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La reunión entre autoridades de la Universidad Nacional del Litoral y representantes de la empresa Clorar S.A., pre-radicada en el Parque Tecnológico del Litoral Centro SAPEM, tiene que ver con el esfuerzo que la casa de estudios mantiene en desarrollar acciones que contribuyan a la construcción de sinergias y estrategias mancomunadas entre los distintos actores en pos del avance en materia de innovación y transferencia tecnológica. Clorar Ingeniería se dedica a la consultoría, investigación, desarrollo y diseño de procesos y equipos para la industria química. La empresa tiene un equipo propio de profesionales de las ingenierías química, mecánica y de la biotecnología.

En esta ocasión, estuvieron presentes el rector de la UNL, Enrique Mammarella; el secretario General, Adrián Bollati; el decano de Facultad de Ingeniería Química (FIQ-UNL), Adrian Bonivardi; el secretario de Vinculación y Transferencia Tecnológica, Javier Lottersberger; el director del CETRI Litoral, Christián Nemichenitzer y el gerente general del PTLC, Eduardo Matozo junto con el director de Clorar S.A., Bruno Spadillero y su equipo de trabajo.

“Vinimos por una invitación propia de la empresa, todos los socios son profesionales recibidos de la FIQ y siguen con la tradición de la facultad; es decir, generar empresas a partir de nuestros graduados”, comentó Bonivardi. “Lo que impacta mucho es esto de la comunidad FIQ; son nuestros graduados y se sienten parte de la facultad. También reconocen la calidad que tiene nuestra formación, por eso participan a estudiantes, ofreciendo pasantías para que trabajen en la empresa con sus proyectos finales o de campo. Para nosotros es un orgullo que esto continúe y crezca”, aseguró el decano de FIQ. Por su parte, el director de Clorar comentó: “Hace tiempo que queríamos concretar esta visita. En primer lugar, porque ya hace dos años que estamos realizando proyectos en conjunto, algunos que están en etapa de pre comercialización y otros comenzando, pero también porque vemos muchas posibilidades a futuro. Creemos que se han alcanzado resultados muy interesantes entre el sector científico tecnológico que pertenece a la Universidad, la parte privada que es lo que aportamos nosotros desde Clorar y trabajando con la industria; desarrollamos proyectos en conjunto con la administración del CETRI”, explicó Spadillero.

Cabe destacar que, “el CETRI trabajó junto con Clorar y la FIQ en la formulación de dos proyectos de innovación productiva financiados por la Agencia Santafesina de Ciencia, Tecnología e Innovación (ASaCTeI). La actividad de formulación comprende desde la identificación de la necesidad y la elaboración de la idea hasta la presentación de toda la documentación y el asesoramiento en la defensa oral de los proyectos. Luego de aprobado, se trabaja en conjunto con la empresa y el equipo de investigación en la gestión del proyecto y la administración y rendición de los fondos”, explicó Nemichenitzer.  

Fortalecer el sistema científico tecnológico

Con respecto a Clorar,  Spadillero explicó que “se trata de una empresa de servicios para la industria, de desarrollo y adaptación de tecnología apuntada a empresas pymes que carecen de su sector de desarrollo o bien quieren encarar proyectos nuevos que requieren de profesionales de afuera”. La consolidación de proyectos de este tipo, surge por la iniciativa de encarar un trabajo mancomunado entre todos los actores. “En este momento, con la empresa Clorar estamos trabajando en dos proyectos para el desarrollo de materiales poliméricos; además hay servicios de asesoramiento tecnológico que en ese momento se están haciendo con el Instituto de Tecnología Celulósica (ITC) de la Facultad. La apuesta es continuar fortaleciendo este vínculo, esta es una empresa donde están nuestros graduados, que trabaja con distintos laboratorios de la facultad y con el PRELINE (Programa de Electroquímica Aplicada e Ingeniería Electroquímica) también de la FIQ. Esta interacción va a continuar porque nos nutrimos mutuamente, por un lado la empresa produce los distintos productos y, por otra, la Facultad, con gente formada de primer nivel, permite aplicar y desarrollar este tipo de productos”, explicó Bonivardi.

Actualmente, la empresa se encuentra pre-radicada en el PTLC, “Clorar es una de las 19 empresas que hoy está alojada en el Parque y que forma parte del ecosistema, que trabaja, interactúa y se complementa con las otras empresas”, aseguró Matozo. “Se trata de una empresa de punta en lo referente a ingeniería y electroquímica. Con respecto al desarrollo de proyectos, fue la única en el país que llegó al cloro sólido, un desafío tecnológico importantísimo”, destacó el gerente general del PTLC.

Construir una empresa propia

La decisión de emprender su propia empresa estuvo presente desde que eran estudiantes. “Nosotros comenzamos con Clorar porque cuando nos estábamos por recibir teníamos dos factores muy importantes, un grupo humano ya formado muy bueno y la intención de generar nuestro propio trabajo. Claro que esta decisión tiene sus ventajas y desventajas, pero como desafío es muy interesante, construir tu propia empresa y generar tu propio trabajo es muy satisfactorio. Cuando comenzamos no había muchas herramientas para emprendedores que hoy sí existen; hoy los estudiantes tienen muchas más posibilidades de financiamiento y herramientas, que también la UNL ya tiene implementadas”, comentó el director de Clorar. En ese camino emprendedor, una de las cuestiones que detacó  Spadillero  tiene que ver con los beneficios de conformar un equipo de trabajo interdisciplinario y la diversidad de opiniones a la hora de llevar adelante un proyecto, “si bien es un desafío congeniar ideas y  tomar decisiones, cuando se logra esto  las decisiones se vuelven muy fuertes, todos las adoptan como propias y las llevan adelante”, explicó.

Clorar proyecta ser una empresa referente en procesos electroquímicos en el país. “Creemos que es un  área que está poco desarrollada a nivel industrial en Argentina y hay mucho por hacer. Por otro, queremos mostrar que hay opciones para que se generen empresas que actúen de nexo entre el sector científico tecnológico y la industria, para que otros también se animen a generar empresas y que más resultados de investigación terminen siendo resultados industriales”, concluyó Spadillero.