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Psicodelia, color, rock, algo de pop y un Paraninfo desbordado terminaron de darle brillo y música a la segunda gran noche del ciclo que contó nuevamente con la transmisión en vivo por el canal de Youtube de la Universidad.

Los santafesinos pudieron disfrutar en directo y a la distancia de una noche que cambió rotundamente el clima estructurado del salón y desafió todo protocolo con música independiente de la mano del grupo local Los Todopantalla y de los platenses de Él Mató a un Policía Motorizado.

Indie con sello local

Gritos del público dieron el arranque a una noche de psicodelia y melodías indie con la llegada de Los Todopantalla al mítico escenario del Paraninfo. Un auténtico cuadro de personalidades divergentes que, a su vez, convergieron en una música que comenzó a absorber al público con clásicos como “La aventura”, “Como un río” y “Paraíso de Colastiné”.

Camisas floreadas, chupines, zapatillas, barbas, bigotes y flequillos rectos complementaron  la puesta que llevó lo indie a todos los detalles del show. Teclados, guitarras, bajo y percusión entrelazados con las voces graves y agudas por instantes se transformaron en susurros confundidos con las fluctuantes melodías.  Toques distintivos amalgamaron movimientos pélvicos de los vocalistas que terminaron por darle la rusticidad a los segmentos instrumentales fusionados con los balanceos de cabezas  de los personajes del público.

Aplausos, gritos del público, agradecimientos, hasta dedicatorias de temas a cumpleañeros acompañaron la pequeña gran demostración de sonidos ondulantes, concisos y constantes. Con gran ímpetu, Los Todopantalla se apoderaron del Paraninfo apoyados por una marea de gritos y ovaciones que agitaban con el entusiasmo de tener una banda que explota los más extravagantes sonidos con sello local. Una secuencia de interpretaciones que dejaron en claro que su posición de teloneros dejó con ganas a más de uno.

Estallido de rock platense

No fue una noche de formalidades para “Él mató a un policía motorizado” que le dio el toque final a una noche explosiva en el Paraninfo. Tampoco  lo fue para la marea de gente que se congregó para ver el regreso de la banda platense a nuestra ciudad. Con una entrada sin presentaciones y la expectativa al rojo vivo, comenzó el show con una intro de ritmos lentos que, con el correr de los temas comenzó a subir la intensidad.

Al ritmo de las palmas y gritos del público se dio pie a infaltables del ritual como “Nuevos discos, nuevas drogas”, “Magnetismo”, “Chica de Oro”, “Más o menos bien”, “Mujeres bellas y fuertes”, “Navidad de Reserva”, entre muchos otros temas que recorrieron sus trabajos de estudios y EP.

Uno de los personajes del público se acercó al escenario y con agites y sacudones de cabeza dio pie para que despierte tímidamente el infaltable pogo frente al escenario  hasta que terminó de explotar con una masa de gente saltando sincrónicamente con los estallidos de la percusión.

Un verdadero espectáculo de rock con flashes que seguían el ritmo de la música y arpegios distorsionados que provocaban la excitación de los seguidores de inquietos por los engañosos interludios de silencios entre tema y tema. Una secuencia adrenérgica que el vocalista Santiago Motorizado con su barba prominente aprobaba constantemente con sus dos pulgares hacia arriba.

Gran parte del público optó por dejar sus asientos, apropiarse del piso  y despertarse de a ratos a los saltos frente al escenario vibrante. Los músicos dialogaron con el público a su manera y no precisamente con intercambios directos. Los agradecimientos fueron concisos y contundentes. La música, potente y sostenida.

Algunos de los fanáticos rompieron los esquemas subiendo al escenario para compartir micrófono unos segundos con Santiago y vivir un instante fugaz de adrenalina. Hacia el final, un bloque de intervalo amagó con cierre para luego coquetear con algunos  temas más entre los que presentaron nuevos trabajo y dar un grito final voraz con “Mi próximo movimiento”.