Salud
Mucho peso, poca sal y menos humo
Jueves 9 de octubre de 2014 / Actualizado el viernes 17 de octubre de 2014
Argentina avanza en reducción de consumo de tabaco, exposición al humo e ingesta de sal, pero continúa con un preocupante nivel de sobrepeso y obesidad.
Según lo determinó la Tercera Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR), realizada entre octubre y diciembre de 2013 por el Ministerio de Salud y el Instituto de Estadística y Censos (INDEC), cuyos resultados se revelaron en el mes de septiembre, en nuestro país se detectó una baja en el consumo de tabaco y la exposición al humo respecto al sondeo efectuado en 2005. Sin embargo, lo que no disminuye sino que persiste, e incluso se incrementa, es el sobrepeso y la obesidad. Este último factor se ha convertido, desde hace tiempo en un tema de preocupación tanto a nivel mundial como nacional, ya que afecta a grandes y chicos de todos los estratos sociales.
Porcentajes
Respecto al consumo de tabaco, que en el estudio de 2009 era del 27,1%, descendió dos puntos en 2013, hasta el 25,1%. En el mismo lapso, la exposición al humo de tabaco ajeno se redujo del 34 al 25%, mientras que en bares y restaurantes hubo una fuerte disminución: del 47,2 al 23,5%. La prevalencia de obesidad pasó del 14,6% registrado en 2005, cuando se realizó la primera ENFR, al 18% en 2009 y el 20,8% en 2013; lo que implica un aumento del 42,5% entre 2005 y el año pasado. En tanto, la encuesta de 2013 determinó que casi seis de cada diez personas registraron exceso de peso mientras que en 2005 eran cinco.
En relación al exceso de peso registrado, se reveló que el promedio diario de consumo de frutas y verduras no registró cambios sustanciales en las diferentes mediciones realizadas, arrojando un saldo de 1,9 porciones mientras que la OMS recomienda la ingerir 5 porciones por día.
En cuanto a la reducción del consumo de tabaco y exposición al humo, las disminuciones más notables se han registrado en las provincias donde rigen las leyes de ambientes cien por ciento libres de humo como, por ejemplo, Buenos Aires, Mendoza y Santa Fe, entre otras. En el caso de nuestra provincia la Vigencia de la Ley Antitabaco rige desde el 10 de noviembre de 2005 y se aplica en la gran mayoría de los lugares cerrados como bares y oficinas. Incluso, establece sanciones a las personas que fumen en lugares cerrados. Por otra parte, los comercios donde se infrinja la ley pueden sufrir multas de 450 a 1.050 pesos, los cuales pueden duplicarse si en el momento de la contravención se detectan menores o embarazadas.
Compromiso colectivo
Matías Candioti, médico clínico y secretario académico de la Facultad de Ciencias Médicas (FCM) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), comentó que “la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció como meta para el año 2025 frenar la progresión de la obesidad que viene en aumento año tras año”.
En cuanto a la situación actual, Candioti dijo que “hay un incipiente aumento de personas con enfermedades cardiovasculares producto, en la gran mayoría de los casos, de los llamados factores de riesgo cardiovasculares, de los cuales se destacan sobrepeso, obesidad y tabaquismo, entre otros”.
Respecto a los resultados arrojados recientemente de la Tercera ENFR, donde muestran que la Argentina mejora en la disminución de consumo de tabaco, exposición al humo e ingesta de sal, el especialista considera que han contribuido a ello las campañas de concientización, la normativa regulatoria que impide el fumar en determinados espacios. También aquella que impacta sobre el uso del cloruro de sodio (sal) a la hora de sentarse a comer fuera del hogar.
Refiriéndose a los demás FR, Candioti expresó que “preocupa, a nivel global, el incremento constante que se observa del sobrepeso, obesidad y sedentarismo. Esto impacta y mucho en la salud de las poblaciones y, quizá, algo muy alarmante es como se evidencia esto en los niños”.
Por otra parte, analizó “que los hábitos de vida actuales, la globalización, el sedentarismo, los horarios laborales, han contribuido al incremento de la obesidad, que ya es considerada una epidemia a nivel mundial”. Apuntó, además, que “el cambio debe empezar por nosotros mismos, con la práctica regular de actividad física aeróbica, una nutrición saludable, que contribuyen al descenso de peso. Educar a los chicos, fomentándoles el alimentarse en forma adecuada y estimulándolos a que realicen prácticas deportivas. Sería próspero también alentar la construcción de kioscos saludables en las escuelas, entre otros”.
El médico, concluyó que “más allá del trabajo que se viene realizando en prevención y educación, todo ello debería acompañarse con un cambio en los paradigmas de la sociedad, que involucra a todos, a ONG, a los gobiernos locales, provinciales y al nacional. Para ello también debe estar comprometido todo el equipo de salud para que poder abordar este flagelo en forma interdisciplinaria”.