El viernes
"Paula" se proyectará en el Ciclo de Cine y Artes Plásticas
Lunes 8 de octubre de 2018 / Actualizado el lunes 8 de octubre de 2018
Situada en Alemania, a principios del siglo XX, la película cuenta la historia de la joven artista Paula Becker. Realizó al menos 750 lienzos, 13 estampas y cerca de un millar de dibujos en apenas 31 años de vida.
En el marco del Ciclo de Cine y Artes Plásticas, el viernes 12 de octubre a las 20.30 se proyectará "Paula", de Christian Schwochow (Francia, Alemania, 2016) en el auditorio del Museo de Arte Contemporáneo de la UNL, Bv. Gálvez 1578.
El título es "Paula" (Alemania-Francia/2016) y la figura, Paula Modersohn-Becker. Nacida en Dresde en 1876, la pintora realizó al menos 750 lienzos, 13 estampas y cerca de un millar de dibujos en apenas 31 años de vida. Con el tiempo fue la primera mujer en tener un museo dedicado a su obra en Europa, convirtiéndose en una de las grandes referentes de la primera etapa del expresionismo alemán.
Además de la direccióni de Schwochow, el elenco está integrado por Carla Juri, Albrecht Schuch, Roxane Duran, Joel Basman y Stanley Weber.
La entrada es libre y gratuita. El ciclo está organizado por Cine Club Santa Fe; Asociación de Artistas Plásticos y Museo de Arte Contemporáneo.
La trama
Alemania, principios del siglo XX. La joven artista Paula Becker está decidida a seguir sus propias normas. A sus 24 años rechaza las convenciones establecidas y explora su estilo único, mientras florece en la comunidad artística de Worpswede, donde entabla amistad con la artista Clara Westhoff y el poeta Rainer Maria Rilke. Al casarse con el también pintor Otto Modersohn, cree haber encontrado a su alma gemela creativa, pero cinco años destinados a la vida doméstica hunden el espíritu de Paula, así que decide viajar sola al bohemio París, donde se embarca en un largo y esperado periodo donde su imaginación culmina e intenta autorrealizarse.
La primera parte del film de Christian Schwochow muestra los inicios de Modersohn-Becker en una escuela donde profesores y compañeros descreen de su talento. Lo mismo que su padre, dispuesto a todo con tal de que trabaje. Los planos elegantes, cierta solemnidad en los diálogos y el regodeo en el diseño de arte y el vestuario decimonónico preludian una biopic al uso plagada de lugares comunes. Y es cierto que algo de eso hay en las dos horas de metraje, pero también que a medida que la protagonista adquiere contornos y gramaje el asunto se vuelve más interesante.
Una vez instalada en París, después de divorciarse de su marido, un pintor exitoso y viudo, Paula -película y personaje- ajusta su sintonía fina. La historia se despoja de su aura melodramática y se adentra en el terreno de la disputa por la instalación de un canon artístico. La lucha de Paula es, pues, tanto una reivindicación de género como de la libertad creativa, aun cuando el costo sea la propia vida.