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Las claves en la prevención de la gripe
Jueves 9 de junio de 2016 / Actualizado el viernes 10 de junio de 2016
Con la llegada del frío se acentúan las enfermedades respiratorias. Es importante conocer todas las acciones que podemos llevar a cabo para prevenir la enfermedad y su transmisión.
Las temperaturas bajas y el aumento de la humedad crean un ambiente propicio para la aparición, el contagio y la transmisión de enfermedades de origen viral como la gripe. Hernan Blesio, médico graduado de la Facultad de Ciencias Médicas (FCM) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) explica que la gripe es una enfermedad infecciosa y contagiosa, causada por un virus que ataca a las vías respiratorias y produce fiebre, malestar general, dolor de cabeza.
En este sentido, el frío seca las vías aéreas y afecta nuestro sistema inmunológico, predisponiéndonos a enfermarnos, sumado a que “las bajas temperaturas nos exponen a ambientes cerrados, calefaccionados y con muchas personas, que aumentan el riesgo de contraer la enfermedad. Cuando la temperatura es baja y la humedad también, las microgotas con virus que soltamos al toser, hablar o estornudar no son demasiado grandes y pueden permanecer en el aire por más tiempo hasta que otro las inhale, aumentando así la probabilidad de la infección” apunta Blesio.
El tratamiento de esta enfermedad se enfoca a tratar los síntomas. Sin embargo, actualmente existen algunos fármacos para determinados virus. Hernan Blesio consigna que “el tratamiento adecuado será el que el médico indique, dependiendo de las características de la persona que padece la enfermedad y la clínica al momento de la consulta”, además indica que “debemos concurrir al médico ante la aparición de los síntomas, pero la gripe no es una urgencia, por lo tanto no debemos asistir a la guardia, sino pautar la consulta lo antes posible”.
Respecto a la automedicación, “como en todos los casos, el consumo de medicamentos sin prescripción médica tiene muchos riesgos que dependen de las características del fármaco, de las dosis consumidas, de la enfermedad que tengamos en ese momento y de las patologías previas que podamos tener. Por eso siempre la automedicación está contraindicada. Y en el caso de la gripe, ante la aparición de tos, fiebre, dolor de cabeza, dolor de garganta, malestar general y mucosidades nasales, lo importante es consultar al médico antes de tomar cualquier fármaco”, enfatiza el médico.
Acciones preventivas
Consultado sobre las principales medidas para evitar el contagio de la gripe, Hernan Blesio señala que estas consisten en “lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón, al estornudar o toser taparse la boca y la nariz con el pliegue del codo, tirar a la basura los pañuelos descartables inmediatamente después de usarlos, ventilar los ambientes y evitar lugares cerrados y con mucha gente, no compartir cubiertos, vasos ni mate”, y al mismo tiempo recalca que “ante la aparición de estos síntomas no debemos automedicarnos y tenemos que consultar al médico”.
En aquellos casos donde no podemos evitar algunas situaciones que suponen un riesgo para la salud, como estar en un aula o en un colectivo con muchas personas, debemos reforzar todas las otras medidas que tengamos al alcance, por ejemplo ventilar las aulas en las clases o después de las mismas y si manipulamos objetos o dinero debemos realizar un correcto lavado de manos o en su defecto, utilizar alcohol en gel.
Respecto a la vacunación gripal, el doctor aclara que si bien “la fecha de comienzo de la campaña vacunal viene determinada por la época en que habitualmente comienza a circular el virus, en el hemisferio sur en marzo, abril y mayo, actualmente el Ministerio de Salud de la Nación aún sigue recomendando la vacunación, así que no es tarde para que aquellas personas que tienen indicada la colocación de la misma, lo hagan”.
Por último, es importante tener en cuenta que los grupos de riesgo son los menores de 2 años, los mayores de 65, las embarazadas, las puérperas y las personas de todas las edades con determinadas enfermedades crónicas, tales como inmunodepresión o enfermedades crónicas cardiacas, pulmonares, renales, hepáticas, sanguíneas o metabólicas (por ejemplo, la diabetes), enumera Blesio. En estos casos, también deben consultar con su médico de cabecera ante la aparición de cualquier síntoma gripal.