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Pasadas las 19 del miércoles 7 de octubre, estudiantes y graduados se encontraron en el Patio de los Naranjos de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales para intercambiar experiencias, motivaciones, logros y retos en distintos ámbitos laborales vinculados al ejercicio de las profesiones de abogado/a y trabajador/a social. En el panel, Augusto Montero, Alejandra Álvarez y Adrián Berdini, compartieron sus recorridos y desafíos al respecto.  
Álvarez, profesora de la cátedra Práctica Profesional Final en esa facultad, inició el diálogo marcando la importancia de debatir acerca del ejercicio profesional en tanto instancia que no está premeditada ni determinada de por vida y que, con ello, plantea grandes desafíos, como la formación constante, la atención a las discusiones que se plantea cada ámbito profesional en la época, el diálogo entre los saberes académicos y los que aporta la práctica, entre otros. Montero, por su parte, reconstruyendo su fugaz paso por el ejercicio liberal de la profesión y su posterior desempeño en la academia desde la investigación y la extensión universitaria, propuso pensar en “cuáles son los lugares en los que uno se siente bien, más cómodo, y no absolutizar toda la práctica profesional”.
Luego de un primer momento de exposición, la jornada se tornó en un ameno intercambio hasta aproximadamente las 21.30 hs. Se charlaron temas como los de contar con una medida ambición como motor, la necesidad de controlar la ansiedad acerca del futuro profesional, teniendo en cuenta que los logros nunca son totales y la importancia de confiar en uno mismo y tomar decisiones en función a los propios deseos.

La interdisciplina y el trabajo en equipo
Los tres disertantes insistieron en la relevancia del trabajo en equipo y el dialogo de profesiones, en la necesidad de abrir la mirada y trabajar con otros. En este sentido Adrián Berdini, licenciado en Trabajo Social y también profesor de la casa, expresó “Las problemáticas actuales rompen con las miradas unidisciplinarias, no pueden ser abordadas ya desde una sola disciplina ni menos individualmente. Hoy, uno de los grandes desafíos es encontrar respuestas a estas nuevas problemáticas desde miradas integrales y respuestas transversales, sin encerrarnos en una disciplina ni en una institución”. Montero también rescató el valor de formar parte de espacios colectivos, partiendo de la idea de que el trabajo en equipo potencia el de cada profesional y permite abordajes más complejos.

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El encuentro se desarrolló en el marco de las IV Jornadas de la Extensión y la Cultura, que tuvieron lugar del 6 al 10 de octubre en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, y es parte del ciclo de charlas “Me recibo y ahora qué”, del Programa Graduado Embajador de la Secretaría de Vinculación Tecnológica y Desarrollo Productivo de la UNL, en el cual están proyectados más espacios de este tipo a lo largo del año.
Este programa coordina diversas acciones que apuntan a continuar el vínculo que los graduados tienen con la casa de estudios, desde los estímulos para la iniciación a la investigación o la continuación de posgrados, los servicios de búsqueda laboral, los servicios tecnológicos, el asesoramiento para emprender y la posibilidad de integrar redes de intercambio internacionales.