8 de Marzo

Mujeres y reformistas en la historia de la UNL

Viernes 7 de marzo de 2014 / Actualizado el viernes 7 de marzo de 2014

Desde diferentes ámbitos de la vida institucional Rosa Diner, Marta Samatán, Ángela Romera Vera y Olga Cosettini encarnaron los ideales reformistas. La lucha gremial, la innovación pedagógica, y la extensión fueron los ámbitos en que se destacaron

En los casi 95 años de historia de la Universidad Nacional del Litoral (UNL)  pasaron por la institución numerosas mujeres comprometidas con las ideas de universidad libre y abierta, políticamente autónoma y aseguradora del carácter estatal de la enseñanza; en ocasiones amenazadas por gobiernos militares y procesos de intervención que atentaban contra el progresismo de la Reforma Universitaria de 1918.
Cada 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, que en sus orígenes promovía los derechos laborales y la igualdad de los géneros vinculada especialmente a la lucha por el derecho a votar y participar en la vida política. Con el paso del tiempo a esas reivindicaciones del colectivo femenino se incorporaron otras, que desde diferentes ámbitos de la vida pública y privada reivindican el rol social de las mujeres.
El ámbito educativo, y la UNL en particular, no son territorios ajenos a esas luchas, que en el itinerario biográfico de Marta Samatán, Ángela Romera Vera, Rosa Diner y Olga Cossettini se encuentran alimentadas también por un fuerte compromiso con el impulso reformista.
“El temperamento, formación y fuerte opinión de estas cuatro mujeres les permitió sobreponerse a las adversidades que les planteaba el contexto. En los períodos de dictadura o de gestiones que contrariaban los principios reformistas debieron renunciar a sus cargos, y tal como ocurrió con Marta Samatán durante la intervención de Bruno Genta, ese compromiso implicó que fuera detenida”, señala Stella Scarciófolo, directora del Museo y Archivo Histórico de la UNL. Y aclara: “No fueron las únicas mujeres que formaron parte de la Universidad de una manera destacada. Lo que las distingue dentro de la historia de la UNL es haber formado parte de la institución en sus orígenes, profundizando con sus aportes el proyecto reformista”. Compartieron la pasión por la educación pública –fueron fervientes defensoras de la Ley de Educación Nº1420- y confluyeron en las actividades de extensión del Instituto Social de la UNL. Por fuera del ámbito universitario, Marta Samatán, Ángela Romera Vera y Rosa Diner impulsaron la fundación de la Unión Argentina de Mujeres filial Santa Fe.
 
Mujeres en la Extensión
Ángela Romera Vera fue Doctora en Ciencias Jurídicas y Sociales por la UNL, donde ejerció como profesora titular de la cátedra de Sociología, adjunta interina en Filosofía del Derecho; docente en la Facultad de Ciencias de la Educación de Paraná; y en la de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación, de Rosario. Llegó a integrar el Consejo Directivo de Derecho, y el Consejo Superior de la UNL; y cumplió un rol importante en la reforma del Estatuto Universitario de 1958, donde por primera vez las mujeres participaron activamente. En ese contexto defendió fervientemente que la extensión fuera considerada en el mismo nivel que la docencia y la investigación como actividades propias de la institución.
Como docente trascendió con su labor el espacio del aula, continuando la enseñanza en reuniones que se prolongaban en los pasillos de la Facultad y los cafés. Además, condujo el área de Extensión del Instituto Social de la UNL, y dirigió el Departamento de Sociología a través del cual innovó en metodología de la investigación haciendo uso de una “Encuesta Social”, que incorporaba un registro fotográfico al estudio de la realidad de Santa Fe y la región. De esa experiencia surgiría la invitación a Fernando Birri para coordinar una jornada de “Introducción al fotodocumental”, que sentó las bases para la creación del mítico Instituto de Cine de la UNL.
Junto a Rosa Diner integraron las comitivas que promovieron las actividades de la UNL en todo su radio de influencia a través de conferencias en bibliotecas públicas y de la producción editorial. Ambas convergieron en esas iniciativas que ponían en circulación las ideas y pretendían barrer con las fronteras sociales, económicas y políticas que limitan el acceso al conocimiento.
En la trayectoria profesional de Rosa Diner como Profesora de Historia, y a través de su militancia política, la mujer fue un tema central sobre el que trabajó bajo el auspicio del Instituto Social de la UNL y asociaciones intermedias de la ciudad.
En el contexto de la Segunda Guerra Mundial, Diner participó en organizaciones Pro Aliados; y se afilió al Partido Socialista en tiempos de alianzas antifascistas y frentes populares.
Por fuera del ámbito universitario, formó parte de entidades como la Asociación Amigos de la Infancia (desde 1928), con un claro perfil educativo y social que se ocupaba de niños en situación de riesgo social. Además contribuyó a la organización de la Biblioteca Pedagógica Domingo Faustino Sarmiento, y ad honorem ejerció como docente del Bachillerato Nocturno del Colegio Nacional.

Pedagogía y lucha gremial
Marta Samatán fue maestra en el nivel primario, abogada egresada de la UNL, y gremialista. En el ámbito sindical trascendió como impulsora de la fundación de la Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafe), de la que fue su primera presidenta. Ese compromiso político sería el motivo de su detención en 1943.
En la UNL su tarea se vería condicionada por los avatares de la política nacional: había ingresado como traductora de la Biblioteca de la Facultad de Derecho en 1938, pero el cargo le fue vedado hasta que pudo regresar luego de 1955, año en que fue nombrada Delegada en el Instituto Social. Formó parte del Departamento de Pedagogía Universitaria, donde formó una biblioteca especializada que sería desmantelada en 1966.
Escribió novelas donde abordó historias de mujeres que sobreviven en ámbitos opresivos, y textos académicos donde rescata la figura de educadoras valorables, y reflexiona sobre las condiciones necesarias para que el género femenino pueda “hacerse a sí mismo”. Además dictó conferencias para la Sección Extensión Universitaria del Instituto Social, entre las que se destaca una referida a los derechos civiles de la mujer argentina.
Al igual que Ángela Romera Vera militó en la Unión Cívica Radical; fue la primera presidenta de la sede local de la Unión de Mujeres Argentinas, y el mismo rol cumplió en la Asociación de Escritores Santafesinos (Asde).
Para Olga Cossettini la educación también sería un ámbito donde ejercer un compromiso y generar condiciones para transformar la sociedad. Llegó a ser reconocida internacionalmente por su adaptación de la propuesta italiana de Gentile y Lombardo Radice a la experiencia rupturista de la “Escuela Serena”, donde puso en cuestión la relación de los alumnos con el conocimiento, de la escuela con la sociedad, y la diferenciación tradicional entre juego y aprendizaje.
Los resultados de su práctica innovadora y la fundamentación teórica de esa propuesta fueron difundidos en la segunda mitad de la década de 1930 en conferencias regionales del Instituto Social de la UNL, que la integraría luego como asesora.
Con excepción de los períodos en los que fue cesanteada, se desempeñó en diferentes instituciones. En 1957 asumió como directora de la Escuela Superior de Danzas de la UNL, mientras continuaba asesorando al Instituto Social.


 

 

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