2 de abril
Malvinas y los combates por la historia
Jueves 31 de marzo de 2022 / Actualizado el viernes 1 de abril de 2022
A 40 años de la guerra, el análisis histórico puede ampliar la mirada sobre el teatro de operaciones y el proceso bélico en sí mismo, para pensar el impacto de esos 74 días en el colapso de la dictadura y en la transición democrática.
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Cementerio local de Puerto Argentino. Crédito: Gustavo Peretti, Depto. Geografía-FHUC. 2016
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Calle céntrica de Puerto Argentino. Crédito: Gustavo Peretti, Depto. Geografía-FHUC. 2016
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Iglesia anglicana en Puerto Argentino. Crédito: Gustavo Peretti, Depto. Geografía-FHUC. 2016
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Bar de Puerto Argentino. Crédito: Gustavo Peretti, Depto. Geografía-FHUC. 2016
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Correo postal de Puerto Argentino. Crédito: Gustavo Peretti, Depto. Geografía-FHUC. 2016
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Paisaje malvinense. Crédito: Gustavo Peretti, Depto. Geografía-FHUC. 2016
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Paisaje malvinense. Crédito: Gustavo Peretti, Depto. Geografía-FHUC. 2016
Con el Día del Veterano y de los Caídos en la guerra de Malvinas comienzan a conmemorarse los 40 años del conflicto entre Argentina y Gran Bretaña, que escaló una disputa histórica por la soberanía sobre las islas. La efeméride señala un proceso que va desde el desembarco de las tropas hasta la rendición militar del 14 de junio, pero puede pensarse en el marco más amplio de la historia argentina. Para Marcelino Maina, profesor en Historia y Magíster en Ciencias Sociales por la UNL, “Malvinas inaugura las reflexiones sobre la democracia”. La caída de la tercera Junta Militar, el arribo de la que sería la última, encabezada por Reynaldo Benito Bignone; y el levantamiento de la veda política, el 2 de julio de 1982, anticipaban según el historiador, que el país empezaba a emerger finalmente del terrorismo de estado. “Ahí comienzan los procesos transicionales de una invención democrática”, agrega, para referir a un concepto que viene trabajando como docente –investigador. “La agenda de la democracia no es una agenda previsible, es siempre incierta, pero es una agenda que construimos, a mí me gusta más decir, la inventamos entre todos, con distintos grados participación y protagonismo. Malvinas es un hecho capital en este sentido y por eso hay historiadores que lo mencionan como punto focal de la construcción democrática posterior”.
La Nación y los otros
Durante la dictadura se produjeron distintas experiencias de búsqueda de legitimación de la Junta Militar hacia la sociedad civil. Desde la primera etapa de ese proceso, aparecerá la idea de Nación como un elemento central para justificar la interrupción del mandato constitucional de Isabel Perón, y “consolidar una mirada ‘del otro’ como un enemigo al que hay que eliminar, no solo al interior del país sino también hacia afuera”, explica Maina. Sobre esa idea se despliegan también la aplicación de la Doctrina de Seguridad Nacional, el vocablo “subversivo” y muchos otros que casi como sinónimos “actuaron marcando que se puede excluir a una parte de la sociedad del conjunto de la Nación, o dicho de otra manera, identificarla como antinacional”, agrega. El Mundial de Fútbol en 1978 y la decisión de desembarcar en Malvinas, en el otoño de 1982, también fueron parte de los intentos por construir legitimidad.
En esos años se puede mencionar otro hito, señala el docente, que tensó las relaciones con Chile al punto de plantear otro escenario de conflicto militar por los límites al sur del país, en el Canal de Beagle. La disputa en ese caso se resolvería por otros medios y en 1984, con una consulta popular. “En esa convocatoria que lanzó el alfonsinismo está la confirmación de cómo la democracia puede resolver dilemas que se presentan, en una clave que no habilite la eliminación del otro o de autoritarismos. Eso frenó la posibilidad de instalar un nuevo escenario de conflicto, en un momento en que Chile seguía bajo la dictadura pinochetista”.
