Noche de música
Miles de santafesinos disfrutaron del Recital Aniversario de la UNL
Viernes 7 de octubre de 2016 / Actualizado el viernes 7 de octubre de 2016
Lisandro Aritimuño e Infusión Kamachuí celebraron los 97 años de la UNL con casi cuatro horas de música en la puerta del Rectorado. Cerca de 7.000 personas asistieron a una noche memorable.
Quince minutos pasaron de las nueve de la noche cuando la banda santafesina de rock fusión, Infusión Kamachuí, inauguró el escenario del 97º Aniversario de la UNL. La banda santafesina fue la responsable de abrir una noche más que agradable para escuchar canciones bajo la luna. Lisandro Aristimuño, que esperaba detrás del telón de la explanada, entró a escena a las diez y media de la noche del jueves saludando a los presentes y dándoles una cálida bienvenida al festejo de la Universidad.
Siete músicos sobre el escenario, más un sonidista con un rol destacado pusieron en marcha dos violines, una batería, un violoncello, un quatro y dos guitarras, que acompañadas por la voz de Rocío Aristimuño en coros y la de Lisandro, emprendieron el extenso camino de 19 canciones que llegó a su fin bien entrada la medianoche.
Citas musicales de Gustavo Ceratti, Catupecu Machu o Bob Marley fueron solo algunos de los arreglos propuestos por Aristimuño y su banda en una recorrida por sus siete discos editados que incluyó ABC –primer acorde de la lista–, Para vestirte hoy, Tu nombre y el mio, La última prosa –la canción más triste del mundo, aunque positiva, según su autor–, Green Lover –dedicada a las Abuelas de Plaza de Mayo– y los infaltables Me hice cargo de tu luz y Pozo que pusieron en movimiento pies y hombros del público que atento coreaba desde el asfalto.
“Que viva la educación pública” fue una de las frases que el músico rionegrino repitió durante la velada en la antesala de los temas.
Canción de Amor, la música que identifica a Litus TV, el canal de la Universidad y que muchos de los presentes corearon, daba cuenta que el fin estaba cerca. Elefantes cerró la cita a la que asistieron casi 7.000 personas a deleitarse con un repertorio que fue del rock y el pop, pasando por variantes electrónicas y tradicionales de folclore.
Infusión Kamachuí, locales con proyección
Con sus rostro maquillados para la ocasión y con movimientos teatrales sobre las tablas, Esteban Lagger (guitarra y coros); Luciano Dato (batería); Pablo Ferreira (voz); Iván Wolkovicz (bajo) y Carlos Bechi (guitarra) ejecutaron nueve temas de su repertorio de relatos sonoros que pintan paisajes con cuidadas secuencias e intensidades.
Ramas tocando el río, Bruma y Espina, fueron algunos de los temas adelanto de su cuarto disco Espesura. Y con nuevos sentidos puestos a tono del material que será presentado en pocos días en la ciudad, se escucharon Al caer y Cúpula.