28 de septiembre
"La Universidad tiene un rol clave en la democratización del saber"
Lunes 27 de septiembre de 2021 / Actualizado el lunes 27 de septiembre de 2021
La frase corresponde a Gonzalo Andrés, docente e investigador de la Facultad Ciencias de la Educación (UNER), en referencia a la importancia de visibilizar el conocimiento científico y la comunicación de la ciencia.
“Vivimos en un mundo que está cada vez más estructurado al conocimiento científico y los artefactos tecnológicos”, sostiene Gonzalo Andrés, doctor en Comunicación Social, investigador del Conicet en el Instituto de Estudios Sociales (UNER-Conicet) y docente en la cátedra de Problemática de la Ciencia en la Universidad Nacional de Entre Ríos.
Para comprender esa frase, es suficiente con pensar en que desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir, nuestras actividades cotidianas y de cuidado personal están atravesadas, por ejemplo, por la electricidad, la red de agua potable, el uso del teléfono celular e internet, la informática y el home office, la medicina junto a los medicamentos y vacunas, sin olvidar, los electrodomésticos (la tostadora y la cafetera) que nos permiten ingerir un desayuno saludable para afrontar el día, asistir a la escuela o ir al trabajo, gracias al transporte público o automotor.
Para visibilizar la importancia del conocimiento científico y de la comunicación de la ciencia, la UNESCO promovió una iniciativa para declarar al día 28 de septiembre como el “Día Internacional de la Cultura Científica”, en conmemoración de la primera emisión de la serie televisiva de divulgación científica “Cosmos”, de Carl Sagan, la cual fue emitida en 60 países y vista por más de 400 millones de personas.
“Desde la UNL venimos trabajando intensamente en acciones de comunicación de las ciencias, tanto en y con la sociedad como con la propia comunidad universitaria. Es central para nuestra institución incentivar, apoyar y brindar herramientas a quienes producen conocimientos científicos, tecnológicos y artísticos para que puedan poner en circulación saberes y experiencias entre públicos diversos. La actual situación de pandemia nos ha presentado nuevos desafíos para construir estos puentes y es ahí donde la creatividad y la atención a estas nuevas demandas se encuentran para producir actividades significativas para públicos cada vez más dispersos y heterogéneos. Es un buen momento para volver a poner a la ciencia en marcos culturales más amplios, y este es nuestro compromiso como institución pública”, aseguró Carolina Revuelta, directora de las Ciencias y las Artes de la UNL.
“Instaurar un día internacional para destacar la cultura científica es una manera de visibilizar la importancia del conocimiento y la necesidad de democratizarlo”, indica Gonzalo Andrés, y añade “el conocimiento científico conforma un acervo cultural y patrimonial ineludible de toda la humanidad. Por ello, es preciso potenciar su apropiación de diversos grupos sociales que quizás no tienen la posibilidad de formar parte de las instituciones que se dedican a su desarrollo. La actividad de comunicación de la ciencia y el trabajo de las y los comunicadores es fundamental”.
¿Qué es la Cultura Científica? “Desde una mirada general --refiere Gonzalo Andrés--, me resulta importante mencionar la conceptualización que realiza el filósofo español Miguel Ángel Quintanilla. Éste la definió como la parte de la cultura que consiste en información relacionada y compatible con la actividad científica. Esa “información” alude a tres aspectos: los conocimientos en sí mismos, los métodos y formas de producción de conocimiento, y los valores asociados con el saber”.
Cultura Científica y Universidad
En este contexto, ¿cuál es el rol de las Universidades? “En principio, la gran mayoría de las universidades en Argentina son públicas, particularidad que no existe en todos los países del mundo. Por lo que, por un lado, las universidades de nuestro país tienen una especial vinculación con distintos sectores sociales y productivos. Y, por otro lado, financian sus actividades de docencia e investigación con recursos brindados por el Estado. De modo que las universidades públicas argentinas tienen un rol (y un deber) clave no sólo en la producción de conocimiento sino también en su democratización”, reflexiona Andrés, quien publicó recientemente el libro Tecnología, comunicación y conocimiento.Apuntes sobre la mediatización contemporánea (Ediciones Imago Mundi). También es editor periodístico del sitio web Ideas del Litoral (https://www.ideasdellitoral.com.ar)
“Es fundamental que las universidades tengan en su organigrama de funcionamiento un área dedicada a la comunicación y popularización de la ciencia porque es una manera de aportar al fortalecimiento de la cultura científica y, también, debido a que permiten poner en circulación los conocimientos que se generan en los contextos regionales a partir de los problemas locales”, añade.
Cultura Científica y pandemia
Lo que ha hecho la pandemia de Covid-19, entre otras cosas, es poner en el escaparate o mejor dicho en la vidriera a la ciencia, al conocimiento experto y su importancia de democratización, dado que como nunca antes diarios, redes sociales, noticieros televisivos y programas radiales refieren a la efectividad de las vacunas, lo pertinente del uso o no uso de los barbijos y las prácticas de cuidado: “A lo largo de estos casi dos años que lleva la pandemia en el mundo, las personas han aprendido a tomar medidas sanitarias precautorias para enfrentarla. La situación pandémica se ha vuelto un problema social relevante que atraviesa toda la vida cotidiana. Por eso, encontramos en los noticieros, en las redes sociales y en las calles, personas hablando todo el tiempo sobre variaciones de virus, efectividad de vacunas, prácticas de cuidados, inmunización, medicamentos, criterios epidemiológicos, entre otros”, explica Andrés.
“La pandemia es un claro ejemplo sobre cómo el saber experto constituye la vida social contemporánea. Es notorio ver cómo la sociedad fue adquiriendo conocimientos sobre biología, medicina y epidemiología. El tema central no es la rigurosidad de la información y las opiniones que dispongan las personas que no forman parte de la comunidad académica, sino que la sociedad en general fue incorporando una perspectiva científica para entender lo que nos está pasando como humanidad”, prosigue Andrés.
“El principal desafío de la ciencia y la comunicación de la ciencia durante la crisis sanitaria generada por el Covid-19 fue que el mundo está inmerso en un contexto de incertidumbre. Situación que puso en evidencia que el saber experto es falible y provisorio. Esto ya lo sabíamos aquellos que nos dedicamos a la ciencia y a la comunicación de la ciencia, pero no estaba claro para el resto de la sociedad. Un ejemplo de ello, fue la sanitización de los productos de supermercado o de la ropa. Recuerdo que a comienzos del 2020 recomendaban limpiar los productos recién comprados o lavar la ropa que usábamos en la calle. Luego, se demostró que esos cuidados no eran relevantes para evitar la circulación del virus. Estas idas y vueltas no se dieron por mala intención, sino que son situaciones que demuestran que el saber experto se va construyendo de manera comunitaria y progresivamente”, concluye Gonzalo Andrés.
El Dato: Comunicación de las Ciencias y las Artes en la UNL
Desde el año 2018, la UNL cuenta con un área de gestión específicamente orientada a la promoción de la comunicación de las ciencias y las artes. La Dirección de Comunicación de las Ciencias y las Artes, a cargo de Carolina Revuelta, perteneciente a la Secretaría de Ciencia, Arte y Tecnología tiene como objetivos centrales: generar estrategias para la integración de la dimensión comunicacional de la ciencia en el ámbito de la UNL; promover la articulación de temas, áreas disciplinares e institucionales, formatos y modalidades de comunicación de la ciencia entre y con los actores de la universidad y del territorio; concretar acciones y desarrollar herramientas que habiliten espacios de intersección y diálogo entre la universidad y la comunidad. https://www.unl.edu.ar/comunicaciondelaciencia/