Una historia que discuta el presente
Un hilo común une las evocaciones del Estado sobre la cuestión Malvinas a lo largo de estas últimas cuatro décadas, con un papel central de la escuela, “al constituir el reclamo por Malvinas en una empresa nacional, que en clave educativa habla de un territorio de soberanía indiscutida”. Para el docente, debe ser posible reflexionar críticamente, introduciendo “al otro” como una dimensión que permita diversificar el planteo de soberanía en la sociedad, en los medios de comunicación, en la escuela, en las redes sociales: “Habría que reflexionar por qué luego de 40 años aún Gran Bretaña, que está en control de las islas, no abrió un canal de diálogo fluido, constante, estable en torno a Malvinas, y porqué es probable que siga sin hacerlo, al menos en el mediano plazo. Necesitamos pensar el lugar del otro para posicionarnos en una reflexión que pueda implicar a lo educativo y alcanzar a lo diplomático y geopolítico a nivel internacional”.
Entre dos lecturas antagónicas que piensan a la guerra solo como una aventura criminal más de la dictadura, y quienes la reivindican como gesta, el pensamiento crítico puede abrir un abanico de opciones, donde Malvinas sigue siendo un hito trascendental para pensar el pasado, pero sobre todo para pensar la democracia argentina, mantener vivo el reclamo de soberanía, y habilitar la pregunta por la memoria. “¿Cómo evocamos, en clave individual, social, educativa, los hechos del pasado argentino reciente?” pregunta Maina. “¿De qué manera evocar a Malvinas, de qué manera pensar, qué palabras utilizamos para mencionar a quienes participaron de la guerra, a quienes murieron en ella, a quienes sobrevivieron? Todo eso tiene que ver con los ‘combates por la historia’, como los denomina Enzo Traverso, donde la historia como disciplina no analiza solamente el pasado sino que discute temas del presente. Malvinas es y seguirá siendo por décadas, un hito trascendental para pensar el pasado, pero también para pensar la democracia y el presente argentino”.
Argentina reciente
Marcelino Maina integra el equipo de la cátedra de Historia Argentina de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la UNL (FHUC-UNL), a cargo de Bernardo Carrizo. También es docente de la materia optativa Argentina Reciente, un campo de la historiografía que se consolidó en las últimas décadas, que reflexiona acerca de la dictadura y llega hasta el presente. En la UNL esa perspectiva de trabajo incluye a otros docentes como Fabiana Alonso, que indagó sobre los alcances del proyecto represivo en el sistema educativo santafesino; y Luciano Alonso, que investigó la configuración de las organizaciones de Derechos Humanos. Argentina Reciente, define Maina, “es un campo en construcción y en permanente flujo de debates y reconstrucciones, donde convergen la ciencia política, la sociología, la historia y otras disciplinas más, para enriquecer las posibilidades conceptuales, categoriales y metodológicas de abordar los temas”.
“Mi perspectiva de trabajo -explica- se enfoca en los fenómenos de finales del siglo XX, comienzos del siglo XXI que conducen a instalar el tema de la democracia en el horizonte de reflexiones, sin olvidar los autoritarismos que se reflejan en la dictadura, pero que persisten luego de su final, en microcosmos autoritarios que son de variada gama e impacto en lo político, en lo económico y en lo social”. Un referente a nivel nacional de la cuestión Malvinas, es el historiador y escritor Federico Lorenz, autor de numerosas publicaciones sobre este tema, entre las que se encuentra “Las guerras por Malvinas”. “Lorenz trabaja no solo sobre el momento en que se produjo la guerra sino específicamente en los procesos posteriores que van marcando a lo largo de las últimas décadas cómo el hito de Malvinas se constituye en una referencia obligada para pensar otros temas clave para nuestra historia: la idea de Nación, de qué manera reflexionamos acerca de lo que es ser argentino o argentina, de qué manera nos integramos en un mundo global, complejo, caótico, y cómo instalamos a nivel diplomático un reclamo por un espacio soberano que gran parte del país y de la política partidaria consideran de esa manera”.