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Durante el mediodía del lunes 27 de abril se realizó una videoconferencia entre el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, junto a representantes de la Asociación de Facultades de Humanidades y Educación (ANFHE), y del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN).

El ministro estuvo acompañado por Gabriela Diker, secretaria de Evaluación e Información Educativa, Jaime Perczyk, secretario de Políticas Universitarias, y Graciela Frigerio, destacada investigadora educativa que asesora al Ministerio.  Del encuentro virtual formó parte la decana de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la UNL, Laura Tarabella, en su calidad de vicepresidenta de ANFHE, junto a Aldo Lineras (presidente), Fabio Dandrea y María Gracia Benedetti, también representantes de la Asociación. Por el CIN estuvieron su presidenta, Delfina Veiravé, y su vicepresidente, Rodolfo Tecchi.

Las autoridades ministeriales señalaron que la reunión virtual se concretó con el objetivo “de recibir recomendaciones, contribuciones, robustecer los consensos que se van logrando,  además, de compartir y delinear escenarios posibles para la reanudación de las clases presenciales y obligatorias”.

Como viene manifestando en entrevistas en medios de comunicación, Trotta ratificó que “no es un momento de evaluar sino de aprender, de potenciar el aprendizaje”. Y aclaró que se está “trabajando en el marco del Consejo Federal de Educación para que cada jurisdicción tenga pautas de trabajo, para que no se sobrecargue no sólo el proceso de evaluación sino el de aprendizaje”.

Por su parte, Diker comentó que al CIN y a ANFHE se les solicitó, en particular, sus aportes sobre “las condiciones de reanudación de las clases, el delineamiento de escenarios de reanudación, y el diseño de alternativas de promoción y acreditación de grado del año escolar, entre otros aspectos”.

Tarabella calificó como “muy interesante” al encuentro que duró casi dos horas, valoró la posibilidad que le dan a ANFHE “de participar y poder realizar sus aportes, acercar miradas y habilitar espacios de intercambio de saberes teniendo como base  las investigaciones y producciones  que en materia educativa se realizan en las unidades académicas que conforman la Asociación”, y confirmó que desde ANFHE  se comprometieron a presentarles a las autoridades un documento con propuestas “en la semana del 10 de mayo”.

“La idea es sumar análisis y voces especializadas desde lo académico, para pensar la vuelta a la enseñanza presencial en escenarios distintos, de acuerdo a las posibilidades epidemiológicas”, comentó la decana de la FHUC.

Contexto

Las autoridades ministeriales compartieron con los participantes de la videoconferencia un documento titulado “Reinicio de las clases presenciales, acreditación de aprendizajes y promoción del año escolar en el marco de la emergencia sanitaria por COVID 19. Escenarios, alternativas y ejes para la consulta”, en el que se brinda un estado de situación de las medidas adoptadas y los desafíos futuros.

En el documento se señala que “la extensión planetaria de la pandemia de COVID 19 y el aislamiento como principal medida preventiva, colocan a los sistemas educativos de la mayor parte de los países del mundo frente a una situación inédita en la historia de la escolarización. Según un informe reciente publicado por OREALC-UNESCO, al 9 de abril de 2020, más del 91% de la población estudiantil del mundo (aproximadamente 1.500 millones de niños, niñas y jóvenes) ha sido afectada por el cierre de escuelas en más de 180 países, medida tomada para contener la propagación de la pandemia del COVID-19. Algunos de estos cierres son recientes, mientras que otros llevan varias semanas. En América Latina y el Caribe, esta situación afecta a más de 156 millones de estudiantes. Frente a esta situación se vienen desarrollando, en casi todos los países del mundo, distintas estrategias para sostener la continuidad del vínculo con las escuelas y los aprendizajes. Estas varían, por supuesto, de acuerdo a la disponibilidad de recursos de los Estados, los antecedentes de trabajo en entornos virtuales de los distintos sistemas educativos, las condiciones de conectividad y disponibilidad de soportes digitales en los hogares, y las condiciones de vida de los hogares”.

Agrega el documento del Ministerio de Educación de la Nación que “en simultáneo, hemos iniciado ya, junto con las autoridades provinciales, el análisis de alternativas para la acreditación de aprendizajes y la promoción del grado/año escolar y la anticipación de escenarios posibles de reanudación de las clases. Aunque a diferencia de los países del hemisferio norte (que se encuentran transitando el último tramo del año lectivo y ya empiezan a definir modalidades progresivas de regreso a clases) el estadio de desarrollo de la pandemia en la Argentina no permite establecer aún una fecha cierta de apertura de la actividad en las escuelas, es responsabilidad del Estado Nacional anticipar esos escenarios y avanzar en la construcción de los acuerdos necesarios a nivel federal para generar los marcos normativos que encuadren las adecuaciones organizativas, curriculares y de seguridad sanitaria que se consideren necesarias para la reanudación de las clases. Para ello nos proponemos ampliar las consultas y ámbitos de acuerdo de manera de construir el consenso más amplio posible sobre un asunto de altísima complejidad, que cuenta con pocos antecedentes en el mundo y que preocupa especialmente al conjunto de la sociedad”.