A nivel internacional

Nuevo reconocimiento a investigador de la UNL

Lunes 19 de noviembre de 2007

El Dr. Cassano fue reconocido por una de las más prestigiosas revistas de Ingeniería Química del mundo, que le dedicó un número especial. Y a fin de mes recibirá uno de los premios Houssay que otorga la Secyt, en honor a su trayectoria.

“Siempre que uno recibe un premio no puede dejar de ponerse contento”, dijo el Dr. Alberto Cassano cuando lo notificaron que había ganado uno de los premios Bernardo Houssay, que entrega la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación (SECYT) a las personalidades más destacadas en investigación en todo el país.
Pero resulta que últimamente la alegría para Cassano ha sido doble, porque recientemente una de las más prestigiosas revistas de Ingeniería Química del mundo editó un número especial en su homenaje, con el aporte de sus discípulos, colegas y amigos. Se trata de la revista Industrial & Engineering Chemistry Research (I&EC Research), que publica la American Chemical Society y que el año próximo celebrará su centésimo aniversario.
“Una vez al año la revista elige una personalidad y prepara un número homenaje”, explicó Cassano. Ese “número homenaje” se denomina “festschrift”, que significa algo así como reunión de trabajos escritos por colegas, ex discípulos y destacadas figuras de la especialidad, en honor de alguien.
El número 23, volumen 46, de la revista fue un entero homenaje a la figura de Cassano, lo que implica un enorme reconocimiento a la trayectoria del investigador. “Conozco a casi todos los que escribieron; algunos son amigos, otros son colegas con los que me he encontrado en congresos y con los que hemos compartido trabajos. En general es un conjunto de personas que de alguna manera se relacionan conmigo”, dijo Cassano, quien actualmente es investigador superior del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), docente de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), director del Parque Tecnológico Litoral Centro y asesor científico en la Secyt.

Su trabajo
Cassano ha aportado desde hace muchos años (exactamente 47) a la investigación en ingeniería ambiental, precisamente en el desarrollo de fotoreactores para eliminar distintos tipos de contaminación. “Ya tenemos construidos 12 prototipos de fotoreactores diferentes, para contaminación aérea y acuática”, contó el investigador.
Además de su activa labor como investigador, Cassano se desempeña como asesor científico de la Secyt desde hace casi 6 años, con lo que puede darse el gusto de cumplir con uno de sus mayores placeres, que es la política científica.
“En la Secyt desarrollo mi segunda vocación, que es la política científica, tecnológica y educativa. Mi tarea es tan apasionante que me cuesta mucho desprenderme de mi escritorio”, contó Cassano, que acusa 72 años y lamenta “tener que interrumpir el trabajo después de 12 horas porque estoy realmente cansado”.
“No puse fecha de retiro, pero si tengo salud seguramente trabajaré por lo menos hasta los ochenta. Sobre todo porque tengo una hija muy joven (quince años) a quien tengo que darle el ejemplo de lo que tenemos que hacer los argentinos para cambiar el país”.

El premio Houssay
Los premios Bernardo Houssay se entregan a las personalidades científicas más relevantes del país. Tres de ellos fueron para investigadores de la UNL, uno de los cuales es Cassano.
Los premios, indicó el científico, son “una de las pocas gratificaciones sociales que tenemos los investigadores, porque ciertamente no lo es el salario y mucho menos la jubilación.  Y en este caso, me siento doblemente reconocido porque no me postulé, sino que el premio fue el resultado de una propuesta proveniente de una institución de ciencia y tecnología”, agregó Cassano, quien tuvo una especial relación con el Nóbel argentino.
“Habiendo llegado a ser un amigo posiblemente bastante insoportable del Dr. Houssay, por mi personalidad que me forzaba a discutir, aunque respetuosamente, permanentemente con él, este premio es muy particular: Salvo los obtenidos en mis estudios, mi primer premio importante como investigador lo obtuve a propuesta del Dr. Houssay en el año 1969”, recordó Cassano.
“Yo he recibido otros premios y siempre tengo la misma sensación: ¿cuánto de esto es mío y cuánto de mis excelentes colaboradores o de mi familia, que padece en más de una ocasión postergaciones por mi trabajo? Uno se siente también feliz cuando hace un buen trabajo, lo publica y tiene buena acogida o lo aplica en alguna actividad de transferencia útil. Y lo que no tiene parangón es recibir un chico o chica recién graduado/a y lograr que apruebe su tesis doctoral: es como si uno se prolongara en el tiempo a través de esta gente joven; y mucho más cuando el discípulo es tan bueno que uno termina por ser superado”, finalizó el investigador. 

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