Catástrofe

La tragedia de Japón bajo la mirada de la ciencia

Viernes 11 de marzo de 2011 / Actualizado el martes 15 de marzo de 2011

Conmoción se vive en todo el mundo luego de que un megaterremoto de 8,9 grados en la escala de Richter asolara con toda su magnitud a parte de Japón. El origen del fenómeno y un mapa de situación en la palabra de expertos.

 

Liberación de energía” es la breve definición que podría usarse para explicar el fenómeno que asoló a Japón. El geólogo Ernesto Brunetto, investigador del Centro de Investigaciones Científicas de Diamante – Conicet, justifica el término: “Son eventos  que ocurren en regiones muy localizadas donde hay tremendas acumulaciones de energía, la misma que en algún momento supera la tolerancia de las rocas y genera situaciones trágicas como los megaterremotos, situados en categorías entre los 8 y los 9 grados en las escalas conocidas”.
El especialista aseveró además que son movimientos poco frecuentes en un mismo lugar. “En estas magnitudes ocurren cada 100 años en un determinado sitio. Después se producen fenómenos de menor intensidad en las regiones pero nunca con este nivel de liberación de energía. Sin embargo, sismos de 6 o 7 grados sí pueden ocurrir en los mismos lugares con mayor frecuencia”, dijo al programa El Día Menos Pensado (LT10 Radio Universidad).
En el caso del sismo de Japón la fuente de movimiento estaba localizada a unos 90 km de la costa más cercana, el punto de mayor intensidad. “Su transmisión en el mar, por el agua, es inversamente proporcional a la distancia de ese punto. A medida que nos alejamos perdemos energía tanto en la transmisión de la onda sobre las rocas como la transmisión de movimiento en el agua. Por eso a Perú y Chile llegaría con intensidad muy disminuida, porque el mayor efecto se siente en la costa inmediata”, aseguró.
Por otra parte, Brunetto argumentó que no se debe atribuir este tipo de fenómenos al cambio climático. “Se trata de dos dinámicas totalmente distintas. Los movimientos telúricos generan manifestaciones y eso responde a la liberación -constante y continua de la historia de la tierra- de calor interno que produce una serie de fenómenos físicos y dinámicos que generan cambios en las condiciones de las rocas, movimientos, acumulación de energía. Pero todo eso tiene total independencia de los fenómenos externos de energía proveniente del sol”, indicó.

Cuánto es 8,9
Por su lado, María Laura Rosa, geofísica de la Universidad Nacional de La Plata, recordó que hace dos días en la misma zona se produjo un terremoto de 7,2 grados en la escala de Richter, un sismo de los llamados “precursores” del megaterremoto. “Pensamos que era de magnitud considerable, pero no que podría venir uno más grande como fue este de 8,9. Es algo que no se puede saber. Había liberado demasiada energía como para suponer que había sido el mayor, que la zona ya había comenzado a acomodarse y que no se liberaría ya tanta fuerza. Sin embargo, no se puede hacer futurología en sismología”
¿Pero qué implica esa cifra? En la escala de Richter significa que por cada aumento de magnitud se libera 30 veces más energía: “Quiere decir que el de hace dos días fue 30 veces menos potente”, concluyó en diálogo con LT10.

Alerta
Otra situación que mantiene en vilo al mundo es el estado de alerta decretado por el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ante los posibles daños que podría haber sufrido la central nuclear de Fukushima Daiichi como consecuencia del sismo.
Al respecto, Alberto Cardona, ingeniero experto en Simulación Matemática y especializado en  catástrofes nucleares de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), mencionó que cuando se liberan fuerzas de magnitudes semejantes “no se pueden conocer a priori los efectos, entonces hay todo un riesgo implicado. Por eso antes se trata de diseñar la central para que ese riesgo sea minimizado”
“El lugar tiene un gran recipiente donde se encuentra el material radiactivo, que es el que genera calor que va a través del agua a generadores de vapor, que a la vez mueven las turbinas. El material tiene que ser constantemente enfriado por distintas maneras, pero si la instalación se daña, el riesgo es que se produzcan accidentes como los que ocurrieron en Chernobyl y otros lugares”, recordó el especialista.
Pero Cardona subrayó que las instalaciones implican años de investigación y colaboración con otros centros de todo el mundo para sus diseños: “Tenemos que estar confiados en que el riesgo para la población será menor”, finalizó en declaraciones a Radio Portable.

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