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En el marco de la I Cumbre Nacional de Mediación “La pacificación social a través de los métodos de gestión de los conflictos”, organizada por el Centro de Capacitación en Medios Alternativos de Resolución de Conflictos (CeCaMARCo) dependiente de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales (FCJS) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), se realizaron varios talleres para interesados en la resolución de conflictos a través de medios alternativos.
Uno de ellos fue “Comunicación en mediación: la pregunta”, a cargo de la Dra. Nélida Basabe. Desarrollado en dos días, Basabe dirigió un espacio participativo en el que todos expusieron sus experiencias en mediación, formularon preguntas y aportaron su visión sobre los temas abordados.
“Esto no va a ser una exposición, sino una construcción entre todos”, comenzó explicando la especialista en mediación. En este sentido proporcionó algunas claves, consejos y ejemplos prácticos para el desempeño de los profesionales en la mesa de mediación.

Comunicación sistémica
Para ello partió de los principios de la teoría de comunicación de Paul Watzlawick. “Esta es una teoría sistémica sobre la comunicación humana, que es muy útil para la mediación”, señaló la especialista y enumeró los postulados principales. Entre ellos mencionó que “no es posible no comunicarse porque la conducta es comunicación”. Es decir, por más de que uno no haga algo con el fin de comunicar, de alguna manera está comunicando. En este sentido, se mencionó la importancia de los gestos, la postura corporal y el lugar en el que se sientan las partes a la hora de mediar.
También indicó que “toda comunicación tiene un contenido y un aspecto relacional” y que el segundo califica al primero. Así, por ejemplo el tono o el tipo de relación es lo que determina el significado de lo que se dice.
Por otra parte, Basabe aseguró que “las personas tienen una dinámica de discusión”: “Puede cambiar el argumento o el motivo por el cual se discute, pero la dinámica siempre es la misma”. En este sentido explicó que la única forma de salir de esta situación es a través de la meta-comunicación, que implica “hablar sobre la forma en que uno se comunica”, lo cual no es  sencillo y muchas veces requiere la participación de un tercero, como el mediador.

Tipos de preguntas
A continuación, la especialista se explayó sobre las preguntas que se pueden realizar en una mesa de mediación y el mejor momento para efectuarlas. Las preguntas pueden ser abiertas –permiten que el interrogado desarrolle sus ideas- o cerradas –sirven para confirmar información y generalmente se responden brevemente, incluso con una sola palabra-.
Además, están las preguntas circulares, que son aquéllas que posibilitan la circularidad entre las partes -es decir, que uno se coloque en el lugar del otro- y en el tiempo, indagando sobre el pasado o proyectando hacia el futuro. Algunos ejemplos de estas preguntas, que nacieron de la mano de la terapia familiar, son: ¿Cómo cree que se siente el padre por no ver a su hija?, ¿Quién cuidaba los chicos cuando estaban casados?, ¿Qué tendría que pasar para que mejore la relación? O ¿Qué cree que puede hacer él para que usted sienta que la respeta?
Basabe también destacó que la pregunta ¿por qué? es muy directa y puede provocar la justificación, en lugar de sacar a la luz los verdaderos intereses de las partes. Entonces se recomienda emplear otros recursos como: Ayúdeme a entender el problema, ¿Cuáles son sus preocupaciones?, ¿Cuál es el problema?
Finalmente, señaló que las técnicas son muy variadas, por lo cual es necesario conocerlas e incorporar la que más se adecúe al estilo de cada mediador.