Veteranas de guerra
La otra historia silenciada de Malvinas
Miércoles 19 de agosto de 2015 / Actualizado el viernes 21 de agosto de 2015
Alicia Panero visitó la UNL para presentar el libro “Mujeres invisibles. Remoto Atlántico Sur, 1982”, una investigación en la que recupera testimonios de las mujeres que prestaron servicio durante el conflicto bélico.
Por primera vez en 33 años hablan las mujeres que participaron de la Guerra de Malvinas. No como esposas, ni madres o hijas de los combatientes sino como protagonistas de actos heroicos y actitudes memorables, que habían quedado fuera de los relatos del conflicto. Una fotografía tomada en Comodoro Rivadavia durante los meses que duró la guerra fue el disparador de una búsqueda que inició la profesora de Historia Alicia Panero, en el marco de la cátedra de Investigación del Instituto Universitario Aeronáutico: “en la imagen había un grupo de mujeres uniformadas y armadas. A partir de eso comencé a buscarlas para conocer cuál había sido su rol, y a partir de eso me fui conectando con esta historia silenciada aún hoy. Hasta ese momento no me había imaginado que tenemos veteranas y que las mujeres habían tenido una participación activa; como enfermeras en su mayoría, pero también como comisarios de abordo, radio operadoras, en barcos que estuvieron transitando la zona del conflicto durante los días que duró la Guerra”.
El resultado de esa búsqueda es el libro “Mujeres invisibles. Remoto Atlántico Sur, 1982”, que Panero presentó este martes en la sala del Consejo Directivo de la Facultad de Humanidades y Ciencias. En ese marco también se habilitó hoy la muestra “Sin mujeres no hay Paz”, en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales.
En diálogo con el programa Radio Portable, la profesora destacó el rol de las mujeres, en particular en la atención sanitaria a los soldados heridos, y a aquellos que se vieron afectados por una alimentación y abrigo insuficientes para combatir en las islas: “son mujeres muy marcadas, sensibilizadas, la mayoría de ellas con stress post traumático por el contacto con los heridos, que es el producto más trágico de la guerra. Supieron mucho tiempo después que las pesadillas, el insomnio o el no poder comer algunas cosas se debían de eso. Recibieron órdenes no escritas sino verbales de que no podían hablar, y así lo hicieron”, señaló al aire de LT10.
Asimismo señaló la paradoja de que “el único nombre femenino vinculado a la guerra fue siempre el de la primer ministro británica Margaret Tatcher. Creo que este silencio en torno a las veteranas de Malvinas se debe a una conjunción del machismo de la institución militar, que aún perdura a pesar de la difusión del libro”, reflexionó luego. Para agregar que “la orden primaria de ocultar estos hechos tuvo que ver con la Dictadura. Los soldados volvieron sin que los viéramos y durante el proceso de malvinización las mujeres quedaron afuera por aquel silencio; y porque fueron ellas las que vieron las condiciones en las que volvían los soldados. Se ha trabajado mucho en el período de la Dictadura a través de investigaciones y reparaciones históricas, sin embargo este tema permanecía en un cono de sombra”.
No hay Historia sin mujeres
El libro puede descargarse en formato digital desde el sitio buboq.com.ar, donde también puede solicitarse el envío de la versión impresa. “En este momento es el libro más bajado en formato digital en el país. Fue descargado más de 12 mil veces, con una réplica de los que lo bajan y lo comparten por correo electrónico, que no es posible contabilizar pero que sabemos es importante. Hay escuelas de distintas escuelas del país y estudiantes que hacen su tesis de grado a partir de este tema”, informó Panero. “Mi misión fundamental es difundir estas historias para que estas mujeres comiencen a formar parte como sujetos de la historia reciente. La historiografía plantea una historia de las mujeres diferente o paralela a la de la humanidad, pero creo que no hay Historia si se excluye a las mujeres de ese relato”, reflexionó luego.
‘Sin Mujeres no hay Paz’
En el marco de su visita, Panero participó de la habilitación de la muestra ‘Sin Mujeres no hay Paz’, en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, organizada por el Programa Género, Sociedad y Universidad, y Programa Derechos Humanos (Secretaría de Extensión) y la Cátedra José Martí (Secretaría Relaciones Internacionales).
La exposición surge de una iniciativa impulsada por las 1000 Mujeres de Paz nominadas al Premio Nobel de la Paz en el año 2005, que continúan reclamando la implementación de la Resolución 1325 del consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en la que se plantea la inclusión de las mujeres en todas las negociaciones de paz. Con ese objetivo por cumplir, la organización internacional Peace Women Across the Globe (Mujeres de Paz en el Mundo) mantiene vigente su activismo para hacer visible la tarea de las mujeres en los conflictos alrededor del globo; y en particular, el aporte que pueden hacer a su resolución pacífica.