentimental, sino que están faltando un montón de otras cosas en ese mensaje”.
Es que Peteco Carabajal, conoce su tierra y cuenta de ella. Sus letras son crónicas de la realidad, denuncias de la desigualdad social y descripciones de su paisaje. Su música es reflejo y nutrición de la vida cotidiana de su morada santiagueña. El tiempo le ha dado sus frutos, es emblema para nuevos músicos y sus canciones son parte del repertorio popular argentino. Su búsqueda radica en valorar la herencia y potenciar la creatividad.