Conclusiones
Medicina legal, una auxiliar de la justicia
Lunes 30 de marzo de 2015 / Actualizado el jueves 9 de abril de 2015
La muerte del fiscal Nisman reavivó el interés por esta disciplina médica que ayuda a resolver cuestiones legales. La importancia de la trayectoria y de las teorías científicas reconocidas en una especialidad donde el 80% son deducciones.
Un hombre muerto en el baño, un arma, sangre, puertas cerradas por dentro, tres informes periciales con diferentes hipótesis sobre la hora de muerte y miles de dudas que se van develando a cuentagotas convierten a la muerte del fiscal Alberto Nisman en una verdadera novela policial, donde uno de los principales protagonistas es la medicina legal o forense.
“Para muchas personas, los médicos legistas son los que están con los muertos, los que hacen las autopsias pero la medicina legal es una especialidad del rango y la jerarquía de cualquier otra especialidad médica que refiere a todas las cuestiones de orden médico vinculadas a la cuestión legal”, explica Pascual Pimpinella, jefe del Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial Santa Fe, docente y coordinador de Posgrados en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional del Litoral.
Lamentablemente, como cada vez hay más hechos de violencia, empiezan a trascender los temas de medicina legal y cuando estos hechos tiene un contexto como el caso Nisman, mucho más”.
Detectives, hipótesis y teorías
Al igual que sucede con otras disciplinas médicas, la medicina legal es una rama compleja, que se va modificando con la aparición de nuevas herramientas y técnicas. El método que se aplica en la UNL es trabajar con casos reales y analizar la forma de llegar a un resultado.
Volviendo al caso Nisman, Pimpinella explica que hoy el mayor debate está puesto en torno a la hora de la muerte, ya que hay tres informes periciales que difieren entre sí: el del médico que realizó la autopsia indica que la muerte ocurrió entre 8 y 10 horas de encontrado el cadáver, otro informe de un médico legista que fue al lugar del hecho, habla de entre 6 y 8 horas; y hay otro informe técnico de otro medico legista, que sostiene que la muerte pudo haberse producido entre 24 a 36 horas de hallado el cuerpo. “A partir de estos tres informes comenzamos a dar las explicaciones técnicas de porqué pudieron haber surgido estas divergencias y de esa manera el alumno va aprendiendo las técnicas utilizadas para determinar la hora de muerte. Una persona que desconoce del tema podría pensar que hay alguien que miente pero puede ser que cada perito utiliza una técnica distinta y llega a conclusiones distintas”.
Además del cuerpo, hay otros elementos encontrados en la escena del crimen, que también brindan información y ayudan a resolver un caso. La mancha de sangre en el baño donde fue encontrado el cuerpo de Nisman es uno de ellos. “La sangre en el espejo es el elemento objetivo, estaba ahí y nadie lo puede discutir. La cuestión es cómo llegó hasta allí. Se hace lo que se llaman las inferencias y se va reconstruyendo la probable posición del cuerpo. Por ejemplo, sin conocer este caso en particular, puedo decir que si yo tengo una gota de sangre a un metro de altura y la sangre vino de la cabeza, la altura de la cabeza tenía que estar a un metro del piso. Y para que la cabeza esté en esa posición la persona debe haber estado arrodillada”.
Aunque existen softwares muy desarrollados, Pimpinella destaca que el 80% de las deducciones parten de un rastro, una huella encontrada en algún lugar en la escena del crimen. “Desde el punto de vista científico, la medicina legal permite mucha discusión porque al ser deducciones son construcciones razonables de una persona, pero alguien distinto puede construir de manera diferente y tener otra hipótesis. Por eso lo que hay que tener en claro es desde qué punto de partida se hacen esas deducciones, por ejemplo, analizando si las técnicas usadas son reconocidas científicamente en el mundo”.
Una forma de bajar el nivel de incertidumbre es sumando experiencia. La trayectoria de un médico legista, que vio cientos de casos y analizó miles de cadáveres se vuelve fundamental a la hora de dar sustento a sus opiniones. “Cuando la ex esposa de Nisman planteó la presencia de peritos de parte, lo primero que remarcó fue que la iba a el Dr. Raffo que tiene mas de 20 mil autopsias realizadas. En esta cuestión donde la mayoría es deductivo, la trayectoria es lo que más se necesita para la resolución de los casos”.
Aumento de inscriptos
Al margen de estas cuestiones técnicas, lo cierto es que muertes como las de Nisman, Dolores Rawson o incluso casos históricos como el del Che Guevara, elevan el interés de la gente por esta disciplina que tiene mucho de detectivesca. “En la carrera de medicina legal tenemos 80 alumnos divididos en dos cohortes. Antes de cerrar el ciclo 2014 teníamos 46 pre inscriptos para el ciclo 2015-2016 y actualmente hemos llegado a 215 pre inscriptos. Indudablemente, después del caso Nissan, la gente esta ávida por saber lo que pasó y no solamente en el mundo de los ciudadanos sino de la disciplina, de la especialidad medica. La medicina legal es para el médico lo que es para el ciudadano, algo donde hay muchas cosas de ficción y que hay que tener una explicación científica de porque son estas cosas así, como se pueden resolver estos temas”.
A pesar del renovado interés por la carrera y con todos los avances y desarrollos de nuevas técnicas, Pimpinella es muy cauto y destaca que es un error creer que el médico legista va a resolver los casos. “La medicina legal es una auxiliar de la justicia, hay una relación muy directa con el derecho, van mancomunados en resolver los casos. La medicina, a través de sus aportes tiene que ayudar a resolver ese caso, pero tienen que trabajar mancomunadamente”, concluyó.