Extensión
Los desafíos de la política editorial universitaria
Miércoles 1 de julio de 2015 / Actualizado el miércoles 1 de julio de 2015
Las editoriales universitarias se encuentran en un escenario de cambios ante la irrupción de las nuevas tecnologías. Se replantean la relación con el lector, los nuevos soportes, y las formas de distribución y promoción.
El Centro de Publicaciones, a través de su sello Ediciones UNL, cristaliza en su catálogo la decisión institucional de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) de trabajar en pos de la socialización del conocimiento, parándose frente al mundo del libro, de la comunidad universitaria y de los lectores en un lugar superador de la simple mediación autor- libro.
Desde lo conceptual y productivamente, la editorial de la UNL sostiene que un libro nace con un autor que escribe y termina en un lector que lee. En ese contexto, la labor de se ve inmersa en un juego de dos lógicas: la del mundo académico, de la docencia, de la investigación y de la extensión, (en la que el libro es el correlato natural de esas funciones) y la del mundo comercial: la editorial universitaria debe sustentarse como una empresa cultural con todas sus implicancias y exigencias.
Y en este aspecto, en general las editoriales universitarias vienen discutiendo sobre los desafíos a los que se enfrentan en un mundo marcado por las nuevas tecnologías. En este sentido se busca repensar las tareas de una editorial universitaria para adaptarse y adecuarse a las nuevas demandas y sostenerse en el mercado editorial así como el vínculo con los lectores.
"Es excluyente en todos los encuentros y reuniones y ferias es el tema de las nuevas tecnologías y qué se hará desde las editoriales. Es una cuestión que se presenta y tiene que ver con el proyecto Open Access (acceso abierto) sobre la accesibilidad en forma libre y gratuita del conocimiento que las instituciones producen. Creo que es un debate que se merece la Universidad y la política institucional”, manifestó José Luis Volpogni, director del Centro de Publicaciones de la UNL. Asi fue que este año, las Jornadas de Edición Universitaria en el marco de la Feria del Libro de Buenos Aires, se enfocaron en “La orientación hacia los lectores: entre el impreso y lo digital”. "Fueron encuentros fructíferos para continuar con la divulgación social y científica de las editoriales universitarias" destacó, Volpogni y remarcó “la realización de un debate sobre el rol de los autores como divulgadores y colaboradores de la comunicación de sus trabajos; y la importancia que tienen los soportes digitales en una nueva forma de lectura, a los que deberán adaptarse las producciones de las editorial universitarias”.
Un mundo de libros
En las JEU, este año se destacaron las ponencias de la editora colombiana Margarita Valencia y el escritor y editor inglés Michael Bhaskar.
Valencia propuso que las editoriales universitarias recuperen la figura del editor tal como naciera en el humanismo, vinculado al surgimiento de las universidades y sus nuevos lectores. Para la editora esto significa reivindicar la principal fortaleza de las editoriales universitarias: estar inmersas en la comunidad lectora y ser una guía en la construcción de su catálogo. Planteó una reflexión sobre la construcción de lectores dentro de la comunidad de estudiantes, asignándoles a estos y a la materialidad libro, la potencialidad de superar su mera funcionalidad, para transformarseen instancias dinámicas creadoras de lectores y lectura.
Por su parte Bashkar deslumbró con su disertación e hizo un paréntesis para señalar cómo ahora, cuando se está produciendo la mayor transformación desde la invención de Gutenberg, cuando internet permite que todos podamos publicar y cuando Amazon parece concentrar más poder que cualquier institución política mundial; los editores profesionales tal vez sean más necesarios que nunca para encontrar contenidos valiosos entre la real sobreabundancia de información. Bashkar planteó como una solución que potencia las posibilidades actuales del mundo libro, pensar cómo filtrar (seleccionar) y amplificar (difundir) usando las tecnologías al alcance, qué contenidos podrían interesar a nuevos lectores y, por supuesto, cómo hacer los mejores libros; concepto que sintetizó utilizando la imagen de los editores como curadores.