JIJE 2019
La motivación como combustible del emprendedor
Lunes 25 de noviembre de 2019 / Actualizado el lunes 6 de enero de 2020
La 14ra edición de la JIJE fue un espacio para el encuentro de múltiples emprendedores provenientes de distintos puntos de Latinoamérica. La participación de especialistas y disertantes propició la circulación de discursos motivadores e innovadores.
Las JIJE (Jornadas Internacionales de Jóvenes Emprendedores) son un espacio de intercambio de información, experiencias y conocimiento entre emprendedores de todo el mundo. La 14ra edición de la JIJE abordó el emprendedorismo como medio de crecimiento genuino, individual y colectivo. Se hizo hincapié en el fortalecimiento de la conciencia social y ambiental, además del rédito económico, para que dicho crecimiento sea sostenible y sustentable, y en la innovación como el instrumento necesario para transformar un paradigma de economía lineal que resulta insostenible, considerando el triple impacto para la solución de los grandes temas del siglo XXI.
"Hacer visible lo invisible" fue el lema de este año, y los disertantes lo cumplieron al pie de la letra: la motivación pudo observarse y sentirse en el aire.
Emprender para encontrar nuestro propósito
Una de las charlas pactadas para este año estuvo a cargo de Tito Loizeau, quien a sus 49 años, cuenta con una larga trayectoria como emprendedor habiendo pasado por diferentes instancias e industrias; desde vender una revista a sus familiares durante su infancia, hasta trabajar en una empresa de decoración o para grandes multinacionales como Mattel. Loizeauexpresó que llegar a dónde se encuentra en la actualidad le ha costado unos cuantos dolores de cabeza y que incluso tuvo que sortear varias crisis económicas, pero que en el camino aprendió más de lo que hubiese podido imaginar. Hoy dirige una agencia de agencia de marketing promocional con la que empleó a más de 250 personas en 6 países.
“Emprender es básicamente haber encontrado lo que yo quería hacer. Para que una persona sea exitosa no se la mide por el dinero, sino por la felicidad con la que se levanta todos los días. Si ustedes se levantan con las mismas ganas un lunes que un viernes es porque están en un trabajo exitoso, porque están siendo exitosos en su vida, y eso se va a reflejar en los resultados que obtengan”, afirmó Loizeau.
A su vez, ahondó sobre cuestiones más filosóficas que se encuentran en el ADN innovador y que lo exponen a un enfrentamiento constante con sus miedos. “El ser humano va continuamente entre seguridad y libertad. Seguridad es tener un sueldo fijo, una obra social, un respaldo corporativo. El emprendedor, por el contrario,está a la intemperie, pero tiene una ventaja: no tiene miedo, porque ya se lanzó a emprender”.
La importancia del componente humano en un mundo automatizado
Por su parte, Martina Rúa, disertó sobre ideas disruptivas que están cambiando nuestras industrias y su impacto en nuestra vida. “El futuro está en la intersección entre la tecnología y la inteligencia emocional”, expresó Rúa,haciendo hincapié en la importancia y el potencial del capital humano más allá de los avances tecnológicos. Martina tiene 20 años en la industria de la comunicación y se especializa en la investigación sobre innovación, productividad y tecnología.Es columnista y coautora de libros sobre productividad personal, temática sumamente ligada al ecosistema emprendedor.
De un modo muy dinámico, la periodista dejó en claro que se puede innovar en innumerables aspectos, tanto en los procesos productivoscomo en nuestras relaciones diarias que potenciarán nuestras habilidades. Propuso una transformación digital y cultural concreta con foco en las personas que hacen a dichos procesos y sistemas.
“La innovación puede ser para todos. Para mi innovar es mejorar y todos los presentes en la JIJE podemos innovar hoy mismo. La clave principal es ser curioso y flexible, animarse a preguntar y a admitir los miedos. Tener una mente abierta y escuchar las formas de pensar de los demás”, aseguró Rua.
Ambos disertantes coincidieron en el hecho de que la innovación debe resolver un problema real, debe ser útil para la comunidad y aportar cierto valor agregado. Para ello, afirmó la experta, es necesario evitar ciertos sesgos que aquejan a todos los emprendedores en mayor o menor medida. Entre ellos, mencionó los siguientes:
No se debe esperar al momento perfecto, sino crearlo. “El momento ideal para hacer algo nuevo no llega, tener la cabeza solamente metida en el día a día esperando el momento perfecto nos aleja de la innovación”.
Evitar el amor excesivo por las ideas propias. “La economía del comportamiento establece que valoramos nuestras ideas entre 3 y 5 veces más que las ideas de los demás. Esto nos impide escuchar abiertamente”.
No caer en la denominada fijación funcional: “cuando más experiencia se tiene, mayor es el riesgo de caer en ella. La fijación funcional nos aleja de poder innovar. La mirada de aprendiz siempre es necesaria para seguir innovando”.
La excesiva burocracia y jerarquización. “Es muy fácil identificar las burocracias de los demás, pero no somos objetivos para identificar las nuestras. Por otro lado,las empresas más jerárquicas son las menos innovadoras. De hecho las empresas más exitosas del momento como Netflix tienen tan solo tres puestos jerárquicos y fue una de las empresas que más rápido salió al mercado”. Puntualizó que hoy en día se tiende a empresas más agiles y de carácter horizontal.
Solucionismo tecnológico “La tecnología es una herramienta potente y disruptiva, pero son las personas las que tienen que abrazar la tecnología y saber utilizarla”.
Claves para ser un emprendedor exitoso
Hacia el final de su charla, Rua destacó la importancia de las relaciones interpersonales y la empatía por el otro “poder ponernos en los pies del otro es sumamente innovador porque en la necesidad del esa persona podemos identificar el factor de innovación”.
A pesar de especializarse en cuestiones ligadas a la tecnología y a las nuevas tendencias globales en esta materia, la periodista afirmó que “Las empresas más innovadoras son las que arman comunidad. Si te ocupásdetejer una red indisoluble entonces, en el mediano y largo plazo, no te vas a caer nunca. Siempre vas a tener ayuda para rearmarte. Tejer relaciones de manera desinteresada es armar comunidad”.
Manifestó también que todo emprendedor debe contar con un coeficiente de adaptabilidad permeable, aún más hoy en día, cuando los cambios suceden cada vez a mayor velocidad. “Si desarrollamos este coeficiente, combinado con la pasión, tendremos todas las posibilidades para triunfar”.
Por último, hizo hincapié en la diversidad como punto de partida de las ideas innovadoras. “Los equipos interdisciplinarios son los que están obteniendo mejores resultados; vemos con lo que nos pasó, con lo que somos, con nuestras creencias, por eso la diversidad es un motor de innovación porque permite nuevas miradas y experiencias para abordar determinado aspecto de nuestro emprendimiento”, concluyó.