Avances en mediciones fluviales
Miden caudales del Paraná durante el pico de la crecida
Lunes 29 de julio de 2013
Son los primeros valores que se obtienen en las últimas décadas en forma simultánea en un área de 1.500 km 2 del río Paraná. Las mediciones fueron realizadas en el marco de un proyecto de investigación de la UNL que evalúa cambios geomorfológicos de un sector
“Hoy podemos ‘tomar una fotografía’ del funcionamiento conjunto del sistema fluvial en un área considerable, cuando no hace muchos años atrás sólo podíamos evaluarlo en forma muy fragmentada en tiempo y espacio”, ilustró Carlos Ramonell, docente e investigador de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (FICH) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), en alusión a la rapidez y precisión que ofrecen métodos y tecnologías de medición modernos utilizados en un proyecto que evalúa los cambios geomorfológicos del sistema del río Paraná, en un área que incluye al conglomerado Santa Fe-Paraná.
En el marco de este trabajo, investigadores de la FICH midieron con tecnología de última generación velocidades de la corriente, profundidades y otras variables hidráulicas en esa zona, en más de 20 cauces interiores de distinto tamaño del Paraná, en una superficie de 1.500 km2 ubicada, aproximadamente, entre Santa Rosa de Calchines y Santa Fe.
Del 23 al 25 de julio, se registraron cerca de 31.000 metros cúbicos por segundo en todo el ancho del valle, un valor característico de crecidas ordinarias del río. “Este tipo de mediciones, simultáneas en la totalidad del área de estudio, no se realizaban desde la década de los 70. Además merece destacarse que, en este caso, fueron casi coincidentes con el pico de la crecida”, remarcó Ramonell, director del proyecto.
Al respecto, Ricardo Szupiany, docente e investigador de la FICH-UNL que también participa en este trabajo, señaló que “hace no muchos años atrás hubiese sido imposible medir esta zona completa durante el pico de una crecida. Hoy, en cambio, podemos tener una evaluación global de todo el sistema al mismo tiempo”.
Según los investigadores, mediciones como éstas hace unas décadas solían demandar hasta meses de trabajo, mientras que en la actualidad llevó sólo tres días. “Es que el instrumental acústico con efecto Doppler que hoy utilizamos permite obtener valores precisos de caudal en cuestión de minutos, en secciones extensas del cauce principal del río, que en algunos sitios supera los 3 km de ancho”, enfatizó Francisco Latosinski, docente de la FICH y becario del CONICET que integra el proyecto.
Medir en el pico
En situaciones de crecidas o bajantes de los ríos no sólo la altura hidrométrica es un parámetro relevante. Conocer cómo se distribuyen las velocidades y profundidades a lo ancho del curso –mediciones necesarias para obtener los caudales– también es clave para la gestión sostenible del sistema natural. “Todas estas variables intervienen en los cambios del paisaje, básicamente geomorfológicos, produciendo fenómenos erosivos y de sedimentación en la planicie aluvial del río Paraná y sus islas”, explicó Ramonell.
No obstante, aclaró Szupiany, en el proyecto se consideran tanto los niveles hidrométricos altos como los medios y bajos.
“Para entender el comportamiento del sistema fluvial es necesario medir las condiciones hidro-sedimentológicas en diferentes alturas hidrométricas del río, incluyendo los niveles extremos. Esta información es valiosa para el diseño de obras de ingeniería, como puentes y defensas costeras, para evaluar su resistencia ante erosiones, entre otros aspectos que pueden ser condicionados por las transformaciones del paisaje”, subrayó.
Desarrollo territorial
El proyecto es un CAI+D Orientado de la UNL, integrado por un equipo interdisciplinario de especialistas de la FICH y de la Universidad Nacional de San Martín, y profesionales de la Municipalidad de Santa Fe y del Ministerio de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente de la provincia de Santa Fe. Su propósito es evaluar cambios en la configuración de los cauces y el paisaje isleño en un tramo del río Paraná, estudiando la interrelación entre fenómenos hidráulicos, geomorfológicos y ecológicos. Con los resultados del proyecto se espera contribuir al establecimiento de pautas e indicadores para el manejo y desarrollo territorial sostenible del área de estudio.
En este contexto, las mediciones de la distribución del caudal total del río a través de su red de cursos de agua son fundamentales, ya que permiten detectar, entre otras transformaciones, la apertura o el cierre de cauces, es decir, cambios morfológicos locales que alterarán, en los próximos años o décadas, la configuración del escurrimiento en la zona.
Al respecto, Ramonell comentó que “los resultados parciales de este proyecto indican que, en los últimos 40 años, el ancho medio del río Colastiné ha disminuido un 25% y otros cauces se han cerrado definitiva o parcialmente. Otro sector que viene sosteniendo cambios morfológicos significativos corresponde a los arroyos Potrero y Leyes y su delta, que avanza sobre la laguna Setúbal”. Asimismo, se ha notado una incidencia significativa de la vegetación en la morfodinámica del sistema. “La vegetación enraizada en el interior de algunos cauces del valle del río Paraná favorece la sedimentación de materiales limo arcillosos que conducen al cierre de estos cauces. Este fenómeno, que insume tiempos del orden de décadas, opera en riachos pequeños, de 20 o 30 m de ancho, así como en cauces secundarios importantes, como el Colastiné, de más de 300 m”, confirmó el investigador.
Medición y dinámica de grandes ríos
Sobre este tema, el grupo de investigación de la FICH organizó el III Simposio sobre Métodos Experimentales en Hidráulica, realizado en marzo de 2013, y el Sexto Simposio sobre Hidráulica de Ríos, que se llevará a cabo del 6 al 8 de noviembre de este año en el Paraninfo de la UNL. Más información: www.fich.unl.edu.ar/rios2013