Sociedad
Patrimonio y turismo como estrategia de desarrollo solidario
Lunes 27 de septiembre de 2021 / Actualizado el lunes 27 de septiembre de 2021
Se conmemora el Día Mundial del Turismo. En tiempos de esfuerzos para la reactivación del sector esta edición se centra en el crecimiento inclusivo. La UNL mediante un proyecto de extensión trabaja sobre el eje patrimonio y turismo el Paraje La Boca.
El 27 de septiembre se celebra mundialmente el día del turismo. Este año, bajo la consigna “Turismo para un crecimiento Inclusivo” la Organización Mundial del Turismo (OMT) invita a reflexionar a sus Estados Miembros, a los organismos de Naciones Unidas, a las empresas y a las personas en general sobre la capacidad única del turismo de garantizar que no se deje a nadie atrás cuando se empiecen a reabrir nuevamente las fronteras. Se plantea que la reactivación del turismo, luego del enorme impacto generado por la pandemia, ayudará a impulsar la recuperación y el crecimiento, pero es esencial que los beneficios que se generen se distribuyan de manera amplia y justa.
En este marco, la Universidad Nacional del Litoral (UNL) comparte la experiencia que está llevando adelante a través del proyecto de extensión de interés institucional “Paisaje de islas: patrimonio y turismo como estrategia de desarrollo solidario” en el Paraje La Boca, Alto Verde, dirigido por la Mg. Patricia Mines. Se trata de una experiencia que recupera años de trabajo en la zona y entrelaza diferentes acciones y equipos de trabajo de los Programas de Extensión Ambiente y Sociedad; Economía Social y Solidaria con docentes, graduados y estudiantes de las facultades de Arquitectura Diseño y Urbanismo (FADU), Humanidades y Ciencias (FHUC), Ingeniería y Ciencias Hídricas (FICH), Ciencias Jurídicas y Sociales (FCJS), Ciencias Económicas (FCE).
Patrimonio natural y cultura isleña
Alto Verde y el paraje La Boca, son barrios de la ciudad de Santa Fe, surgidos con la construcción del Puerto a inicios del siglo XX. A pico, pala y carretilla se abrió el canal de acceso de más de siete kilómetros de largo, rectificando y profundizando el cauce del río. Sobre la tierra depositada a un lado, se asientan los primeros pobladores.
Desde hace más de 10 años, equipos de extensión de la UNL que trabajan en el área coinciden en identificar una sub-valoración y sub-aprovechamiento de un patrimonio natural -representativo de la eco-región del delta e islas del río Paraná- y cultural singular -relacionado con la cultura isleña y el rol portuario del asentamiento- fuertemente presionado y en proceso de degradación.
“Desde diferentes espacios venimos reuniendo informaciones significativas, en donde patrimonio, identidad, escenarios paisajísticos, riqueza biológica, contrastes y vulnerabilidad hídrica son parte del paisaje cotidiano” remarcó Patricia Mines. Se identifica una infraestructura y servicios públicos deficitarios y poco adecuados para habitar y producir sustentablemente en territorios de isla y escasas oportunidades de trabajo endógenas que obligan a largos traslados al centro de la ciudad. Asimismo, la producción local vinculada a la pesca, caza, apicultura son poco desarrolladas con actividades turísticas desorganizadas y de tipo extractivista, generando un desaprovechamiento de iniciativas de turismo comunitario incipientes. Entender las problemáticas y reconocer las potencialidades han permitido avanzar en una propuesta para poder pensar en un desarrollo de turismo sustentable y comunitario.
Estrategia de turismo comunitario local
Para poder generar una estrategia de turismo comunitario local es importante tener un enfoque territorial ambiental con énfasis en la dimensión cultural y solidaria del desarrollo sustentable. Desde el año 2019, la UNL junto a los/as vecinos y organizaciones del Paraje La Boca viene trabajando en la construcción de un producto turístico comunitario, utilizando estrategias de construcción colectivas que involucran saberes y sabores propios de las/os vecinas/os.
En los talleres de trabajo, las y los vecinos señalaron que "esta experiencia es muy buena, aprendimos cosas que no sabíamos y al encontrarnos con gente de afuera pudimos presentar el lugar" y destacaron "a través de nosotros, logramos que los turistas pudieron conocer como es La Boca".
Sobre esta base, se ha iniciado un camino de “incubación” de turismo solidario que se encuentra en proceso de ascendente consolidación. “El turismo en La Boca puede ayudar a impulsar la recuperación y el crecimiento, pero es esencial que lo realice garantizando que los beneficios que se generen se distribuyan de manera amplia y justa entre los vecinos del lugar”, destacó Mines. Para ello, se busca que los propios vecinos se apropien de su territorio y lo autogestionen para recibir visitantes, en función de las potencialidades del área: su historia, idiosincrasia costera, el río y la pesca. “Mapeamos instituciones, identificamos el patrimonio natural y cultural presente en las formas de vida, costumbres y tradiciones y a partir de eso, analizamos la posibilidad de diseñar una propuesta adecuada al lugar y que genere oportunidades en la población” remarcó Alba Inmof, integrante del proyecto. El proyecto plantea una articulación entre lo natural, lo social y lo económico. Para generar un turismo con características comunitarias y autogestionado, implica pensarlo con la participación directa y permanente de los pobladores, donde puedan gestionar su propio territorio. La autogestión, es un camino que se ha iniciado en La Boca e implica dejar lado lo aprehendido en clave individual y proyectar un camino colectivo que tiene como desafío incluir las diferentes subjetividades.
De concretarse, este territorio pondría en visibilidad todo su patrimonio, cultural y natural, generando nuevas oportunidades para su comunidad.